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  • Damián Manusovich: la primera vez que se sintió futbolista, la recomendación de Bianchi y el valor de escuchar a los periodistas

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 19/08/2025 05:03

    Damián Manusovich es un exfutbolista argentino. Se desempeñaba como lateral izquierdo y se destacó tanto en el fútbol argentino como en el europeo. Comenzó su carrera en las divisiones juveniles de Vélez Sarsfield, donde debutó en Primera División y formó parte de planteles que lograron importantes títulos nacionales e internacionales. Posteriormente, pasó a San Lorenzo, donde fue parte del equipo campeón del Torneo Clausura 1995 dirigido por el Bambino Veira, consolidándose como un defensor sólido y confiable. Su trayectoria internacional incluyó jugar en España, defendiendo los colores de Elche CF y CD Numancia, donde acumuló experiencia en la Segunda División. Además, tuvo breves pasos por otros clubes de Argentina y del exterior, siempre destacándose por su entrega, disciplina y profesionalismo. Tras su retiro del fútbol profesional, Manusovich se volcó a los negocios inmobiliarios y gastronómicos. Paralelamente, se consolidó como comentarista deportivo en ESPN, en el programa F90, donde analiza partidos y aporta su visión de exjugador. En su vida personal, es padre de cinco hijos: Nico, Luca, Tomás, León y Eva. De Vélez a España, el consejo Bianchi y el salto a la comunicación: cómo Damián Manusovich encontró su lugar fuera del fútbol La transición del fútbol profesional a los medios Leo: — En este presente hermoso, hablando de fútbol en la tele, con toda la carrera que tuviste como jugador, ¿cómo te ves? ¿Cómo te sentís en los medios a los 52 años? Damián: — Genial. Hago lo que quiero. Me encanta el fútbol. Pero en algún momento, después de mi carrera de jugador, de ser ayudante de campo de Cristian Maceda, que es como mi hermano, me di cuenta que no era lo mío. Me encantaba estar con él, soy un loco y amo el fútbol, pero no era mi lugar y me quitaba un montón de tiempo para las otras pasiones que tengo, que no tienen que ver solamente con la pelota, sino con mi faceta empresarial. Yo la verdad que desde que volví de afuera, de dejar el fútbol profesional, me vinculé en los medios. Germán se iba y tenían que incorporar a alguien y bueno, me llamaron a mí, querían algo raro (risas). Leo: — Querían un futbolista (risas). Damián: — Y la verdad que fue una experiencia y es una experiencia espectacular. Hace ya, no sé, como 15 años de esto… Leo: — Primero estuviste en Fox y ahora F90 es ESPN Damián: — Eso era un programa más de interés general girado alrededor del fútbol. Pero hablábamos un poco de todo, con lo cual me dio bastantes herramientas de lo que son los medios, de la Cámara esto, el micrófono… Leo: — Es otro palo. Damián: — Sí. Estoy feliz en F90, con un equipo de periodistas de primera. Obviamente que es un oficio fantástico y yo aprendo de ellos todos los días de cómo se ejerce el oficio, la pausa, la forma y los tiempos. Me preocupa mucho cómo decir las cosas y decirlas bien, entonces los escucho. Me dicen: “Este tiempo verbal está mal” y les presto atención. Me gusta, leo bastante y eso me ayuda. Me encanta la comunicación y tengo curiosidad. La cultura futbolera argentina y su visión sobre el fútbol Leo: — Jugaste en Vélez, en San Lorenzo, en España y te entrenaron muchos. ¿Cómo volcás toda esa experiencia en la televisión? ¿Cómo lo decís para que sea didáctico, que se entienda y tenga impacto? Damián: — Hay un par de tips. La suerte que tengo es que con muchos de los que trabajo estoy haciendo una relación casi de amistad, independientemente de lo profesional. Ellos me decían: “Corto y claro”. A mí como me gusta hablar, generalmente soy de dar vueltas y el Pollo me mira como