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» Clarin
Fecha: 09/08/2025 08:34
Uno se interna en la lectura de Pensar después de Gaza, libro del italiano Franco 'Bifo' Berardi (Tinta y Limón, 2025), y no puede sino recordar a Primo Levi y su “Si esto es un hombre”, sobre su cautiverio en Auschwitz, Emmanuel Lévinas y su reflexión sobre la otredad, Hannah Arendt y su tesis sobre la banalidad del mal, Edward Said y Daniel Berenboim mostrando otro camino al del enfrentamiento y el odio. ¿Cómo pensar después de la guerra de Gaza y desde dónde, sin caer en el mismo abismo al que se está asistiendo mientras se pretende denunciarlo, la pérdida del sentido de la dignidad humana como un valor universal? Así define su alegato Berardi, escritor y filósofo a la vez que activista político y agitador cultural: un ensayo “sobre la ferocidad y la extinción de lo humano”. Y así sitúa este momento Berardi: “Esta involución final de la historia moderna se hizo evidente en los días y meses que siguieron a la atroz agresión que formaciones yihadistas palestinas desataron contra las comunidades que habitan el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, una agresión que debemos definir como un pogrom, similar al que el pueblo judío ha sufrido a lo largo de los siglos en muchos territorios europeos, y similar a los que los palestinos de Cisjordania vienen sufriendo desde hace años a manos de bandas armadas de colonos israelíes”.“Tras este tiempo de atrocidades ininterrumpidas, el fracaso del proyecto humanista y universalista que tomó el nombre de 'civilización' se ha hecho evidente y la ferocidad ha vuelto a apoderarse de nosotros: el retorno de la bestia en la historia d ella humanidad, el retorno de la violencia asesina como reacción primordial para defender la propia supervivencia”. Pensar después de Gaza, de Franco 'Bifo' Berardi (Tinta Limón, 2025) Términos como pogrom y genocidio, expresiones máximas de la aberración humana que fueron creadas para trazar una línea infranqueable a la repetición del horror, han terminado banalizadas, naturalizadas, profanadas por los usos y abusos del lenguaje. Y otros términos vuelven a aparecer: anexión, “solución definitiva”... ¿Cómo pensar, después de Gaza, en la solución de los dos estados, en el cumplimiento del mandato y las resoluciones de las Naciones Unidas caídas en desuso, en el respeto por las normas del derecho internacional, en una “solución justa y duradera” al conflicto en Medio Oriente? ¿Sobre qué bases -o escombros- se edificará la paz que los pueblos israelí y palestino anhelan? Porque -¿hace falta recordarlo?- no hay “pueblos asesinos” ni pueblos culpables de los crímenes que se perpetran en su nombre. Hay testimonios, como el manifiesto “Llamado de las madres", firmado por los movimientos Women Wage Peace (Mujeres Activan por la Paz), de Israel, y Women of the Sun (Mujeres del Sol), de Cisjordania, mujeres que aún hoy creen que la paz entre sus pueblos no sólo es necesaria sino posible y trabajan desde hace cuatro años, buscando construir un futuro de igualdad y seguridad para sus hijos y las generaciones futuras. Ellas estuvieron estos días en la Buenos Aires, en su primer viaje por Latinoamerica, invitadas por el Centro Ana Frank Argentina para América Latina (CAFA) y Mujeres Activan por la Paz - Red Iberoamericana, que organizaron la visita de estas referentes internacionales del activismo pacifista en contextos de conflicto. "Nosotras, mujeres palestinas e israelíes de todos los ámbitos de la vida, estamos unidas en el deseo humano de un futuro de paz, libertad, igualdad, derechos y seguridad para nuestros hijos y las próximas generaciones" señalan en su llamamiento.
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