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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 18/08/2025 16:54
Towa and The Guardians of The Sacred Tree, de Brownies. Después de pasar cuatro horas explorando su mundo, dominando mecánicas y enfrentando los primeros desafíos, Towa and The Guardians of The Sacred Tree nos dejó un buen sabor de boca. Con su enfoque dual entre espada (Tsurugi) y magia (Kagura), y su refinada mezcla de narrativa emocional, progresión roguelite y forja de armas, el juego propone una experiencia profunda y simpática. Mecánicas fundamentales: dueto dinámico y decisiones profundas El núcleo del sistema de combate nos exige elegir dos “guardianes”: uno como Tsurugi (espada/melee) y otro como Kagura (magia/soporte). Esto plantea una dinámica interesante de colaboración que da lugar a mucha creatividad en el combate y varios enfoques posibles. Cada guardian posee un listado de movimientos único y complementario, lo que hará que encontrar una sinergia entre ambos sea clave para salir airosos de cada dungeon. Desde mi experiencia con la versión de preview, este sistema nos resultó intrigante: planear rutas en las mazmorras, decidir combinaciones y adaptarse al desgaste de cada espada abre un abanico estratégico muy atractivo. Lo que sí, la curva de aprendizaje es empinada. Aunque el juego parezca gentil y simpaticón en los primeros niveles, de pronto destapa una caja de sorpresas a nivel táctica que nos hará tomarnos la propuesta bien en serio. Towa and The Guardians of The Sacred Tree, de Brownies. Progresión y forja: personalización con impacto tangible Entre cada pasada por los dungeons está la aldea Shinju, que se revela como el corazón estratégico. Aquí, podremos mejorar el equipamiento y las habilidades, así como conversar con lugareños y tendremos algunos minijuegos, como el de forja de espadas. A destacar, podemos decir que el minijuego es original y nos da bastante libertad de decisión, y estas decisiones tienen impacto real en el arma que creemos. Pero también puede ser repetitivo y cansino el hecho de saber que cada vez que queramos un arma nueva tendremos que disponernos a forjar de esta forma. Como punto positivo podemos decir que el ciclo de combate y regreso al pueblo a mejorarnos funciona bien porque hay una verdadera recompensa tras varios intentos fallidos con un jefe. Towa and The Guardians of The Sacred Tree, de Brownies. Narrativa y emociones: sacrificio y personajes que importan La historia nos sumerge en un viaje donde Towa, atrapada en el tiempo, apoya desde la aldea mientras los guardianes se desplazan para recuperar Mana y enfrentar al mal. A simple vista no lo parece, pero la historia es más emotiva y humana de lo que esperamos. Ya desde el comienzo del juego te da a entender que no solo tomamos decisiones en cómo encaramos cada run, eligiendo a dos personajes entre ocho. Sino que, a su vez, parte de la trama implica que los guardianes sean sacrificados para purificar el mundo. No solo estamos hablando de una elección emocionalmente contundente que añade peso emocional al roguelite, sino que es 100% estratégica porque perder a uno implica dejar de contar con su listado de habilidades único en el resto de las partidas. Esta mecánica que impacta tanto en la narrativa como la estrategia es el punto más fuerte de Towa and The Guardians of The Sacred Tree. Towa and The Guardians of The Sacred Tree, de Brownies. Visuales, ambientación y ritmo Visualmente, el juego destaca por su estética, desde fondos detallados hasta personajes y escenarios muy coloridos, con un estilo japonés hermosísimo. Cumple con creces a nivel artístico, ya que cuenta con una identidad muy marcada: si Towa and The Guardians of The Sacred Tree llega a ser un roguelike memorable, gran parte de ese logro se lo deberá a su identidad visual. Sin embargo, en cuanto al ritmo de acción, notamos una cadencia más pausada de lo esperado. Cada ataque e interacción tiene cierto peso, seguro y deliberado, lo que da profundidad, pero también lo aleja de la velocidad frenética que caracteriza a Hades y otros roguelites que sirven como referentes del género. Las primeras impresiones de Towa and The Guardians of The Sacred Tree son convincentes: es un videojuego con alma, y eso es difícil de encontrar. Su compromiso emocional, estética cuidada y sistemas profundos de progresión y táctica lo distinguen. Todavía hay incertidumbre sobre cómo evolucionará el pueblo, la personalización avanzada y qué tan bien le sentará la falta de un sistema de combate más ágil a largo plazo, con varias horas de juego encima. Habrá que verlo para su lanzamiento, el 19 de septiembre en PlayStation 5, Xbox Series X|S, Nintendo Switch y PC.
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