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» Voxpopuli
Fecha: 21/08/2025 13:21
La tragedia, sin embargo, no es casualidad, sino el resultado de la negligencia. Desde hace al menos dos semanas, se había advertido públicamente sobre la creciente aparición de carpinchos en las zonas urbanas de Posadas. El mismo municipio, en un comunicado, reconoció la “creciente población” en arroyos y la Costanera. A pesar de que el tema de los carpinchos moviliza constantemente a la opinión pública, no actuó de manera preventiva para resguardar a los animales. Mientras los funcionarios se preocupan por “el porqué”, las sobras del animal fueron abandonadas en la avenida, se ignora que la falta de un plan de convivencia real puso al carpincho en situación de riesgo. La nota oficial se limita a dar consejos básicos como «no alimentarlos» o «no tocarlos», cuando el problema de fondo es la nula protección efectiva a una especie que forma parte del patrimonio natural de la región. El absurdo se profundiza cuando se considera el contexto cultural del litoral. En esta zona, el consumo de carne de carpincho, un animal con alta capacidad reproductiva, es una tradición arraigada en la población. La aparición de un animal faenado y los restos abandonados a plena luz del día, aunque lamentable, no es un hecho aislado, sino la consecuencia directa de una omisión. Se investiga el “carri-crimen” y se busca al responsable, pero se ignora a quienes, desde las instituciones, permitieron que un animal protegido terminara a merced de quienes no respetan la ley. En este teatro del absurdo, la Policía incauta los restos, avisa al Ministerio de Ecología y se aboca a un “estudio profundo del animal”, como si se tratara del robo de la Gioconda. Mientras tanto, el problema de fondo sigue sin ser resuelto: la falta de una política clara y la desidia ante una situación que era tan evidente como el cuero de carpincho que la Policía encontró en El Zaimán. Un final previsible para un drama que, con cada aparición de carpinchos, anunciaba su inminente desenlace.
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