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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 10/08/2025 10:43
Liu Jianchao encabezaba el Departamento Internacional del Partido Comunista (REUTERS/Kim Kyung-Hoon) La reciente detención de Liu Jianchao, un alto diplomático chino considerado por muchos como posible futuro ministro de Asuntos Exteriores, ha generado inquietud en los círculos diplomáticos internacionales y ha puesto de relieve la opacidad que rodea a las purgas internas del Partido Comunista de China. Liu, quien hasta ahora encabezaba el Departamento Internacional del Partido Comunista, fue apartado por las autoridades para ser interrogado tras regresar a Beijing a finales de julio, según fuentes consultadas por The Wall Street Journal. Hasta el momento, no se han dado a conocer los motivos oficiales de su detención, lo que ha alimentado la especulación sobre el futuro de la política exterior china y sus relaciones con Estados Unidos. El Ministerio de Asuntos Exteriores de China, el Departamento Internacional del Partido Comunista y la Comisión Central de Inspección Disciplinaria, principal órgano de control interno del partido, no han emitido comentarios sobre el caso, pese a las solicitudes de información realizadas por The Wall Street Journal. La ausencia de declaraciones oficiales ha incrementado la incertidumbre en torno al paradero y la situación de Liu, quien, según el sitio web oficial del Departamento Internacional, aún figura como su máximo responsable. Sus últimas apariciones públicas incluyeron visitas a Singapur, Sudáfrica y Argelia a finales del mes pasado, en calidad de jefe de dicho departamento. Continúa la purga interna en el Partido Comunista Chino (REUTERS/Tingshu Wang) Liu Jianchao, de 61 años, cuenta con una extensa trayectoria en la diplomacia china y en la lucha contra la corrupción dentro del Partido Comunista. A lo largo de su carrera, ha ocupado cargos relevantes tanto en el servicio exterior como en organismos estatales y partidistas encargados de aplicar las campañas anticorrupción impulsadas por Xi Jinping. Su perfil internacional se consolidó en los últimos años, especialmente tras asumir la dirección del Departamento Internacional, una entidad clave para las relaciones de China con partidos políticos extranjeros y estados socialistas. La detención de Liu se produce en un contexto de intensificación de las purgas disciplinarias dentro del Partido Comunista bajo el liderazgo de Xi Jinping. Desde 2012, más de 6,2 millones de personas han sido sancionadas por delitos que van desde la corrupción hasta la filtración de secretos de Estado y la inacción burocrática, según datos recogidos por The Wall Street Journal. Estas campañas han supuesto la caída de numerosos altos funcionarios y han reforzado la tendencia de Xi a priorizar la lealtad política en los nombramientos clave. El caso de Liu recuerda al de Qin Gang, quien fue destituido como ministro de Exteriores en 2023 tras apenas siete meses en el cargo. Una investigación interna del partido concluyó que Qin había mantenido una relación extramatrimonial durante su etapa como embajador en Washington, según informó The Wall Street Journal. Tras su destitución, Wang Yi, su predecesor y actual miembro del Politburó, asumió nuevamente la cartera de Exteriores y se consolidó como la principal figura de la política exterior china. Qin Gang fue destituido como ministro de Exteriores en 2023 (REUTERS/Thomas Peter) A principios de 2024, Liu realizó una visita a Washington y Nueva York que fue interpretada por muchos como un paso previo a su posible nombramiento como ministro de Exteriores. Durante ese viaje, recibió elogios por su capacidad para transmitir la necesidad de mantener relaciones estables entre el régimen de China y Estados Unidos. Asistentes a las reuniones destacaron su disposición a escuchar y responder a las preocupaciones sobre las políticas chinas, incluidas las restricciones a empresas occidentales que evalúan riesgos de inversión en el país. En esos encuentros, Liu se reunió con representantes de think tanks estadounidenses como Asia Society, inversores de alto perfil como Stephen Schwarzman y Ray Dalio, y funcionarios de la administración Biden, entre ellos el entonces secretario de Estado Antony Blinken. Un funcionario estadounidense relató a The Wall Street Journal: “Los chinos básicamente nos estaban diciendo que él iba a ser el próximo ministro de Exteriores. Decían: ‘Va a asumir responsabilidades mayores’”. No obstante, en Beijing, la proyección pública de Liu como posible sucesor en la cancillería fue vista como políticamente inapropiada antes de cualquier anuncio formal. En el plano personal, quienes han tratado con Liu recuerdan su afición por el golf, una práctica que habría abandonado tras el endurecimiento de las normas internas del partido contra los comportamientos considerados ostentosos. Liu, que domina el inglés, se incorporó al Partido Comunista y al Ministerio de Asuntos Exteriores en la década de 1980, periodo en el que también cursó estudios de relaciones internacionales en la Universidad de Oxford. Su hijo, que trabajó en el sector financiero en Estados Unidos, reside actualmente en China. La figura de Liu Jianchao se consolidó ante la opinión pública cuando ejerció como portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores durante los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, un papel que marcó el inicio de su proyección internacional.
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