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» Diario Cordoba
Fecha: 03/08/2025 10:03
En el año 2016 corrieron como la pólvora por las redes sociales videos de palomas con grandes convulsiones antes de morir. Saltaron las alarmas de forma simultánea en Córdoba y Castro del Río, promovidas por ecologistas y sociedades de cazadores que alertaron a la población. Desde hacía años algunos colectivos venían observando que esas muertes coincidían con el período de siembra. Pudo demostrarse que esas muertes estaban ocasionadas por ingesta de semillas tratadas con productos fitosanitarios. Las semillas blindadas son semillas agrícolas recubiertas con productos fitosanitarios para protegerlas durante la siembra y las primeras etapas de su crecimiento. Este proceso, se desarrolló a mediados del siglo XX como respuesta a las pérdidas por plagas y enfermedades en los primeros estadios de cultivo. Su uso se consolidó con el avance de la agroindustria y la necesidad de maximizar rendimientos en grandes extensiones de cultivo. Para su recubrimiento se suelen incluir insecticidas, fungicidas y, en algunos casos, micronutrientes o polímeros. Entre las materias activas más comunes se encuentran los neonicotinoides (como imidacloprid, clothianidin y thiamethoxam), que actúan contra insectos del suelo y chupadores como el pulgón. En el caso de hongos, se emplean fungicidas como metalaxil, fludioxonil o tebuconazol. Estos tratamientos pueden combinarse en una sola fórmula para mayor espectro de acción. Por su impacto sobre los polinizadores como las abejas, los neonicotinoides fueron restringidos en la Unión Europea en cultivos al aire libre desde 2018. A pesar de ello, en países fuera de la UE su aplicación sigue siendo frecuente, especialmente en maíz, girasol, soja y cereales. Existen reglamentos y directivas europeas que regulan este aspecto y para ello debe evaluarse y aprobarse la materia activa. Se requiere una solicitud de aprobación por parte del fabricante que debe aportar datos toxicológicos, ecotoxicológicos, su eficacia, residuos, etc. Un estado miembro es designado para evaluar el expediente y emite un informe de evaluación. Posteriormente se procede a una revisión científica por la Autoridad Europea de Seguridad alimentaria (EFSA) que comprueba el informe y puede pedir datos adicionales. Por último, la Comisión Europea, teniendo en cuenta la opinión de la EFSA y los estados miembros, aprueba o rechaza la materia activa y se publica en el anexo I del reglamento relativo a la comercialización de productos fitosanitarios con sus condiciones de uso. Más de una persona pensará que cómo es posible que tras este procedimiento se colaran los neonicotenoides durante tantos años. Si no llega a existir la apicultura con seguridad estarían aún utilizándose con carácter general. La ciencia desde hace años comenzó de manera independiente a realizar investigaciones sobre este aspecto. En el año 1999 algunos autores ya señalaron que el fonofos, insecticida altamente tóxico para las aves, al usarse como tratamiento para semillas de cereales, provocaba la mortalidad de palomas bravías en libertad y bajo experimentos hallaron que desarrollaban una aversión condicionada temprana y fuerte a estas semillas tratadas, aunque la evitación no siempre prevenía la mortalidad si existía estrés por hambre. El IREC inició una linea de investigación sobre este aspecto con la perdiz. Siempre han advertido que las semillas recubiertas con pesticidas pueden ser una fuente importante de alimento para algunas aves en épocas de escasez, así como una vía de ingestión de pesticidas. Utilizaron trigo tratado con difenoconazol (fungicida), tiram (fungicida) o imidacloprid (insecticida) y destacaron que la toxicidad de las semillas tratadas con estos pesticidas es un factor a considerar en la disminución de las aves en entornos agrícolas por producir alta mortalidad, así como parámetros bioquímicos alterados, estrés oxidativo y reducción de la coloración basada en carotenoides, una disminución de la respuesta inmunitaria celular, reducción del tamaño de los huevos y la tasa de fertilización y una reducción de la supervivencia de los polluelos. En otro experimento con el fungicida flutriafol encontraron efectos fisiológicos (reducción de los niveles de colesterol y triglicéridos), efectos fenotípicos (reducción de la pigmentación basada en carotenoides de sus anillos oculares) y, lo más grave, efectos adversos graves en la reproducción: reducción del tamaño de puesta, de la proporción de huevos fértiles, y una reducción de la producción total de crías en más del 50%. Efectos similares encontraron después con fungicidas triazólicos. Posteriormente han advertido que también se afectan a las crías no expuestas de perdices alimentadas con semillas tratadas, es decir que hay efectos transgeneracionales Son muchas las investigaciones realizadas que demuestran que las semillas blindadas representan un riesgo para las aves granívoras y señalan la necesidad de mejorar el sistema de regulación actual utilizado en la Unión Europea para prevenir los impactos negativos de los fitosanitarios sobre la vida silvestre y en la vida humana con tantos disruptores hormonales. Suscríbete para seguir leyendo
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