Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Los argentinos se declaran fans de este corte de carne para la parrilla: cómo prepararlo y con qué acompañarlo

    » Derf

    Fecha: 23/08/2025 01:21

    En Argentina, el asado no es solo comida: es reunión, charla y rito popular. Y aunque pareciera que todo estaba inventado sobre la parrilla, un corte ganó fama en silencio. La tapa de ojo de bife pasó de desconocida a favorita, elegida en restaurantes y fogones domésticos por su carácter. ¿Por qué entusiasma tanto? Combina grasa infiltrada pareja, fibra marcada y un sabor profundo que resiste el fuego medio sin perder jugosidad. La comparan con la picanha, pero acá encontró identidad propia, bien argentina. Cuando cae sobre la parrilla, humea, canta, y enamora paladares porteños, cuyanos y patagónicos por igual. El boom se nota en carnicerías y cartas: hoy la piden como corte premium. Su secreto es la paciencia: fuego parejo, tiempo y respeto por la grasa que se derrite y perfuma. Además admite otras cocciones, en plancha o sartén. Versatilidad y carácter, combo perfecto para el paladar criollo nacional. La tapa de ojo de bife: el nuevo corte favorito para la parrilla La tapa de ojo de bife es el músculo que recubre al clásico bife ancho. Es más chica que el ojo, con fibra bien marcada y una cobertura de grasa blanca que funciona como “escudo sabroso” durante la cocción. Ese equilibrio la vuelve ideal para parrilla: potencia sin perder terneza. Su personalidad se siente desde el primer corte: mordida firme, jugo abundante y perfume intenso. La grasa infiltrada se funde despacio y se mezcla con los jugos, logrando un bocado redondo. Por eso seduce tanto a quienes buscan sabores contundentes, pero con una textura que no se desarma. Así se ve la tapa de ojo de bife en las carnicerías. Foto: Instagram @elnovilloalegre. El parecido con la picanha ayudó a que muchos la descubrieran, aunque mantiene una impronta local clarísima. Cada vez más carnicerías la exhiben como opción “premium”, y los parrilleros la adoptaron para variar del asado tradicional sin traicionar la liturgia. En definitiva, suma novedad, pero conversa perfecto con la tradición. La tapa de ojo de bife pide paciencia y fuego medio parejo. Si la hacés entera, empezá con la grasa hacia abajo para que se derrita despacito y vaya bañando la carne. Dala vuelta cuando la grasa esté dorada y crocante. Ese tiempo extra le regala jugo, aroma y un dorado irresistible. En la carnicería: buscá piezas parejas, con grasa blanca uniforme y sin zonas oscuras. Espesor ideal: si la pedís en bifes, de 3 a 4 cm; más finos se resecan. Fuego: medio y constante; empezá del lado graso para que se funda y perfume. La tapa de ojo de bife se transformó en una pieza importante de las parrillas. Foto: Archivo Clarín. Salado: sal parrillera gruesa, justo antes de ir a las brasas. Sellado y descanso: sellá fuerte, terminá a medio; descansá 5 minutos. Corte: siempre a contrafibra para mejorar la mordida. Punto sugerido: jugoso a punto; evita pasarla de cocción. Para acompañar, no hay que complicarse: chimichurri casero o salsa criolla, papas a la chapa, morrones y cebollas asadas, o una provoleta bien dorada. En la copa, vinos tintos con cuerpo como Malbec o Cabernet, y cervezas maltosas o rojas. Pan de campo tibio y la mesa está servida.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por