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» Diario Cordoba
Fecha: 13/08/2025 12:57
En Alaska no se decidirán 'sacrificios territoriales' para Kiev ya que no puede haber negociación al respecto "a espaldas de Ucrania". Y la prioridad de Donald Trump en su reunión del viernes con Vladímir Putin debe ser "lograr un alto el fuego": esos son los puntos esenciales del 'careo virtual' mantenido entre Volodímir Zelenski, desde Berlín y arropado por sus aliados europeos, y el presidente de Estados Unidos, a dos días de su cita con el líder del Kremlin. "Le deseamos éxito a Trump el viernes (...) Pero los intereses de seguridad de Europa y de Ucrania deben ser garantizados en (la cita) de Alaska", aseguró el canciller alemán, Friedrich Merz, convocante de la videoconferencia a la que Zelenski asistió presencialmente desde la capital alemana. Ucrania debe quedar incluida en toda negociación de paz, coincidieron, en su comparecencia tras su conversación con Trump. "Si no hay movimiento por parte rusa en Alaska, la respuesta será un aumento de la presión sobre Moscú", aseguró Merz, quien recordó que son ya 18 los paquetes de sanciones adoptados contra Rusia a raíz de la invasión de Ucrania. Casi en paralelo a la comparecencia de Zelenski en Berlín, el presidente francés Emmanuel Macron y el del Consejo Europeo, António Costa, ambos en Francia, daban algunos detalles más de lo abordado con Trump: el presidente de EEUU tratará de lograr una reunión a tres bandas, en la que participe también Zelenski, en un país neutral en Europa, afirmó Macron. Se ha comprometido, además, a mantener informados a los aliados. Macron justifica la ausencia europea en Alaska en que se trata de una reunión bilateral entre Rusia y Estados Unidos “para calmar el ambiente”. Pero “es importante que si se abordan cuestiones que afectan a nuestra seguridad, haya una coordinación con nosotros como europeos”, ha añadido el presidente francés. Con la visita de Zelenski en Berlín, respaldado virtualmente por los líderes de Francia, Reino Unido, Polonia, Finlandia e Italia, Europa escenificó su cohesión ante la cita de los superpoderosos. Merz había sumado a su iniciativa a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y al secretario general de la OTAN, Mark Rutte. Está claro que "la pelota está en el tejado de Putin", afirmó Rutte, mientras que von der Leyen destacó la cohesió mostrada una vez más por Europa ante una guerra "en su territorio". Al plato fuerte de la videoconferencia con Trump, le siguió otra ronda de consulta con líderes de la ‘coalición de voluntarios’, los aliados occidentales de Ucrania, entre ellos el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez. El propósito de esta 'coreografía' de rondas estaba fijado de antemano: frenar cualquier tentación por parte del presidente de EEUU de pactar con Putin el futuro de Ucrania. Zelenski había redoblado en los últimos días sus esfuerzos diplomáticos ante sus aliados europeos con notable éxito. Solo Hungría se desmembró de la declaración del lunes de los líderes de la UE, recordando que, de acuerdo al derecho internacional, las fronteras no pueden ‘moverse’ por la fuerza. Que el primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán, boicoteara el documento no causó mayor extrañeza, dada su condición de aliado dentro de la UE del Kremlin. Se redefinió el documento como declaración de los 26, prescindiendo del obstáculo habitual llamado Orbán. Punta de lanza alemana Merz, convocante de la videoconferencia, tomó para la ocasión las riendas del trío que forma desde su llegada al poder, el pasado mayo, con el francés Macron y el británico Keir Starmer. Alemania es el primer suministrador europeo de armas, ayuda humanitaria y financiera a Ucrania. Desde el inicio de la invasión rusa a gran escala y hasta abril de 2025, Berlín ha entregado armamento por valor de 28.000 millones de euros a Kiev. En los últimos meses ha habido un giro a escala europea a favor no de los envíos de material propio, sino de la financiación para la adquisición de armas por parte de Kiev. Desde febrero de 2022, Europa ha financiado contratos de la parte ucraniana por unos 35.000 millones de euros, unos 4.000 millones más que los asumidos por Washington, según datos del Instituto de Economía Mundial de Kiel (norte de Alemania). Este protagonismo creciente europeo ha discurrido en paralelo a las exigencias de EEUU de un mayor gasto en defensa. También ha influido que Washington haya cerrado esta vía de ayuda o apoyo financiero a Kiev con Trump en la Casa Blanca. Debilidad interna de Merz Para el canciller alemán, impulsor del ‘careo virtual’ entre Trump y Zelenski, la cita actuó de bálsamo en medio de su cuestionamiento interno. Se cumplen 100 días de su investidura, pero su coalición no está para fiestas. En su bloque conservador hubo un amago de revuelta contra su decisión de suspender los suministros de armas a Israel susceptibles de ser usados en Gaza. Los socios socialdemócratas respaldan ese embargo, pero son muchos sus disensos en materia de recortes sociales. Los sondeos reflejan una debilidad inusitada en tan corto espacio de tiempo. Hoy por hoy, la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) disputaría incluso el primer puesto al bloque conservador. Desde el sensacionalista diario ‘Bild’ y demás medios de poderoso grupo Springer se acribilla a diario a Merz, sea por su decisión sobre Israel o por los rifirrafes de su coalición. Springer, en el pasado afín a los conservadores, se comportaba ya con el socialdemócrata Olaf Scholz en el poder como un ‘brazo mediático’ de la ultraderecha. Con el relevo a favor de Merz ha incluso acrecentado su línea del acoso a la coalición gobernante. 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