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» Diario Cordoba
Fecha: 10/08/2025 08:14
El 10 de julio, la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, anunció que había llegado a un "entendimiento" con Israel, que se comprometía a dar "pasos significativos" para aliviar la dramática situación humanitaria en Gaza. Un mes después, la ayuda sigue sin llegar, el Gobierno de Binyamín Netanyahu prepara la invasión total de la Franja, y la Unión Europea (UE) sigue sin tomar medidas. Desde que comenzara el conflicto, la ONU ha registrado al menos 60.138 muertos en Gaza, a cifra de 1 de agosto. Una alerta de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria calificacó la situación en la Franja del peor escenario de hambruna posible. Miles de personas viven hacinadas en unos pocos kilómetros. La asistencia sanitaria es extremadamente limitada. Y el suministro de agua, practicamente nulo. Las condiciones En ese escenario, el "entendimiento" al que Kallas llegó con su homologo israelí, el ministro de Exteriores Gideon Sa'ar, ponía seis condiciones que Israel debía cumplir. Debía garantizar "el aumento sustancial del número diario de camiones" que transportan alimentos y otros bienes de primera necesidad a Gaza, y permitir la distribución de la ayuda se realizara a través de panaderías y cocinas públicas. Israel se comprometía también a reabrir varios puntos de cruce, incluidas la ruta jordana y egipcia. Además, debían reanudar el suministro de combustible para su uso en instalaciones humanitarias y reparar infraestructuras "vitales" como dar electricidad a la planta desalinizadora para abastecer de agua a la población. Por último, el Gobierno israelí tenía que garantizar la seguridad de los trabajadores humanitarios. Según la ONU, desde el 7 de octubre de 2023 y hasta abril de este año, al menos 408 trabajadores humanitarios han sido asesinados en Gaza. Se trata de la cifra más alta registrada en un conflicto en la historia de la organización. En el texto, no hay mención alguna a la protección de la población civil. Sin avances Lo cierto es que desde que se firmó el acuerdo, la situación no ha hecho más que agravarse. Las imágenes de niños, mujeres y hombres en los huesos han dado la vuelta al mundo. También las del Ejército israelí tiroteando a personas en busca de ayuda. Y los expertos acusan a Israel de usar el hambre como arma de guerra. Fuentes comunitarias aseguran que ha habido progresos, aunque "la situación sigue siendo bastante grave". Pero Bruselas evalúa en gran medida esos progresos en base a la información que comparte Israel, porque el Gobierno de Netanyahu vetó la entrada de un alto funcionario de la Comisión la pasada semana, que debía verificar que se estaba cumpliendo el acuerdo. El problema, por un lado, es la falta de transparencia de la propia Comisión. El texto del "entendimiento" hecho público no da detalles de cuáles son los compromisos efectivos de Israel. Esto hace imposible una rendición de cuentas pública. Pero además, el Ejecutivo de Tel Aviv tampoco permite a los oficiales de la Comisión entrar en la Franja, así que tampoco estos pueden verificar que se esté cumpliendo. "Mientras no estemos en el terreno, es difícil verificar las cosas de manera independiente", aseguró un alto funcionario de la Comisión. "Hay avances pero son limitados. Lo que tenemos que ver es una tendencia de que las cosas realmente están mejorando", insistió. Mucho más tajante fue un exdiplomático comunitario que reconocía en una entrevista con EL PERIÓDICO que ese acuerdo "solo existe en la imaginación de algunos oficiales europeos". Sin sanciones El "entendimiento" con Israel llegó cinco días antes de una reunión de ministros de Exteriores de la UE, en la que debían evaluar posibles medidas que tomar contra el Gobierno de Netanyahu en vista de la situación en Gaza. En aquella reunión, una mayoría de países optó por dar una oportunidad al diálogo con los israelíes. El pasado 28 de julio, la Comisión reconoció que aunque había habido avances, "el cambio aún no ha alcanzado la escala deseada y la situación humanitaria sigue siendo grave". El Ejecutivo comunitario propuso suspender la participación en un programa de investigación mediante el cual empresas israelíes han recibido un total de 200 millones en 4 años. En su propuesta, el Ejecutivo comunitario insistió en que era "urgente" tomar medidas, dado el "rápido deterioro de la situación humanitaria en la Franja de Gaza tras la intervención militar de Israel, el bloqueo de la ayuda humanitaria y las violaciones de los derechos humanos, lo que podría conducir a un nuevo y dramático empeoramiento de la situación sobre el terreno". A pesar de que la medida, sin impacto en la práctica porque no afecta a proyectos en curso, era puramente simbólica no logró el respaldo suficiente por la mayoría de los gobiernos europeos. Países como Alemania o Italia, con un peso sustancial en el Consejo, pero también Hungría, lo impidieron con su rechazo. Otros como España abogan por ir incluso más allá y suspender el acuerdo de asociación al completo, o al menos, cortar la relación comercial, esencial para el país. La intención de Binyamín Netanyahu de invadir totalmente Gaza no es solo una violación del derecho internacional, sino que previsiblemente emperorará sustancialmente la situación en el enclave palestino. El presidente del Consejo Europeo, António Costa, ha asegurado que esa decisión "tendrá que tener consecuencias para las relaciones entre la UE e Israel". Pero esas consecuencias las deciden los mismos gobiernos que han bloqueado cualquier condena al Gobierno israelí hasta el momento. Suscríbete para seguir leyendo
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