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Colon » El Entre Rios
Fecha: 15/08/2025 09:30
La suba de encajes más la obligación de comprar bonos que no querían, afecta el patrimonio de los bancos y sus clientes. La relación de los bancos con el Gobierno pasa por un muy mal momento. La decisión del equipo económico de subir los encajes, esto es los fondos de los bancos inmovilizados por orden del Banco Central, y obligarlos a comprar con ese dinero los bonos que no quisieron adquirir este miércoles, se interpretó como un corralón, aquella figura que aplicó Cavallo en el 2001. Esto generó un zoom entre las autoridades del Banco Central que conduce Santiago Bausili y los bancos, que no terminó bien. "Fue una perorata técnica, no nos escucharon", dijo uno de los banqueros que se conectó. Este jueves el equipo económico decidió subir los encajes obligatorios de los bancos por segunda vez en menos de un mes, en una jugada apresurada tras el fracaso de la licitación de deuda de este miércoles. La idea es inmovilizar más dinero de los ahorristas y obligar a los bancos a comprar con esa plata inmovilizada los bonos que no querían. La tensión se sintió también en los pasillos del Central. En una reunión convocada había conectadas más de 200 personas entre las que se encontraban técnicos de Adeba, ABA, ABE y Abappra. La señal del Gobierno fue clara: la plata que tengan los bancos no debe terminar alimentando la presión sobre el dólar. Para eso la instrucción fue que no la muevan. "No nos dejaron opinar. Tienen un problema político, que pretenden resolver con un apretón monetario. Esto puede producir un caos. Están secando al sistema financiero. Nos destruyeron las acciones en Wall Street", se quejó otro de los banqueros. En efecto, los ADR que cotizan en Nueva York cayeron más del 10 por ciento este jueves. Lo curioso es que Caputo comparte parte de la lectura, cuando adjudica la extrema volatilidad al contexto "político electoral". Sin embargo la explicación del Ministro es un tanto confusa, como cada vez que se mete en los jardines de la macroeconomía. "Tradicionalmente, lo que buscamos es que, en algún punto, la base monetaria común mapeé con la base monetaria amplia, es decir con la cantidad de pesos. Cuando esa demanda de dinero sube por cuestiones, lo que nosotros llamamos punto Anker, por las buenas razones, es decir, porque hay aumento de la demanda de dinero o porque hay aumento de crédito, es una situación. Ahora, cuando esa situación se da y nosotros no tenemos certeza bien de por qué es, entonces nosotros no vamos a acompañar nunca que vayan pesos al mercado, porque cuidamos la inflación. Nuestro motivo principal en esto es cuidar los precios. Y como saben todos, ahora la inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario generado por una caída de demanda, exceso o falta de pesos o una combinación de ambos", explicó Caputo, acaso sin percibir las contradicciones de su razonamiento. En Nueva York no hubo piedad. Las acciones de los bancos argentinos se desplomaron: Banco Supervielle perdió 8,7%, Galicia cayó 5,3% y BBVA se hundió 4,2%. Afuera leen que el sistema financiero local está jaqueado. Desde Max Capital no ahorraron críticas: recordaron que desde la eliminación de las Lefis, hace apenas un mes, la estrategia oficial es errática y que anunciar cambios por redes sociales después de las 20 horas no ayuda a la previsibilidad. "El esquema de política monetaria se ha vuelto cada vez menos claro", resumieron. Fuente: La Política Online y Clarín
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