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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 18/08/2025 04:33
Los vinos Pinot Noir muestran un aspecto traslúcido y aromas delicados, con una textura sedosa característica, y su éxito depende de una buena acidez y una guarda adecuada, factores que consolidan su profundidad y elegancia (Imagen ilustrativa Infobae) El 18 de agosto se celebra en todo el mundo el Día del Pinot Noir, una fecha que no tiene ningún sustento histórico, pero no por ello deja de ser importante, ya que se trata de una de las uvas tintas más codiciadas. Este festejo sirve para promoverla y recordar que, así como es muy difícil de tratar desde la viña hasta el viñedo, si está bien lograda puede dar algunos de los mejores vinos del mundo. Es cierto que sus vinos son de aspecto poco profundo y eso refleja su delicadeza, tanto en nariz como en boca. Por lo tanto, las claves de su éxito no están asociadas a la concentración, sino a su trago delicado y equilibrado, con texturas finas que pueden aportar profundidad a su paso por boca. Además, con el paso del tiempo y una larga guarda, los buenos exponentes pueden desarrollar una complejidad única. Aunque muchos no lo sepan, la Pinot Noir es una uva muy famosa y no está tan difundida en la Argentina. Por un lado, porque es una de las dos principales uvas (la otra es Chardonnay) con las que se hace el Champagne, el vino más reconocido del mundo. Es más, cuando en un vino espumoso, de los muchos que se hacen alrededor del mundo más allá del Champagne, dice “Blanc de Noir” en la etiqueta se refiere a que está elaborado 100% con uvas tintas y, generalmente, se trata de Pinot Noir, aunque vinificado en blanco. Porque hay que recordar que la pulpa de la uva que da el jugo (mosto) es del mismo color en las uvas blancas, tintas y rosadas, y que el color se adquiere a partir de la maceración del jugo con los hollejos (las pieles de las uvas). Por lo tanto, si no hay maceración, no habrá color en el vino. En la actualidad la Argentina cuenta con cerca de 2000 hectáreas de Pinot Noir, con preferencia por la Patagonia, pero también en subregiones frescas como Pedernal en San Juan, Altos Valles Calchaquíes en NOA, Agrelo y Valle de Uco en Mendoza (Imagen ilustrativa Infobae) Pero eso no es lo más importante que se hace con Pinot Noir, más allá que el Champagne sea el vino más famoso, porque es la variedad estrella de otra de las regiones vitivinícolas más importantes de Francia; la Borgoña. Allí, los grandes tintos son a base de Pinot Noir y son, por historia y calidad, los tintos más preciados, a tal punto que el vino más caro de todos es un Pinot Noir. También se luce cuando se la vinifica en rosados, ya que suele dar exponentes expresivos y vibrantes, gracias a su acidez natural sostenida. Originaria de la Borgoña, esta variedad se caracteriza por su delicadeza y por ser una de las más desafiantes de cultivar, razón por la que muchos hacedores la llaman “la uva del diablo”. Crece mejor en climas fríos, con notables expresiones en Borgoña, Oregón, California, Nueva Zelanda y en otros lugares como Chile y Argentina. Acá, ocupa apenas el 1% de la superficie de vid, lo que refuerza su carácter exclusivo. Esta uva sofisticada sobresale en la tierra del Malbec y cuenta cada vez con más y mejores exponentes en diversas regiones. ¿Pinot Noir o Malbec? El Pinot Noir argentino se puede encontrar en distintas regiones, Mendoza concentra el 70% de la superficie, la mayoría destinada a bases de espumosos, mientras que la Patagonia lidera la producción de tintos varietales con Neuquén, Río Negro, Chubut y La Pampa (Imagen Ilustrativa Infobae) Si bien no es una gran cuestión, hay muchos consumidores que se preguntan si tomar Pinot Noir o Malbec. Aunque hay muchos vinos diferentes y que cada cual es más adecuado para determinadas situaciones, estos dos exponentes pueden competir mucho en la Argentina. Es por ello que, entender el potencial del Pinot Noir a través del Malbec permite tomar verdadera dimensión de lo que puede pasar. Se sabe que en la Argentina el Malbec es el mejor vino que se elabora, el más producido en todos los niveles cualitativos y en diversos estilos. También, la variedad estrella que le abre puertas en el mundo a los demás vinos nacionales, gracias a su capacidad de sorprender y a que sigue siendo un cepaje original para muchos, más allá de su origen e historia. Si el Malbec es jugoso y frutado, expresivo y fácil de entender, con el cual también se elaboran los vinos argentinos más complejos, su gracia es ser un vino entrador, amable y encantador a la primera copa. Por eso tiene tanto éxito entre los conocedores