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  • La historia de Julieta Prandi y Claudio Contardi: de un casamiento de ensueño a un calvario que terminó en prisión

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 13/08/2025 16:44

    Julieta Prandi logró sanar las heridas que vivió al lado de su exmarido Claudio Contardi cuando pudo separarse de él y denunciarlo ante la Justicia (Video: América) La historia entre Julieta Prandi y Claudio Contardi, empresario gastronómico, comenzó mucho antes de ocupar titulares por su conflicto judicial. Su primer cruce ocurrió en un gimnasio, en una etapa en la que sus caminos no se unieron de inmediato, pero sentaron las bases de un vínculo que se volvería sustancial en la vida de ambos. Ella ya era una figura en el mundo del espectáculo, con trayectoria en TV y una imagen pública consolidada, mientras él desarrollaba su actividad lejos de los flashes. Pasaron siete años de aquel primer encuentro hasta que decidieron iniciar una relación formal. Para Prandi, esta nueva etapa se dio tras una ruptura sentimental con Gastón Portal. En ese tiempo, priorizó su crecimiento profesional, mantuvo bajo perfil en lo sentimental y buscó evitar la exposición de su vida íntima. “Desde que tengo memoria quiero ser mamá. Y con Clau sentí que estaba con el compañero ideal. Entonces decidí ser madre: quedé embarazada el día de mi cumpleaños”, recordó ella en diversas entrevistas, reflejando el deseo de formar una familia. Por su parte, Contardi, cinco años mayor, también traía consigo experiencia y una paternidad previa. Su hijo adolescente, Ezequiel, formó parte del nuevo núcleo familiar. Amigos y allegados señalaron que el noviazgo fue discreto, sin exposiciones públicas innecesarias, y siempre con la prioridad puesta en mantener la estabilidad personal y laboral de ambos. Durante los primeros años de la relación, Julieta se desempeñaba en la conducción de Zapping en Telefe, junto a Guillermo El Pelado López. La llegada de Mateo, su primer hijo, significó una profunda transformación en la dinámica familiar. El anuncio del embarazo se realizó en pleno aire, con Prandi confirmando que su hijo nacería en enero. La noticia generó alegría en el público y en el entorno de ambos, y marcó el inicio de un período de aparente armonía. La fuerza y la entereza de Julieta Prandi consiguieron llevar a Claudio Contardi a juicio hasta que finalmente el tribunal lo condenó a 19 años de prisión por abuso sexual (Video: América) El nacimiento de Mateo consolidó el vínculo entre los padres y reforzó la decisión de avanzar hacia la formalización de la pareja. El casamiento civil se celebró el 21 de octubre de 2011 en el Registro Civil dl barrio porteño de Belgrano, con una ceremonia íntima para familiares y amigos cercanos. La modelo optó por un vestido blanco diseñado por Laurencio Adot y zapatos de Ricky Sarkany, que destacaron por demás. Uno de los enfoques del matrimonio era dar centralidad a los hijos. Mateo, de nueve meses, fue uno de los protagonistas de la boda, incluso participó simbólicamente tocando el libro de actas. Los testigos elegidos fueron Ana, madre de Claudio, y el propio Ezequiel. Los padres de Prandi, Eduardo y Cristina, cumplieron un rol protagónico, y la presencia de la abuela Mimí sumó un matiz emotivo, aunque la ausencia de la hermana mayor, Natalia, instalada en Chile, se sintió a lo largo del evento. Julieta Prandi denunció a su exmarido Claudio Contardi luego de separarse de él y se animó a relatar el calvario que vivió durante los años de relación (Video: PH, Telefe) El festejo continuó en un restaurante de Puerto Madero, en un ambiente relajado, lejos de estridencias. Los novios planearon realizar una celebración religiosa más adelante, con la expectativa de que Mateo pudiera caminar y participar activamente. Cuatro años más tarde llegó Rocco, para completar esa imagen de familia ejemplar que muy lejos estaba de serlo. En 2018, Prandi decidió iniciar el proceso de separación. Detrás de las cámaras, según su testimonio, se desarrollaba una realidad muy distinta a la que mostraban en público. La modelo denunció la existencia de violencia verbal, psicológica y física, además de