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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 23/08/2025 18:32
El primer censo aéreo de la temporada registró 2.110 ejemplares de ballena franca austral en el litoral patagónico (Reuters) Científicos del Centro para el Estudio de los Sistemas Marinos (CESIMAR-CONICET), con sede en el CENPAT de Puerto Madryn, contabilizaron 2.110 ejemplares de ballena franca austral (Eubalaena australis) durante el primer censo aéreo de la temporada, incluyendo 826 crías. Esta cifra representa el mayor conteo desde el inicio de las campañas de monitoreo en 1999 y establece un nuevo parámetro para el seguimiento poblacional de la especie en la región del litoral patagónico. El relevamiento, realizado el martes 19 de agosto, fue confirmado por el equipo del Laboratorio de Mamíferos Marinos (LAMAMA), dependiente de CESIMAR-CONICET. Este hito sucede en el contexto de una “serie de 25 años de monitoreo sistemático de esta especie”, como describieron los investigadores. La metodología y el trabajo de campo El operativo científico se desarrolló a partir de un vuelo a bordo de una aeronave del Aeroclub de Puerto Madryn. El trabajo de campo lo llevaron adelante los becarios del CESIMAR Santiago Fernández, Virginia Tortolini y Ayelén Tschopp, junto al piloto Pedro Domínguez. El monitoreo aéreo se enfocó en las principales áreas de concentración de la especie, abarcando desde El Doradillo hasta la zona externa de Península Valdés y el Golfo San Matías al norte. El conteo incluyó 826 crías y se convirtió en el mayor número desde que comenzaron los monitoreos en 1999 El relevamiento forma parte de una rutina científica sostenida desde hace más de dos décadas gracias al financiamiento de la Cámara de Empresas Avistaje de Ballenas y Fauna Marina (CAPEA). Para la presente temporada están estipulados dos vuelos adicionales hasta mediados de noviembre, lo que permitirá comparar la evolución y la distribución de estos cetáceos durante distintas etapas de su estadía costera. El relevamiento discriminó roles y agrupamientos: de los 2.110 contabilizados, se detectaron 826 madres, acompañadas de la misma cantidad de crías, así como 381 individuos solitarios y 77 ballenas reunidas en conglomerados reproductivos. El operativo fue realizado por científicos del CESIMAR-CONICET a bordo de un avión del Aeroclub de Puerto Madryn El patrón espacial fue subrayado por Coscarella: “Los golfos son las zonas preferidas y donde más se aglutinan. Descubrimos que hay un patrón donde se producen momentos de máxima abundancia y luego los animales empiezan a distribuirse. En la zona del Golfo San Jorge se están viendo muchos grupos de cópula y estimamos que San Antonio Oeste también va a tener una gran cantidad de ejemplares”. A partir del recuento y la dinámica registrada, los especialistas esperan una posible expansión hacia San Antonio Oeste y otros sectores del Golfo San Jorge en las semanas siguientes. Perspectivas: monitoreo continuo y alcance de la campaña científica La campaña, que desde 1999 suma una secuencia de censos anuales casi sin interrupciones, permite establecer tendencias poblacionales y hace posible la identificación de cambios en las rutas y lugares de concentración de la especie. El monitoreo aéreo permite establecer parámetros clave para el seguimiento poblacional de la especie Las observaciones del grupo de investigación también alimentan el análisis de largo plazo sobre la evolución del ecosistema. El investigador retirado Enrique Crespo remarcó: “Estamos presenciando cambios ecosistémicos de largo plazo. Especies que fueron muy explotadas durante los siglos XVIII, XIX y XX están mostrando recuperaciones poblacionales. Lo que hacemos es monitorear esos cambios y entender su impacto en todo el sistema marino”. Características principales de la ballena franca austral La ballena franca austral (Eubalaena australis) se identifica por su cuerpo oscuro y robusto, sin aleta dorsal y con callosidades claras en la cabeza. Estas áreas engrosadas, según Greenpeace: “Funcionan como huellas dactilares: identifican a cada ballena durante toda su vida”. La mayoría de las ballenas se concentró en zonas tradicionales de avistaje como El Doradillo y Puerto Pirámides (Foto: Mailén Palma) Los machos miden entre 13 y 15 metros, las hembras llegan a 16 metros y el peso puede superar las 40 toneladas. Al nacer, las crías ya alcanzan entre 3 y 5 metros. Viven de 50 a 100 años y, en vez de dientes, poseen barbas de queratina que usan para alimentarse filtrando krill y peces pequeños. La especie es tranquila, nada a unos 5 km/h y suele comunicarse saltando y golpeando el agua con sus aletas. Se reproduce cada tres o cuatro años y usa para ello aguas de la Península Valdés, que concentran un tercio de la población global. La ballena franca austral habita principalmente el hemisferio sur y, a diferencia de otras franjas regionales, logró recuperarse tras siglos de explotación.
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