y también entre los que se acercan al vino por primera vez. Esas características explican el porqué de su gran crecimiento en los últimos años, posicionándose como la uva más plantada (casi 50.000ha) y el emblema del vino nacional. El Pinot Noir es valorado por su carácter gastronómico, por su liviandad y elegancia es un vino ideal para acompañar comidas, convirtiéndose en una opción frecuente en la mesa tanto para consumidores experimentados como para quienes se acercan al vino por primera vez (Imagen Ilustrativa Infobae) En este contexto, el único vino capaz de competirle es el Pinot Noir, porque es un tinto delicado, de aromas profundos y austeros, cuando se trata de un exponente de alta gama. Afrutado y de paso consistente, puede ser más generoso en su carácter si se trata de un terruño más soleado y de suelos más compactos. Pero siempre es suave y muy tomable. Y si bien el reinado local del Malbec no peligra, básicamente por cuestiones cuantitativas, es un detalle a tener en cuenta, ya que muchas personas ingresan al mundo del vino por los vinos suaves. Mientras que los que ya beben más habitualmente, descubren en la fineza de la expresión del Pinot Noir, un atractivo que ningún otro vino puede ofrecer. Todos ellos suelen ser de aspecto más bien traslúcido y aromas delicados, con texturas sedosas, y se los puede dividir en dos estilos bien marcados, siempre hablando de los Pinot Noir que se elaboran en la Argentina. Por un lado, están los que buscan ser más efectivos y directos, que tienen el foco puesto en la fruta (cereza negra y roja), mientras que los más pretensiosos, buscan la complejidad a través de sus notas especiadas y terrosas, bien combinadas con las de crianza. Si el vino está bien logrado y tiene buena acidez, la guarda le va a venir muy bien, ya que mantendrá su equilibrio por mucho tiempo y desarrollará un bouquet y una profundidad especial. El Pinot Noir se valora por su delicadeza en nariz y boca, sus vinos presentan una textura fina y equilibrada sin gran concentración, pero pueden alcanzar una complejidad notable luego de una larga guarda, convirtiéndose así en favoritos de los paladares más exigentes (Imagen Ilustrativa Infobae) La evolución local hizo que hoy existan varios exponentes “entry-label” de precios accesibles. Y si bien el Malbec es el que más opciones ofrece en este segmento, cada vez hay más Pinot Noir que llaman la atención por su consistente suavidad. Actualmente hay en la Argentina casi 2000 hectáreas de Pinot Noir, lo que representa apenas el 1% de la superficie, pero con poco, se hace sentir. Se la denomina Pinot Noir por el color oscuro de las uvas y los racimos en forma de cono de pino. Acá prefiere el paisaje patagónico, pero también se da muy bien en las subregiones más frescas de cada región, como Pedernal en San Juan, los Altos Valles Calchaquíes en el NOA, Agrelo y Valle de Uco en Mendoza, etc. Aunque los viñedos más antiguos se encuentran en el Alto y Medio Valle de Río Negro, el 70% está en Mendoza, donde la mayoría se usa para vinos base de espumosos. Mientras que Patagonia emerge como el nuevo polo productivo de vinos tintos varietales, con Neuquén que posee más de 250ha, Río Negro 130ha, Chubut 33ha y La Pampa 12ha. Pero más allá del origen de las uvas, lo que más le interesa al consumidor es el estilo y la relación calidad-precio de los vinos. El Pinot Noir argentino se presenta en dos grandes estilos, algunos buscan la simpleza y lo directo con aromas de cereza roja y negra, mientras que otros apuestan por la complejidad con notas terrosas, especiadas y una crianza muy bien integrada A grandes rasgos se puede decir que los de Patagonia son Pinot Noir más delicados, profundos y austeros en sus expresiones. Los Mendoza, algo más afrutados y de paso consistente, y los de San Juan y el NOA más generosos en su carácter. Pero hay más Pinot Noir, los que surgen en las sierras cordobesas o de la provincia de Buenos Aires y, muy cerca de allí, los de viñedos con influencia oceánica en la Costa Argentina. Cabe destacar que la crianza puede generar diferencias notables en estos vinos. Mientras en algunos exponentes el roble se hace sentir, en otros forma parte del vino aportando fineza y consistencia a sus texturas. Además, los buenos exponentes evolucionan muy bien en botella, mientras que los demás se disfrutan mucho más de jóvenes. Para muchos es un vino de trago fácil por su cuerpo liviano. Sin embargo, si se le presta atención, puede llegar a ser el vino más elegante de todos. Y también son muy gastronómicos, porque fluyen más en la mesa (se beben más) acompañando las comidas.
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