diciéndome: “¿Y?” (risas). Nuestro programa es un programa de debate, de gritos.... Leo: — Y de grandes discutidores. Damián: — Pero, por ejemplo, si discutimos nosotros dos, queda entre nosotros y los demás dejan que eso ocurra. Leo: — ¿Eso se pautó o fluyó y ya quedó como una regla? Damián: — No está pautado, pero es como una regla natural. Creo que tiene que ver con que reproduce el debate futbolero que tenemos nosotros en un asado. Es un asado que tiene las cámaras y cuando dos se encuentra en un punto de una discusión interesante, decimos: “Dejemos que la desarrollen un poco”. Porque sino nos cruzamos todos. Su admiración por referentes como Oscar Ruggeri marcaron su visión del fútbol Ídolos, referentes y anécdotas de vestuario Leo: — Si tuvieras que calificar tu propia carrera futbolística, ¿qué puntaje le darías del 1 al 10? Damián: — De malas épocas un cinco y medio con ganas. En buenas épocas tuve mis siete u ocho. Promediando un seis y medio. Nosotros leíamos los puntajes y mi promedio era seis y medio o seis. En malas épocas, bajaba un poquito. Nunca un diez, jamás (risas). Pero nunca un dos, tampoco. Leo: — ¿Para vos cuál fue el mejor Manu? ¿En qué época? Damián: — En San Lorenzo, ente que salimos campeones… en el ’95. Los futboleros más viejos se van a acordar. Cumplimos 30 años ahora hace poquito... Leo: — Estuviste ahí del ’93 al ’99, ¿no? Damián: — Sí. En el ’95, fue la primera vez donde dije: “Voy a ser jugador de fútbol”. Porque hasta ahí estudiaba Ciencias Económicas y hasta que no te consolidás en un plantel… Yo ya había jugado en Atlanta, en Vélez y vas creciendo, pero te podés caer. Cuando voy a San Lorenzo y salimos campeones, dije: “Bueno, yo voy a ser jugador. Esto va a ocurrir”. A mí me parecía una locura, pero era un sueño convertido en realidad. Salimos campeones y entre ese torneo y la Copa Libertadores, fue mi mejor momento. Leo: — Dos años antes, en el 93, cuando te estás yendo de Vélez, entra Carlos Bianchi. Damián: — Sí, los últimos seis meses. Leo: — ¿Es verdad que Carlos te dice: “Nunca dejes de estudiar”? Damián: — Sí, sí. Es una hermosa anécdota que cada vez que nos cruzamos, la recuerda. Leo: — ¿Y dejaste? Damián: — No, yo dejé de estudiar cuando me fui en el 99 a España. Pero toda mi carrera la seguí haciendo de a pocas materias, muy pocas. Rendía libre o iba presencial dos veces por semana. Leo: — ¿Y qué opinión tenés de Bianchi? Damián: — Carlos es un entrenador fantástico, espectacular. Todos los que escucho que tuvieron a Carlos como entrenador, lo adoran. Tenía un sentido común entrenado hasta el límite y un trato igualitario para todos. Le salía natural. Tenía un sentido común fabuloso y muchísima seguridad en las decisiones que tomaba. Lo veías en su actitud corporal y en sus formas de expresarlo, una seguridad en sus ideas, que le daba certezas a todos los que estamos alrededor. Después también tuvo dos grandes planteles: el de Vélez, que venía de un recorrido con jugadores propios del club, de la gran camada de Vélez de los ’90. Lo hizo explotar él, obviamente con muchísimo mérito, campeón del mundo y en Boca todo lo que hizo fue espectacular con distintas herramientas en Vélez, algunas cosas en Boca... Leo: — ¿Y qué fue lo que te dijo a vos? Damián: — Me hablaba mucho y un día me pregunta: “¿Qué estás estudiando?” “Sociedad y Estado”, le respondí. Y me dice: “¿Qué ven en sociedad y estado?” Y le expliqué ahí al costado de la cancha. Cuando me voy, porque ya era el segundo año, yo quería jugar, él me dijo: “Mirá, acá juega Cardozo, no vas a jugar o vas a jugar poco o nada”. Yo tenía una opción de San Lorenzo y me dice: “Anda”. Estaban con él Ischia y el profe Santaella y me dice: “Recomendación: te pido no dejes de estudiar”. Y ellos se rieron como diciendo ¿se lo tiene que tomar para bien o para mal? No sabían si era: “Mirá que esto no te da tanto, pero los libros no los largués” (risas). Leo: — No veo que llegues muy lejos en el fútbol, mejor estudiá o hace las dos cosas (risas). Damián: — Dos años después, cuando nosotros salimos campeones y Vélez sale campeón de la Intercontinental, nos encontramos en San Lorenzo. Ellos tres venían caminando y yo venía en frente. Los cuatro nos empezamos a reír a la distancia porque Ischia dijo: “¡Menos mal que no dejaste el fútbol!”