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Parana » Ahora
Fecha: 17/08/2025 03:18
Bolivia se enfrenta a un cambio histórico en sus elecciones presidenciales y legislativas de este domingo 17 de agosto. Con una crisis económica y social inédita en los últimos 20 años, el país de 11,3 millones de habitantes se prepara para votar en medio de una profunda división política. Después de 20 años de hegemonía del Movimiento al Socialismo, las encuestas muestran que la oposición de derecha, liderada por dos figuras prominentes, el empresario Samuel Doria Medina y el expresidente Jorge “Tuto” Quiroga, encabezan la intención de voto. Mientras, el MAS se desangra internamente con la fractura entre Evo Morales y el presidente Luis Arce. El actual Jefe de Estado desistió de la reelección y el líder indígena -inhabilitado para presentarse a elecciones- llamó a sus seguidores a votar en blanco La caída de las exportaciones de gas, una creciente inflación —en julio marcó un 24,5% interanual, la más alta desde 2008— y la escasez de productos básicos —como combustible y alimentos— calaron hondo en la sociedad boliviana, llevando a un giro radical que parece inclinarse hacia la derecha por primera vez desde 2002 excepto que los candidatos de la izquierda dividida logren llegar al balotaje en octubre. Los bolivianos se preparan para elegir presidente, vicepresidente y nuevos miembros del Congreso. Doria Medina, magnate inmobiliario y empresario, y Quiroga, expresidente de Bolivia entre 2001 y 2002, han centrado sus campañas en la promesa de revertir las políticas estatistas que caracterizaron al MAS. Rondan entre el 20% y el 25% de intención de voto. Por el lado de la izquierda, Andrónico Rodríguez, el candidato mejor posicionado dentro del MAS pero que intentó despegarse de ese sello, se encuentra en una posición muy baja, con un 5% de apoyo. El otro candidato del espacio es Eduardo del Castillo, del riñón de Arce, reseñó Perfil. El objetivo de la transparencia El Tribunal Supremo Electoral de Bolivia implementará un sistema renovado este año para garantizar la transparencia tras las denuncias de fraude en las elecciones de 2019, que desataron protestas y llevaron a la renuncia del presidente Evo Morales. Bajo este nuevo protocolo, las actas de escrutinio serán fotografiadas en los colegios electorales y enviadas de forma directa a los centros de cómputo. Además, observadores internacionales de la Unión Europea y la Organización de los Estados Americanos estarán presentes para supervisar el proceso. Las urnas abrirán a las 8:00 (hora local) y cerrarán a las 16:00. Se espera que el Tribunal Electoral publique el 80% de los resultados preliminares esa misma noche, mientras que los resultados oficiales se difundirán dentro de los siete días posteriores.
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