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  • La paradoja del cobre: copa los más grandes proyectos del RIGI en medio de un colapso del precio internacional

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 23/08/2025 18:30

    La Alumbrera fue, hasta 2018, la única mina de cobre de escala industrial activa en la Argentina Once de los hasta ahora veinte proyectos de inversión que pidieron adherir al Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI) corresponden a la minería, y de esos once tres son para producir cobre, un “mineral crítico” de la llamada “transición energética” Pero esos tres (Los Azules, de la canadiense McEwen Copper Inc, subsidiaria de la norteamericana McEwen Mining, y Pachón y Agua Rica, de la suiza Glencore) suman nada menos que USD 15.972 millones de inversión, casi la mitad de los USD 33.000 millones que totalizan los 20 proyectos que formalizaron su pedido de adherir a los beneficios del programa oficial. Más aun, la participación del cobre en el RIGI desbordará largamente el 50% de las inversiones planeadas cuando se presente el Proyecto Vicuña, fruto de la asociación entre la canadiense Lundin y la australiana BHP, la mayor minera global. Ubicado en San Juan, el proyecto demandaría inversiones por unos USD 15.000 millones en 30 años. Estos proyectos, de largo período de exploración, planificación y maduración, que incluye la gestión de numerosos permisos y estudios y aprobaciones sobre “impacto ambiental”, con campamentos ubicados a miles de metros de altura e infraestructuras ad hoc llevadas a cabo por las propias compañías, se presentaron al RIGI luego de que el gobierno estableció a principios de agosto una alícuota del 0% para los derechos de exportación de 231 productos mineros, incluyendo al oro y, en especial, al cobre, estímulo que se sumó en procura de proyectos capaces de transformar el balance externo del país, primero con una masiva inyección de inversión directa, asociada a la etapa de construcción definitiva, y luego mediante los ingresos por exportación. Desplome del precio Lo paradójico, sin embargo, es que la aceleración cuprífera se produjo justo cuando se desplomó el precio internacional del cobre, que cayó un 20% desde fines de julio, tras la confirmación de que el arancel del 50% que a mediados de ese mes había anunciado Donald Trump no se aplicaría a las importaciones de cátodos de cobre refinados, medida que impactó al mercado y contradijo las expectativas. El arancel solo cubrirá productos semiacabados, como tuberías y cables de cobre. En los meses transcurridos desde que EEUU inició una investigación bajo la Sección 232 sobre importaciones de cobre, se desviaron grandes cantidades de cátodos a almacenes en EEUU buscando anticiparse al arancel previsto, lo que provocó un colapso del arbitraje entre los índices de cobre del Chicago Mercantile Exchange (CME) y el London Metal Exchange (LME), que normalmente aprovecha las diferencias de precio entre ambos mercados. El anuncio, comentó en su momento la consultora Benchmark Mineral Intelligence, hizo colapsar ese arbitraje y el precio del cobre en el LME, la mayor bolsa de metales del mundo. La volatilidad en el CME fue aún mayor. Los inventarios de cobre en EE UU eran ya altos, unas 256.000 toneladas al 31 de julio, habiendo aumentado 165% desde febrero, cuando Trump anunció la investigación sobre importaciones del metal. En los primeros 7 meses, EEUU importó 680.000 toneladas, más del doble que en igual período de 2024. “EEUU cuenta con abundantes reservas de cobre, pero nuestra capacidad de fundición y refinación está muy por debajo de la de nuestros competidores globales”, dijo entonces la Casa Blanca. Los futuros de cobre se mantuvieron en el último mes en torno del nivel al que habían caído, como muestra el gráfico de la consultora Trading Economics, que lo expresa en dólares por libra. “Son valores próximos a los mínimos de más de cuatro meses, mientras los inversores evaluaban los recientes desarrollos políticos en EEUU, consignó The New York Times. A esos desarrollos se sumó esta semana una cuestión judicial: una corte de apelaciones suspendió una transferencia clave para que el Proyecto de cobre “Resolution”, en el Estado de Arizona, 45% de propiedad de BHP y 55% de Rio Tinto, que hace 20 años lo impulsan, pueda avanzar. Una manifestación de oposición al avance del proyecto de cobre "Resolution", en el Estado de Arizona REUTERS/Stephanie Keith/File Photo El Tribunal dictaminó el lunes pasado que la transferencia, programada para el martes, debía detenerse mientras evaluaba una solicitud de una tribu Apache, siendo esa la segunda vez que un tribunal fallaba a favor de esa comunidad o sus aliados, que buscan bloquear Resolution invocando razones religiosas, culturales y ambientales. Trump, acompañado del secretario del Interior, Doug Burgum, recibió a los CEOs de BHP, Mike Henry, y de Rio Tinto, Jakob Stausholm, criticó duramente la medida del Tribunal de Apelaciones del circuito nueve, con sede en San Francisco (a la que calificó de “izquierda extrema”, radical left) acusándola de demorar el proyecto por dos meses y afectar 3.800 empleos. “Nuestro país, muy simplemente, necesita cobre Y AHORA”, escribió el jefe de la Casa Blanca. Quienes se oponen al proyecto Resolution, afirmó, son “antiamericanos” y representan a países que compiten con EEUU”. Actualmente, la principal operación de cobre en EEUU es la mina Bingham Canyon, en Utah, la excavación a cielo