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Parana » AIM Digital
Fecha: 08/08/2025 21:28
El Complejo Volcánico Laguna del Maule, ubicado en el límite internacional entre Argentina y Chile, registró un incremento significativo en su actividad sísmica durante el mes de julio, lo que motivó el cambio del nivel de alerta técnica a color Amarillo. Este complejo volcánico se sitúa entre las provincias argentinas de Neuquén y Mendoza, siendo sus localidades más cercanas Cochico y Barrancas, en el primer caso, y Las Loicas, Bardas Blancas y Malargüe, en el segundo. El área de influencia también comprende el paso internacional Pehuenche, uno de los cruces fronterizos entre ambos países. El aumento del nivel de alerta, que se oficializó este miércoles, se basa en el análisis conjunto del Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar) y el Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (Oavv), que identificaron más de 11.000 eventos volcano-tectónicos (VT) durante julio. Este tipo de sismos, relacionados con el fracturamiento de rocas al interior del volcán, fueron localizados mayoritariamente en el sector chileno del complejo, específicamente en las zonas de Troncoso y Las Nieblas, al suroeste de la laguna, así como en el sector del este, de acuerdo con la información oficial. Según el informe técnico, el evento más notable alcanzó una magnitud local de 3,7, y se ubicó a 10,2 km al oeste-suroeste del centro de la laguna, a una profundidad de 5,4 km. A la par, se registró un aumento en los eventos del tipo largo periodo, aunque estos mantuvieron bajos niveles de energía, con un desplazamiento reducido máximo de 10 centímetros cuadrados. A estas señales sísmicas se suma un marcado aumento en las tasas de deformación medidas por la red de estaciones GNSS (Sistema Global de Navegación por Satélite), instaladas en las inmediaciones del complejo. Las mediciones indicaron tasas de deformación de 4,2 cm por mes en el componente vertical y de 2,1 cm por mes en el horizontal, lo que refleja una intensificación en la actividad interna del volcán desde mediados de mayo hasta el presente. No obstante, los análisis realizados mediante imágenes satelitales y cámaras de monitoreo no mostraron evidencia de cambios morfológicos ni actividad superficial relacionada. Tampoco se detectaron anomalías térmicas, lo cual sugiere que, si bien la actividad subterránea ha aumentado, no existen indicios visuales de un proceso eruptivo en desarrollo, de acuerdo con el reporte oficial de la Oavv. En este contexto, los organismos técnicos señalaron que “todo lo anteriormente mencionado sugiere una progresión de la actividad interna del volcán hacia nuevos sectores del complejo”, aunque remarcaron que “con el escenario actual, se descarta la posibilidad de un proceso eruptivo inminente”. Aun así, se considera que el complejo se encuentra “por encima de su nivel de base de actividad”. Como parte del protocolo, se recomendó delimitar una zona de afectación de 2 km de radio alrededor del centro de desgasificación pasiva de CO2, ubicado en el territorio chileno. Las autoridades instaron a evitar acercamientos a esa área, mantenerse informados a través de medios oficiales y revisar los planes de contingencia de las comunidades cercanas, tanto en Argentina como en Chile. El nivel de alerta técnica Amarilla implica la posibilidad de cambios en el comportamiento del volcán. Frente a ello, el Oavv mantiene activa la coordinación con el Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur (Ovdas) de Chile, así como con las autoridades provinciales, la Agencia Federal de Emergencias (AFE) y el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (Sinagir). Desde el organismo nacional afirmaron que el monitoreo se continuará de manera permanente.
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