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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 03/08/2025 16:34
La frustración de los mecánicos de Alpine tras la carrera en Hungría La desorganización interna de Alpine se reflejó de manera contundente en el Gran Premio de Hungría de Fórmula 1, donde Franco Colapinto padeció una serie de errores estratégicos y operativos que condicionaron su desempeño. El piloto argentino, que había partido desde la decimocuarta posición tras superar la Q1, perdió cuatro lugares en la largada. La situación se agravó durante las detenciones en boxes, cuando dos paradas de más de 7 segundos —el doble del tiempo habitual de los equipos líderes— lo hundió en el último lugar. La frustración de Colapinto quedó registrada en la radio del equipo durante el primer pit stop: “¡Mi Dios!”. La escena se repitió en la segunda parada, ya en la mitad de la carrera, con otra demora idéntica. El argentino no ocultó su enojo y exclamó: “¡La puta madre!”. Su ingeniero, Stuart Barlow, intentó calmarlo: “Perdón por eso, mantengamos la cabeza gacha”. El panorama resultó complicado desde la largada, cuando el argentino quedó relegado al puesto 18 en un circuito como Hungaroring, donde los adelantamientos resultan especialmente difíciles. Mientras tanto, su compañero Pierre Gasly también perdió posiciones en la salida. Y por una penalización terminó 19º, un puesto por detrás del bonaerense. La escudería reconoció sus deficiencias en redes sociales. Con un video de la frustración de los mecánicos, subrayó en X (antes Twitter). “Una forma decepcionante de terminar antes de las vacaciones de verano”, fue la leyenda que acompañó al clip, en el que los profesionales se toman el rostro, juntan sus implementos y murmuran su enojo. También hubo otros dos mensajes contundentes. En uno, Alpine remarcó: “Una carrera para olvidar”. “Volveremos del parate con determinación y espíritu de lucha”, avisó el siguiente. Las publicaciones se llenaron de mensajes de fanáticos, que cuestionaron el funcionamiento de la estructura del team francés. La escena de los siete segundos en boxes no es inédita en la categoría —Ferrari sufrió episodios similares la temporada anterior—, pero el caos organizativo de Alpine impide que estos problemas se resuelvan con eficacia, a pesar de que la propia escudería mostró recientemente en sus redes sociales, durante el Gran Premio de Bélgica, cómo ensayan para mejorar los tiempos de detención. La falta de ritmo del monoplaza se sumó a los problemas operativos. Vale recordar que el equipo atraviesa un verdadero huracán de cambios, a los que aún no se pudo adaptar. “Después de tres años increíbles con Alpine, es hora de despedirme. Siempre atesoraré los recuerdos que hemos creado juntos, desde el podio en Mónaco hasta las celebraciones en Brasil y Holanda. Ha sido una experiencia increíble y los llevaré conmigo para siempre. ¡Gracias a todos por las risas y el apoyo!”, publicó hace una semana Francis Stokes al anunciar su salida como jefe de mecánicos. Esta despedida, sumada a la reciente renuncia de Oliver Oakes como jefe de equipo y a la llegada de François Provost como nuevo CEO de Renault después de la dimisión de Luca De Meo, ilustra el clima de inestabilidad que atraviesa la escudería francesa. En este contexto, la figura de Flavio Briatore se ha vuelto central, aunque su rol sea el de asesor ejecutivo. "Una carrera para olvidar", subrayó Alpine A pesar de las adversidades, el argentino optó por no tomar vacaciones y permanecer en la base de Enstone durante la pausa veraniega europea, con el objetivo de trabajar en la mejora del rendimiento del equipo. El próximo desafío será en el GP de los Países Bajos, que se realizará el fin de semana del 29 al 31 de agosto.
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