control económico y aislamiento de su círculo familiar y laboral. En diversas entrevistas y declaraciones a medios, rememoró episodios de amenazas de muerte y manipulación, situaciones que también habrían afectado directamente a sus hijos. Uno de los relatos más contundentes de la actriz ante la prensa fue: “Me amenazaba de muerte, me decía que no iba a cumplir años y que me iba a llegar una corona”. En otra oportunidad, recordó cómo su salud se resintió bajo la presión de esa convivencia: “En 2018, cuando le pido el divorcio, empecé a tener un problema físico, a bajar mucho de peso y él me convenció de que tenía cáncer de estómago, pero era estrés”. La conductora habló repetidamente de un clima asfixiante, celos excesivos, control sobre el dinero y sus movimientos, y un estado de vulnerabilidad constante. La conflictiva historia de Julieta Prandi y Claudio Contardi (Video: Infama) Julieta relató que estas situaciones también incluyeron el robo de documentos personales y la imposibilidad de mantener contacto regular con sus padres y amigos. Luego de la separación, recurrió a profesionales de la salud para obtener ayuda para sí misma y sus hijos, y atribuyó al testimonio de su hijo mayor el impulso para dar visibilidad a la gravedad de la situación. La querella, encabezada por el estudio jurídico de Fernando Burlando y Javier Baños, sostuvo que la denuncia penal presentada en 2021 por abuso sexual con acceso carnal agravado refleja un esquema de violencia extendido en el tiempo. El documento judicial imputa a Contardi por al menos 144 hechos delictivos cometidos entre 2015 y 2018. Prandi describió que el acusado ejercía violencia física y psicológica para someterla, empleando amenazas y colocándola en una posición de inferioridad, sin posibilidad de resistencia. Al expediente se sumaron peritajes psicológicos y psiquiátricos de especialistas, como la psicóloga Bárbara Tomasich y el médico Rafael Herrera Milano, quienes confirmaron la presencia de daños psicológicos severos en Julieta Prandi, compatibles con abuso sexual y violencia familiar. Herrera Milano, en su informe, señaló: “Se han observado indicadores inequívocos de haber padecido situaciones de estrés crónico, compatibles con hostigamiento sexual y violencia familiar”, y detalló además el daño en la autoestima y el agotamiento físico y psíquico generado por el desgaste judicial y la crianza exclusiva de los hijos. Según el expediente, después del nacimiento del segundo hijo, el control y la violencia se habrían intensificado. Un fragmento de la denuncia detalla: “Cuando empezaba a dormir, él la tomaba del cuello, del cabello, por detrás, y comenzaba a penetrarla... cuanto más decía que no, él más insistía”. Julieta Prandi y Claudio Contardi se casaron por civil en 2011 cuando había nacido su primer hijo, Mateo. Años más tarde, la modelo denunciaría a su marido por abuso sexual y otros delitos En referencia al contexto familiar, Prandi denunció que Contardi controlaba estrictamente las comunicaciones, llegando a esconder teléfonos y pertenencias, o cortar el cable módem para dejarla incomunicada. Dijo que sus padres recién conocieron a uno de sus nietos cuando ya había cumplido cuatro años, una muestra del aislamiento sistemático al que fue sometida. El accionar del acusado quedó reflejado también en la utilización de estrategias de intimidación y manipulación a través de ritos umbanda. El expediente judicial incluyó testimonios sobre la aparición de “palomas sin cabeza” y otros animales muertos en el jardín de la casa, hechos interpretados como métodos de amenaza. En su defensa, Contardi negó rotundamente las acusaciones, que calificó de “absurdas” y afirmó que respondían a una maniobra para perjudicar su vínculo con los hijos. Presentó escritos judiciales en los que pidió la “revinculación” familiar y adujo que, de haber ocurrido los hechos denunciados, Prandi los habría expuesto antes en el marco de los primeros litigios por tenencia y alimentos, temas que generaron otro tramo de conflicto. Las resoluciones judiciales incluyeron intimaciones hacia Julieta Prandi para que facilite el régimen de comunicación del empresario con los hijos, bajo advertencia de