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» Data Chaco
Fecha: 05/08/2025 00:31
Cada 4 de agosto se celebra en la Argentina el Día del Panadero, en homenaje a los trabajadores que, desde fines del siglo XIX, organizaron una de las primeras experiencias sindicales del país. La fecha conmemora la fundación de la Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos, creada en 1887 en Buenos Aires. Fue el primer sindicato del rubro en Argentina, y nació con un claro objetivo: luchar por mejores condiciones laborales, salarios dignos y el reconocimiento de los derechos de quienes trabajaban en panaderías, por entonces sometidos a extensas jornadas y condiciones precarias. En aquel contexto de fines del siglo XIX, las jornadas de más de 10 horas, los sueldos bajos y el desgaste físico eran moneda corriente. En respuesta, dos inmigrantes italianos, Ettore Mattei y Errico Malatesta —ambos militantes anarquistas—, impulsaron la creación del gremio. Su estrategia se basó en la acción directa, la huelga como herramienta y la solidaridad obrera como principio organizativo. Desde sus inicios, el sindicato protagonizó numerosas protestas y publicó entre 1894 y 1930 su propio periódico, El obrero panadero, dirigido por Mattei, que funcionó como vocero de las luchas y también como espacio de formación política. Aunque la Sociedad ya no existe como tal, el Congreso Nacional instituyó en 1957 el 4 de agosto como Día del Panadero, en homenaje a esa histórica organización. Los nombres de las facturas: ¿de dónde vienen? Los nombres que identifican a muchas de las facturas que se venden a diario en panaderías de todo el país no son casuales. Cargados de crítica e ironía, fueron parte del ingenioso repertorio ideado por los panaderos anarquistas para satirizar a las instituciones del poder: la Iglesia, el Ejército y la Policía. Entre los más emblemáticos se encuentran: Sacramentos: una crítica directa al poder eclesiástico. una crítica directa al poder eclesiástico. Bolas de fraile y suspiros de monja: burlas hacia los religiosos. burlas hacia los religiosos. Bombas y cañoncitos: referencias a las armas utilizadas por las fuerzas armadas. referencias a las armas utilizadas por las fuerzas armadas. Vigilantes: aluden a los bastones de la policía, tanto por su nombre como por su forma. aluden a los bastones de la policía, tanto por su nombre como por su forma. Cremonas: una factura hojaldrada cuya forma recuerda la letra A del anarquismo. una factura hojaldrada cuya forma recuerda la letra A del anarquismo. Libritos: una reivindicación de la educación como herramienta de emancipación. Esos nombres, nacidos como guiños contra el poder, se volvieron parte del lenguaje cotidiano y de la tradición panadera argentina. Con cada factura que se hornea, se hornea también una pequeña dosis de historia. Notas Relacionadas
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