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» Elterritorio
Fecha: 23/08/2025 21:13
Un estudio académico, defendido en la UNaM-FHyCS, indagó sobre el movimiento cultural que buscó diferenciar la música y la danza de Misiones de las influencias correntinas y paraguayas, sentando las bases de la "misioneridad". sábado 23 de agosto de 2025 | 11:00hs. Una reciente tesis de licenciatura historia, defendida en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNaM, arrojó nueva luz sobre cómo se forjó el movimiento folklórico de la provincia en la década de 1960. La investigación, que obtuvo la máxima calificación por el jurado académico, fue realizada por la Lic. Gabriela Noemí Larramendi, que sostiene como idea principal que existió un grupo de productores culturales de Posadas que construyó conscientemente una identidad musical y dancística propia para diferenciar a Misiones de la fuerte influencia de sus vecinos, Corrientes y Paraguay. El estudio, titulado "Camino a una hegemonía folklórica misionera: danza y música en la década de 1960 en la provincia de Misiones", propuso que este movimiento surgió en un contexto de reciente provincialización. La hipótesis central fue que se buscó establecer una hegemonía folklórica a través de una "estructura del sentir" que definiera lo que significaba ser misionero, con el objetivo de marcar una clara diferencia cultural. La investigación destacó el rol de figuras clave como Ermelinda de Oddonetto, Lucas Braulio Areco y Aníbal Cambas, entre muchos otros destacados artistas e intelectuales quienes promovieron iniciativas. Entre ellas se contaron con importantes antecedentes, como el despertar de un sentimiento de búsqueda del ser misionero post Cosquín en 1961, la inauguración de la aclamada Peña Itapúa en 1962, y la creación el mismo año de la Orquesta Folklórica Provincial, y el emblemático Festival de la Música Litoraleña en 1963. La síntesis de este proyecto intelectual fue la promoción de la galopa misionera como el ritmo auténtico y representativo de la provincia, exaltando la historia jesuítico-guaraní y la figura del mensú. Sin embargo, el trabajo de Larramendi también expuso las complejidades y resistencias a este proyecto hegemónico. El principal desafío fue el fuerte arraigo del chamamé, un género profundamente popular que evidenciaba la dificultad de “despegarse” de la poderosa tradición correntina, o los intentos de hacerse popular el gualambao entre sectores sociales y círculos intelectuales. La tesis documentó la existencia de debates y polémicas en torno a la invención de nuevos ritmos y la centralización del movimiento en la ciudad de Posadas. Dirigida por el antropólogo Guillermo Luis Castiglioni y el historiador Oscar Daniel Cantero, la tesis representa un valioso aporte para la historia cultural de Misiones. El estudio no solo revaloriza un período clave del desarrollo artístico provincial, sino que también ofrece una nueva perspectiva sobre cómo se construyó el folklore que hoy se considera misionero, sentando un precedente fundamental para futuras investigaciones sobre la identidad local.
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