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» Clarin
Fecha: 10/08/2025 10:43
En el verano de 1990, cuando las relaciones entre España y Cuba se tensaban porque 18 cubanos se refugiaron en la embajada española para salir de la isla, los vecinos de un barrio de Madrid lanzaron una inusual propuesta y pidieron al Gobierno de Fidel Castro asilo político porque el Ayuntamiento de la capital española quería expropiar sus casas. El 9 de agosto de 1990, una delegación de la colonia madrileña de Cerro Belmonte llegaba a La Habana para pasar diez días en la isla, invitados por el presidente cubano. Dos meses antes, los vecinos habían comenzado a adoptar medidas de presión contra las autoridades de la capital española, que trataba de expropiar unas viviendas que habían construido con sus propias manos. Fidel Castro los recibió en Cuba (El Español). "El primer éxito fue relacionarse con Cuba", explica Alfonso Mateo-Sagasta, autor del libro "El Reino de Belmonte. Una utopía urbana", en el que narra cómo este barrio de la periferia norte de Madrid, levantado por emigrantes llegados del campo en los años sesenta, se declaró independiente del resto de España. Esta historia, que en la actualidad es "poco conocida" por los madrileños, tuvo episodios tan sorprendentes como la visita de los vecinos a Cuba o una solicitud de reconocimiento de estado independiente al Comité de Descolonización de la ONU. El asilo cubano "Estos españoles humildes le han hecho un honor a Cuba con su confianza y demuestran lo que es el verdadero pueblo español", proclamó Fidel Castro en su discurso del 26 de julio de 1990 por el aniversario del asalto al cuartel Moncada durante la Revolución cubana. El dirigente cubano se hizo eco de la solicitud de asilo que los habitantes de Cerro Belmonte habían presentado en la embajada de su país en Madrid el día anterior y llevó el conflicto vecinal a la primera página de los periódicos. "Se les fue de las manos porque a Castro le hizo mucha gracia, le vino de maravilla y les invitó a Cuba", detalla Mateo-Sagasta, que cree que el Gobierno cubano y los vecinos "se usaron mutuamente". El escritor argumenta que los vecinos no querían ir a Cuba, sino "externalizar el conflicto" con el Ayuntamiento de Madrid para lograr que su reclamo tuviese alcance mediático. El Reino de Belmonte en una fotografía aérea. Aun así, 24 personas aceptaron la invitación de Castro y pasaron diez días a gastos pagados en el país caribeño, donde llegaron a reunirse con su presidente que "se interesó por los problemas del barrio", según relataron a su regreso. Sólo una de ellas decidió quedarse en la isla: una joven de 29 años a la que le ofrecieron una beca de biología genética en cualquier universidad del país. La declaración de independencia Tras regresar de Cuba, los habitantes de Cerro Belmonte siguieron topándose con la negativa del Ayuntamiento de Madrid a negociar las condiciones de la expropiación de sus hogares. Así, a comienzos de septiembre cumplieron con las amenazas si el consistorio no atendía a sus demandas y, tras celebrar un referéndum, declararon la independencia. Había nacido el autoproclamado "Reino de Belmonte". El nuevo "Estado" tuvo programa de gobierno, Constitución, bandera, himno y moneda propia (que valía entre 3.000 y 5.018 pesetas, entre 18 y 30 euros, precio al que el Ayuntamiento les pagaba el metro cuadrado). "Fue una independencia muy graciosa, tenían una imaginación maravillosa", rememora Mateo-Sagasta. Finalmente, el Ayuntamiento se vio obligado a dar marcha atrás cuando algunos vecinos se declararon en huelga de hambre. "Había elecciones municipales y les daba miedo que se les muriera algún anciano", asegura el escritor. El Ayuntamiento de Madrid quería expropiar sus casas y decidieron independizarse (Diario de época). Se paralizó el expediente de expropiación y se permitió que cada vecino negociase las condiciones para su terreno y, a día de hoy, todavía quedan casas de aquella época en Cerro Belmonte, cuenta emocionado Mateo-Sagasta: "Ellos triunfaron". Los vecinos no olvidaron el apoyo brindado por el Gobierno cubano y, cuando se levantó la amenaza de expropiación, enviaron una misiva a Fidel Castro. "Nosotros, que en los momentos difíciles encontramos cariño y comprensión en su gran país, no podemos, por menos, que acordarnos de ustedes en las horas dulces del triunfo", expresaron en esa carta. Agencia EFE. Mirá también Mirá también Un zoo pide a la gente donar sus mascotas pequeñas para alimentar a sus animales Mirá también Mirá también Un misterioso objeto que viaja en el espacio a 217.000 km/h podría ser una nave extraterrestre Mirá también Mirá también Bajo un glaciar encontraron el cuerpo intacto de un hombre desaparecido en 1997
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