retirar la tenencia si no cumplía. El debate oral contra Claudio Contardi en el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de Zárate-Campana comenzó el 6 de agosto de 2025. La denuncia formal incluyó las figuras de violencia de género, abuso sexual con acceso carnal agravado, amenazas, abuso psicológico y maltrato económico, lo que configura uno de los expedientes más complejos y documentados en la historia reciente del fuero penal bonaerense. Julieta Prandi denunció a Claudio Contardi por abuso sexual agravado durante su matrimonio y otros hechos delictivos La fiscalía, a cargo de Christian Fabio, planteó que la víctima sufrió violencia física, psicológica, simbólica, sexual y patrimonial, potenciadas por el aislamiento y el dominio sistemático ejercido por Contardi. La querella, liderada por el equipo de Fernando Burlando, presentó como evidencias pericias psicológicas, informes psiquiátricos, relatos de la víctima y testimonios de familiares, colegas y profesionales. Antes del inicio de la audiencia, la defensa, representada por Maximiliano Costa, intentó anular el proceso alegando que no se habría comunicado su derecho a un juicio por jurado popular. El planteo fue rechazado y el tribunal dio continuidad al proceso bajo modalidad técnica. Contardi, en su primera declaración durante el juicio, negó los hechos y sostuvo que la relación siempre fue consensuada. Argumentó que la denuncia responde a motivaciones económicas y familiares, y señaló supuestas inconsistencias temporales en la línea de los hechos. Se refirió al vínculo con los hijos como cordial y ejemplificó: “Nunca tuve una relación con Julieta que no fuera consentida. Siempre fueron consentidas”. En una frase especialmente llamativa dijo: “Nunca abusé de ella sin su consentimiento... perdón, nunca tuve relaciones sin su consentimiento. Me cuesta mucho seguir el hilo”, lo que fue interpretado por la querella como un desliz revelador. El abogado querellante Javier Baños subrayó la contundencia de las pruebas: “En 30 años, nunca vi un expediente de abuso sexual con tanta evidencia”. La fiscalía remarcó el grave daño ocasionado en la salud mental de Prandi. El caso de Julieta Prandi sienta precedente en la protección de mujeres y niños ante situaciones de violencia familiar y abuso sexual La psicóloga tratante Flavia Crupi, quien atiende a Prandi desde 2020, aportó una perspectiva sobre el proceso de recuperación emocional y los obstáculos habituales de las víctimas en reconocer la violencia padecida. Por limitaciones de secreto profesional, evitó dar detalles, pero insistió en la verosimilitud del relato por la especificidad de las lesiones y síntomas informados. “Lo vivido por Julieta es inenarrable”, enfatizó ante la prensa. El juez de la causa, Luciano Marino, al elevar el expediente a juicio, sostuvo: “La falta de precisión en fechas y momentos es inherente al trauma en casos de abuso sexual”, marcando diferencia entre lagunas de memoria y eventuales inconsistencias intencionales. La falta de disposición de Contardi a someterse a contrapruebas psicológicas fue otro dato llamativo. Uno de los ejes más sensibles del juicio es el alcance del daño sobre los hijos. El tribunal recibió testimonios en Cámara Gesell del hijo mayor, quien narró circunstancias de miedo y control durante las visitas con el padre. Prandi manifestó que uno de los niños sufrió “cosas terribles” en ese régimen, aunque los detalles no trascendieron para proteger la privacidad de los menores. La llegada de Mateo, su primer hijo con Contardi, significó una profunda transformación en la dinámica familiar. Poco tiempo después la vida de la modelo se convertiría en una tragedia al lado del empresario Después de varios días de declaraciones testimoniales, con un biombo que los separaba para evitar contacto visual y mucha angustia e incertidumbre de parte de Julieta, finalmente este miércoles 13 de agosto el tribunal se expidió con una sentencia ejemplar: 19 años de prisión para el empresario con detención inmediata, tras considerarlo culpable del abuso sexual que la modelo y actriz denunció haber sufrido durante su tiempo en pareja.

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