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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 03/08/2025 12:37
La mala detención de Colapinto en los boxes Franco Colapinto tuvo un inicio complicado en el Gran Premio de Hungría de Fórmula 1, al perder cuatro posiciones tras una mala largada. Y su equipo tampoco lo asistió en su primera escala en los pits. Es que la situación se agravó cuando una detención en boxes de 7 segundos relegó al piloto argentino al último puesto. El propio Colapinto expresó su frustración ante la demora con un contundente “¡mi Dios!” vía radio. En la primera vuelta, Colapinto, quien largó 14º tras haber superado la Q1 del sábado, intentó adelantar por la izquierda, pero el Mercedes de Kimi Antonelli bloqueó su avance, lo que dificultó aún más su recuperación en un circuito donde los sobrepasos son escasos. Así, culminó el primer giro en el lugar 18. Mientras tanto, Pierre Gasly, compañero de equipo, también perdió posiciones al inicio, aunque luego logró recuperarse y superar al argentino. Así fue la largada de Franco Colapinto en Hungría La escudería francesa lamentó el resultado inicial: “No fue la mejor largada, perdimos algunas posiciones”, publicó Alpine en redes sociales. Pero no hizo autocrítica por su muy mal manejo de las paradas en boxes. De hecho, la escena de los siete segundos (una eternidad en el mundo de la F1; los equipos de punta tardadon la mitad en el cambio de gomas) se repitió en la segunda parada del argentino, cuando ya había transitado la mitad de la carrera en Hungaroring. “¡La puta madre!“, insultó el argentino allí. ”Perdón por eso, mantengamos la cabeza gacha", le pidió su ingeniero, Stuart Barlow. Este tipo de inconvenientes lo han sufrido otros equipos; por ejemplo Ferrari en la temporada pasada. Sin embargo, el caos que reina hoy en la organización de Alpine no ayuda para que se subsanen, más allá de que la escudería incluso mostró en sus redes la semana pasada en Bélgica cómo son los ensayos para ajustar los tiempos. Valen algunos detalles para ilustrar la coyuntura: recién esta semana se conoció el nombre del nuevo CEO de Renault, François Provost, recién dos semanas después de la renuncia de Luca De Meo. Hace menos de una semana se despidió Francis Stokes, el jefe de mecánicos. “Después de tres años increíbles con Alpine, es hora de despedirme. Siempre atesoraré los recuerdos que hemos creado juntos, desde el podio en Mónaco hasta las celebraciones en Brasil y Holanda. Ha sido una experiencia increíble y los llevaré conmigo para siempre. ¡Gracias a todos por las risas y el apoyo!”, publicó. Y a todo esto hay que sumarle la renuncia de Oliver Oakes, el ex jefe de equipo, con la temporada en curso. En ese contexto, el hombre fuerte de la estructura es Flavio Briatore, quien ni siquiera es parte formal de la escudería, dado que es un asesor ejecutivo. Todos son detalles que explican las razones de la desorganización, que impacta hasta en el manejo de las paradas en boxes. A este problema se suma la falta de ritmo del auto, que volvió a notarse en Hungría y no le permite demostrar todo su potencial al argentino, que de todos modos no se rinde: decidió prescindir de sus vacaciones y quedarse trabajando en la base de Enstone durante la pausa de la competencia por el verano europeo.
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