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» Facundoquirogafm
Fecha: 18/08/2025 16:40
El chamamé no solo es música, también es historia. Detrás de los apellidos que marcaron este género se esconde un mapa de inmigración que refleja la diversidad cultural del litoral argentino. Desde Irlanda llegaron los Sheridan, apellido que resuena en figuras como Bocha, Michel y Gringo, descendientes de un inmigrante que arribó al país durante la Segunda Guerra Mundial. Desde Italia desembarcaron los Zini, originarios de Emilia-Romaña y Toscana, con Julián Gerónimo como referente en Ituzaingó. España también dejó su huella en nombres como Martínez Riera y Bofill, que dieron grandes intérpretes como Blas, Mario, Chingoli y Alberto. Otro apellido emblemático es Tarragó Ros, de raíces catalanas, que se consolidó en la figura del “Rey del Chamamé” y su hijo Antonio. Francia y el Magreb se combinan en Abitbol, apellido de probable origen sefardí que llevó Isaco con orgullo. Montiel, proveniente del Campo de Montiel en Ciudad Real, se destacó en Ernesto y aún perdura con Ernestito en el Cuarteto Santa Ana. La inmigración italiana también resuena en Cocomarola, con Mario y Coqui, y en Miqueri, posiblemente de Sicilia, con Salvador y Gustavo como representantes. Desde el País Vasco y Navarra llegaron los Galarza, como la recordada Ramonita, mientras que Pocho Roch conecta con Francia y el norte catalán. Así, cada apellido del chamamé guarda en sí mismo un viaje, un origen y una memoria que se entrelazan con la música para dar identidad a un género que trasciende fronteras.
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