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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 08/08/2025 14:36
Los restos óseos hallados en el domicilio lindero al que alquiló Gustavo Cerati en Coghlan Para los investigadores, el hallazgo de los restos de Diego Fernández Lima, el joven que en 1984 desapareció en el barrio porteño de Coghlan sin dejar rastro alguno, fue “una casualidad”. Así lo sintetizó una fuente del caso a Infobae, quien señaló que de no haber sido por los trabajos que realizaban los albañiles en la casa donde vivió Gustavo Cerati -ubicada justo al lado del domicilio donde estaba enterrada la víctima- jamás se hubiera sabido lo que ocurrió con el entonces adolescente. Desde el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), explicaron que su cuerpo podría haber estado otros 41 años sin aparecer porque “no estaba donde lo hallaron, sino inhumados 50 centímetros más hacia adentro del predio lindante al obrador“. Es decir, de no ser porque una medianera se derrumbó durante la construcción que realizaban en el lugar, es muy probable que el misterio hubiese quedado sin resolver. Los expertos que participaron de la identificación del cadáver evitan por ahora describir el caso como un crimen u homicidio por una cuestión técnica y de rigurosidad. No obstante, confirman que en el análisis sí encontraron varios signos compatibles con un asesinato, como lesiones que habrían sido provocadas por un arma de filo. “Hay marcas en el cuerpo que se corresponden con una muerte violenta y un intento de descuartizamiento“, señaló Mariella Fumagalli, la directora del EAAF que participó del proceso para identificar a Diego. En este sentido, especificó: “Se describe una lesión observada en la cuarta costilla derecha compatible con un objeto corto punzante y lesiones similares en algunas articulaciones". Qué hallaron los peritos forenses en el chalet Este claro indicio obtenido de los análisis forenses se suma a otro detalle igual de importante que es clave para la investigación que encabeza el fiscal Martín López Perrando: los restos de Fernández Lima estaban enterrados, escondidos. Era una muerte que una o varias personas quisieron ocultar mientras la familia de la víctima seguía pidiendo desesperadamente por él. Para ocultarlo, enterraron al adolescente en el jardín de un chalet de clase media, ubicado en avenida Congreso al 3700, en Coghlan. Una vivienda perteneciente a la familia Graf, quienes hoy son los principales sospechosos del hecho. “Es probable que lo hayan enterrado ahí porque es más fácil cavar en tierra que en otro tipo de suelo”, explicaron los investigadores sobre el lugar elegido para dejar los restos óseos. La sospecha de la Justicia y cómo podría resolver el caso Los Graf vivían en ese domicilio desde antes de que desapareciera la víctima en 1984 y aún lo hacen. En estos 41 años nunca se fueron del chalet. Por eso, para la Justicia es casi imposible que no sepan algo del misterio que el papá de Diego Fernández Lima se murió esperando resolver. En las últimas horas, se supo que el principal sospechoso de los Graf es Norberto Cristian, de 58 años, quien el año en el que habría ocurrido el hecho tenía la misma edad que la víctima. Según confirmó el fiscal, el hombre fue compañero de colegio de Diego. Diego Fernández Lima, el joven enterrado en Coghlan Actualmente, está registrado en los rubros de gestión de oficinas de ARCA, empleado de una conocida multinacional. Su dirección fiscal es, precisamente, la casa de la avenida Congreso donde vivió en su juventud, y donde se hallaron los huesos. Sin embargo, aunque se pudiera establecer que Cristian Graf cometió el homicidio, no habría consecuencia penal alguna porque este caso está prescripto. Según la ley argentina, el crimen de Diego prescribió hace casi 20 años: el plazo que establece la ley para investigar el caso es de 25. No se trata de un hecho de lesa humanidad cometido por las fuerzas del Estado, el único crimen imprescriptible en el país. El responsable, o los responsables, de matar al joven y encubrir el crimen, no pagarán su culpa con cárcel. Esto no implica que no se haga una investigación judicial para tratar de establecer qué pasó. Por este motivo, la causa a cargo del fiscal Perrando continúa avanzando y las autoridades siguen llamando a gente del entorno familiar a fin de reconstruir lo que ocurrió. Entre ellos a todos los compañeros del secundario de Diego, quienes fueron citados a declarar entre este jueves y viernes, según confirmaron a Infobae. “La familia quiere saber. Están muy determinados a seguir adelante con la investigación. Y la Fiscalía está poniendo todo de su parte para abrir nuevas líneas de investigación, para contactar con amigos de viejos compañeros de colegio, del club donde él jugaba al fútbol”, señaló Fumagalli.
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