abierto más profunda del mundo. Funciona desde 1903, es operada actualmente por Rio Tinto y extrae unas 275.000 toneladas de cobre al año, casi un cuarto de la producción de EEUU, que fue hasta fines de los 60s del siglo pasado el mayor productor de cobre del mundo, pero hoy solo genera el 5% y procesa el 3% global. Panorama cuprífero mundial EEUU es el segundo mayor consumidor de cobre del mundo, después de China, y cubre cerca del 45% de su demanda con importaciones, principalmente de cobre refinado en forma de tubos, caños y cables para la construcción, incluidas fábricas y centros de datos y las industrias electrónica y automovilística. Los vehículos eléctricos, como los que fabrica Tesla, por caso, demandan mucho más cobre que los vehículos a combustión interna En 2024, los principales países productores de cobre fueron Chile (5,3 millones de toneladas), República Democrática del Congo (3,3 millones), Perú (2,6 millones), China (1,8 millones, e Indonesia (1,1 millones). No obstante, China es también un gran importador, pues explica el 55% del consumo mundial). Los países que completan el Top 10 de producción son EEUU, Rusia, Australia, Kazajistán y México. Así las cosas, las perspectivas a largo plazo se mantienen firmes, pese a la reciente caída del precio, pues se prevé que el consumo global de cobre se duplique hacia 2040. El cuadro adjunto, de un informe de la Agencia Internacional de Energía, muestra que de siete “minerales críticos” considerados, el cobre es el de mayor presencia en el arco de tecnologías de “energías limpias”. Un estudio de la consultora minera CRU estimó que cinco grandes proyectos de cobre de la Argentina (los ya presentados al RIGI, más Vicuña. de Lundin y BHP, y Taca Taca, de First Quantum Minerals), con una producción anual cercana al millón de toneladas, generarían ingresos por USD 4.000 millones al año entre 2031 y 2040. Basada en su metodología de “flujo de caja del país anfitrión”, CRU estimó que eso generaría un impacto acumulativo superior a USD 47.000 millones entre impuestos, salarios, contratación de bienes y servicios y beneficios empresarios. El cobre en el RIGI Hasta ahora, los 20 proyectos presentados al RIGI suman inversiones por más de USD 33.000 millones y la expectativa oficial es que las adhesiones superen los USD 50.000 millones. En total, hay 6 aprobados, por más de USD 13.000 millones, incluido uno del sector minero, para la producción de litio por parte de Rio Tinto, en Salta. Al principio hubo fuerte predominio de proyectos vinculados a Vaca Muerta pero la balanza ahora se volcó hacia la minería con la presentación de Glencore para sus proyectos de cobre El Pachón (San Juan) y Agua Rica (Catamarca), por USD 13.300 millones. En 2024, las exportaciones mineras sumaron USD 4.673 millones, 15,1% más que en 2023 y tercer mejor registro histórico. Tres productos explican el 95,1% de esas ventas: oro (67,2% del total), plata (14%) y litio (13,8%). La Argentina no produce cobre a gran escala industrial (solo hay una operación de escala cuasi-artesanal en Jujuy) desde 2018, cuando se cerró La Alumbrera, muy cerca de donde en el futuro operaría Agua Rica. Los once proyectos mineros presentados al RIGI hasta ahora son los siguientes: Rio Tinto (aprobado con resolución): Expansión del proyecto Rincón de Litio, Salta. Inversión: USD 2.724 millones. Objetivo: producción anual de hasta 60.000 toneladas de litio de grado batería. Minera Galán Lithium (aprobado - falta resolución): Proyecto Hombre Muerto Oeste, Catamarca. Inversión: USD 217 millones. Producción de cloruro de litio. Minas Argentinas SA (AISA Group): Mina Gualcamayo, San Juan. Inversión: USD 1.000 millones para explotación de oro. Posco: Proyecto Sal de Oro, Salta. Inversión: USD 633 millones. Río Tinto: Proyecto Sal de Vida, Catamarca. Inversión: USD 818 millones. McEwen Copper: Proyecto Los Azules, San Juan. Inversión: USD 2.672 millones. Vehículo de Proyecto: Rincón Mining Pty Ltd. Sucursal Argentina. Ganfeng: Proyecto Mariana, Salta. Inversión: USD 273 millones. Vehículo: Litio Minera Argentina SA. Es el único proyecto rechazado hasta ahora. La firma china analiza reiterar el pedido. Minera Andina (Barrick y Shandong Gold): Proyecto Veladero, San Juan. Inversión: USD 380 millones. Ampliación de capacidad de producción de oro. Minera del Mojotoro y Minera Orosmayo: Proyecto Arenas de Cercanías, Río Negro. Inversión: USD 232 millones. Glencore: Proyecto Pachón, San Juan. Minería de cobre, molibdeno y plata. Inversión: USD 9.500 millones. Glencore: Proyecto Minera Agua Rica, Catamarca. Inversión: USD 3.800 millones. En cuanto a impacto territorial, el RIGI, que empezó a regir en agosto de 2024, se destaca la presencia de San Juan, con cuatro proyectos por poco más de USD 11.100 millones, sin contar la futura presentación del Proyecto Vicuña, por cerca de USD 15.000 millones. Esa perspectiva ha generado controversias en cuanto a la preferencia o no de los proveedores mineros locales, que temen la competencia de Chile. Según la letra del RIGI, el 40% de las inversiones proyectadas en los proyectos que adhieren al régimen debe ejecutarse en los primeros dos años de iniciado. El Ejecutivo puede reducir esa exigencia, pero nunca llevarla a menos del 20 por ciento. A su vez, el RIGI tiene una vigencia de dos años, prorrogable por una. De prorrogarse, caducaría en agosto de 2027, antes del fin del mandato del gobierno de Javier Milei.

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