18/08/2025 20:11
18/08/2025 20:11
18/08/2025 20:11
18/08/2025 20:11
18/08/2025 20:10
18/08/2025 20:10
18/08/2025 20:09
18/08/2025 20:09
18/08/2025 20:08
18/08/2025 20:08
Parana » Informe Digital
Fecha: 18/08/2025 17:59
La implementación de un programa destinado a la renovación del parque automotor argentino es un tema en debate en el sector, que involucra tanto a fabricantes como a importadores. Para algunos, no es necesario, dado que las ventas están en aumento; sin embargo, otros consideran que es esencial para lograr un salto en calidad y seguridad en las vías públicas. “Nosotros no tenemos información al respecto; por supuesto que sería una buena noticia, pero no estamos seguros de si este es el momento más adecuado para implementarlo. Actualmente, las ventas superan los 55.000 automóviles particulares y comerciales livianos por mes, y si requieren un impulso del Gobierno, debería ser a través de la reducción de impuestos, tanto para la comercialización como para la exportación”, explicó un alto ejecutivo de la industria este lunes. “Un plan de canje siempre es bien recibido, pero en este momento carece de sentido; las ventas están en alza. Estas son herramientas para situaciones en las que el mercado se contrae”, comentó un importador consultado sobre la posibilidad de establecer un mecanismo de este tipo. La prioridad de los fabricantes es otra Desde la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), señalaron que “el sector está colaborando con el Gobierno, a nivel de cadena de valor, en una agenda orientada a mejorar la competitividad industrial, con el fin de fortalecer el perfil productivo-exportador de la industria”. Sin mencionar el término plan canje, la entidad tiene una postura que parece distante de un programa de estas características. “Consideramos que, dado el crecimiento del mercado –cercano al 71% acumulado en lo que va del año– y en un contexto de escasez de recursos, estos deben dirigirse a aumentar la competitividad para conquistar mercados de exportación y elevar el volumen de producción”, afirmaron al ser consultados por Infobae. Más allá de las ventas Sin embargo, existen diversas perspectivas al respecto. Como informó este medio, la iniciativa no está directamente relacionada con el incremento del volumen de ventas mensuales, sino con la renovación del parque automotor, que actualmente tiene una antigüedad promedio de 14,3 años y cuya curva de renovación no presenta una tendencia ascendente, sino descendente. El informe anual de la Asociación de Fábricas de Autopartes (AFAC), basado en las proyecciones de 2024, establece que para detener el proceso de envejecimiento, sería necesario vender 1.100.000 autos 0 km al año. Para 2025, la proyección de la industria es de 650.000, es decir, poco más de la mitad de esa cifra. El proyecto de Ley del diputado Oscar Agost Carreño, por su parte, se denomina “Plan de renovación automotor” y propone que el programa contemple vehículos nacionales con más de doce años y hasta treinta de antigüedad, es decir, fabricados entre 1996 y 2014. Este incluiría la generación de un bono o descuento del 20% sobre el valor de un auto 0 km, con un límite de $6.000.000 para autos particulares, $8.000.000 para comerciales de hasta 5.000 kg de carga, y $15.000.000 para buses y camiones. El régimen prevé establecer un mecanismo de incentivos para los concesionarios y las terminales automotrices participantes, de modo que, por cada descuento aplicado, reciban un bono del 50% de su valor, emitido por el Ministerio de Economía, que se podrá utilizar para el pago de impuestos nacionales ante la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). Así, lejos de ser una medida aislada para incrementar las ventas de autos, la idea de crear un programa que permita entregar un auto usado para desguace mediante uno o varios mecanismos oficiales, también incluiría la generación de recursos económicos a través de la recuperación de autopartes, pasando de las 30 piezas anteriormente permitidas a las 142 actuales en los desarmaderos habilitados. La creación de un ecosistema que impulse la renovación del parque automotor sin que el Estado deba desembolsar dinero, que necesita para mantener el equilibrio fiscal, es un objetivo común para quienes promueven la idea del “Plan canje”. Federico Pieruzzini, CEO de Eximar, importador de Volvo en Argentina, manifestó que “hay más de 6 millones de autos con más de 15 años de antigüedad. Debemos actuar para contar con vehículos más seguros y eficientes. Un plan canje que propicie la venta de más autos 0 km podría implementarse con la participación de todas las partes involucradas y sin que esto le cueste dinero al Gobierno. Los fabricantes, las acerías, los importadores, las compañías de seguros, los concesionarios y los desarmaderos deberían aportar. Además, el Estado podría vender el auto sin IVA, reduciendo el precio un 21%, de forma que no pierda ese IVA, pero pueda diferir el cobro a 36 meses, por ejemplo”, explicó. Desarmaderos y autopartistas en el medio El papel de los desarmaderos vuelve a cobrar relevancia, puesto que con la ampliación a más piezas recuperables, se incrementa el valor del auto usado. Sin embargo, el sector adopta una mirada algo diferente. “No es lo mismo un auto siniestrado que uno apto para un plan canje. Con algunas limitaciones, los desarmaderos podrían participar en un porcentaje, los concesionarios en otro, y las plantas automotrices en otro, y quizás el Gobierno en una reducción impositiva”, comentó José Luis Álvarez, presidente de la Cámara de Recuperadores y Venta de Autopartes (CaRVA). “Aunque el mayor número de piezas no se implementó para incrementar el valor del auto, se hizo con dos objetivos: aumentar la oferta y disminuir el precio de los repuestos importados, tanto nuevos como usados, así como reducir el índice de robos de automóviles y, en consecuencia, bajar el costo del seguro automotor”, subrayó. En este contexto, cobra relevancia la opinión de la cámara que agrupa a los autopartistas, AFAC, la misma que emitió el informe sobre la antigüedad del parque automotor nacional. Juan Cantarella, presidente de esta entidad, indicó que un plan canje tendría un “doble impacto en el mercado de reposición. Por un lado, aumentaría la competencia de piezas usadas y, al mismo tiempo, eliminaría del mercado vehículos que consumen muchas piezas del sector independiente”. El precio de los autos No obstante, hay un último factor mencionado por varias fuentes consultadas. El precio de los autos nuevos es tan alto que quien vende un vehículo de entre 12 y 30 años de antigüedad no puede acceder a uno nuevo “con solo un empujón del 20% del precio. Deberá financiar la diferencia. Y hoy, con tasas de interés tan elevadas, esto se vuelve cada vez más complicado”, comentaron. “Los autos son costosos porque siguen distorsionados por los impuestos”, reiteró Pieruzzini. “El impuesto interno en la escala 2 se redujo, pero aún deja una brecha significativa que encarece los autos de gama media. El límite impuesto para los vehículos más caros es muy elevado. Si se eliminara la segunda escala, los precios descenderían y esto provocaría una disminución en todos los segmentos. A largo plazo, terminaría afectando favorablemente a los autos más accesibles”, concluyó.
Ver noticia original