. Y yo dije: “Pero le hice caso a Carlos. No dejé los libros, sigo estudiando”. Y entonces Bianchi dijo: “¿Viste que el pibe me hizo caso?” Nos reímos muchísimo. Le tengo muchísimo cariño. Compartí poco, pero aprendí un montón. Leo: — ¿Quién es el mejor jugador con el que compartiste cancha? Damián: — El que yo más admire como compañero y que lo miraba un montón era Oscar Ruggeri. Oscar jugó muchos años al lado mío y es campeón del mundo. Leo: — Y hoy también es tu compañero en televisión. Damián: — Sí, muchas veces me doy el lujo de decírselo. Le digo: “La verdad que para mí haber jugado con vos fue no solamente un gran aprendizaje, sino un orgullo”. Yo soy de decir esas cosas y de abrazar. Me acuerdo que yo entraba con Ruggeri a la cancha, era como entrar con un escudo. Nos protegía a todos. Nosotros crecimos alrededor de él y con lo de él, también del Flaco Gareca, de Pipo de Zapata, de Cacho Borelli. Esa idea de valores, de cómo comportarse dentro de un grupo, dentro de un vestuario, que también es una escuela, bastante particular. “Nuestro programa es como un asado con cámaras", reconoció Damián sobre F90 Quién y por qué Leo invitó a Damián a participar de un cuestionario en el que debía elegir, entre sus compañeros de F90, a sus aliados en distintas situaciones, revelando así sus afinidades, amistades y cómo se relaciona con quienes lo rodean. Leo: — Primera situación. ¿A quién dejarías a cargo de tus redes sociales por una semana? ¿Quién y por qué las manejaría mejor, te las haría explotar y conocería tus gustos? Damián: — Morena Beltrán. Es la que lo tiene clarísimo. Yo le pregunto: “More, ¿qué es un reel?” (risas) Y ella me dice: “Después de explico”. La verdad que es una genia. Se incorporó fenomenalmente. Es una gran compañera y recontra sabe. Por lo general, opinamos bastante parecido en el programa. Con More coincidimos en lo que pensamos y ve muy bien el fútbol. Leo: — ¿Te da consejos de redes sociales? Damián: — Ahora ya no tanto porque es algo más natural para todos, pero al principio sí. Leo: — Segunda situación: si ganaras un Martín Fierro y no pudieras asistir, ¿quién leería tu carta? Damián: — Lo tengo clarísimo: el Pollo Vignolo. Somos amigos, nos conocemos hace muchísimos años. Aparte del programa que estamos todos los días, los jueves y los sábados jugamos al fútbol juntos. Vivimos a pocas cuadras de distancia... Él podría describir lo que a mí me pasaría en ese momento. Aparte lo haría muy bien, haría todo lo correcto. Leo: — Tercera y última situación del quién y por qué. ¿Quién sería el mejor animador de tu cumpleaños? Hay que organizar la fiesta, convocar a la gente, tiene que presentar el video... Damián: — Yo te voy a poner al Negro Bulos y el Cholo Sottile porque por lo general van en yunta. Están generalmente juntos hablando cosas del programa y el negro es muy divertido, es histriónico. Al Cholo lo pondría más en la organización. Me están quedando afuera los dos pesos pesados, el Chavo y Dani, pero ellos son como la cátedra del periodismo deportivo. Leo: — ¿El caso de Ruggeri y Latorre? Damián: — Ellos son más divertidos. Salen y bailan. Ahí súmalo a Marcelito Espina, que también es divertido. Leo: — ¿Y quién tira un discurso emotivo? Damián: — Dani, Dani Arcucci. Es sensiblero y lo hace muy bien.

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