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  • La trampa de refinanciar con la tarjeta: tasas que superan el 150% y un endeudamiento que crece en las familias argentinas

    » El Ciudadano

    Fecha: 03/08/2025 08:31

    Álvaro Arellano En un contexto de creciente pérdida de poder adquisitivo y de falta de acceso a crédito barato, cada vez más argentinos recurren al pago mínimo de la tarjeta de crédito como forma de financiamiento mensual. Pero lo que parece una solución rápida para aliviar el bolsillo termina siendo, en la mayoría de los casos, una de las formas más caras de endeudarse en el sistema financiero actual. Desde enero de 2024, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) fijó en 140,86% la Tasa Nominal Anual (TNA) máxima que pueden aplicar los bancos sobre saldos impagos de tarjetas de crédito. Este límite rige únicamente hasta un monto refinanciado de $200.000. A partir de esa cifra, las entidades tienen vía libre para aplicar tasas aún más altas, que varían según el perfil del cliente, la entidad emisora y el producto contratado. En la práctica, esto significa que quienes no pueden cancelar la totalidad del resumen y optan por pagar solo el mínimo quedan sujetos a una refinanciación que puede implicar tasas efectivas que superan con holgura el 150% anual. Según datos relevados en julio de 2025, las tasas varían significativamente entre bancos. El Banco Nación, por ejemplo, mantiene una Tasa Efectiva Anual (TEA) del 47,02%, mientras que en bancos privados como Galicia, Santander o Macro, las tasas efectivas oscilan entre el 130% y el 200%, dependiendo del plan de cuotas y el monto adeudado. En algunos casos, incluso pueden superar ese techo. Resumen Banco Macro Esta disparidad en las tasas se explica por varios factores. Si bien el BCRA establece un marco regulatorio, cada entidad financiera tiene autonomía para fijar las condiciones dentro de esos límites. Las entidades privadas, por lo general, aplican tasas más elevadas que los bancos públicos. Además, el contexto macroeconómico juega un papel clave: Si bien la inflación parece desacelerar según el Indec, la elevada tasa de referencia del propio BCRA y el riesgo crediticio creciente obligan a los bancos a ajustar periódicamente los costos de financiamiento. En ese contexto de financiamiento prohibitivo, las familias no solo apelan a esas tasas exageradas ante la falta de alternativas, sino que también comienza a registrarse un importante nivel de morosidad. Según el último informe sobre bancos del BCRA, correspondiente a mayo de 2025, se verificó un aumento significativo en la morosidad del sistema, particularmente en los créditos al consumo. En el último año, la irregularidad en el stock total de préstamos al sector privado pasó del 1,8% al 2,6%. Dentro de ese universo, la mora en tarjetas de crédito se duplicó: saltó del 1,9% al 3,8%. También aumentaron los incumplimientos en préstamos personales, que pasaron de un 4,1% a un 5,6% en el mismo período. El mecanismo de pago mínimo, que muchos usuarios consideran una estrategia para «ganar tiempo», se convierte rápidamente en una trampa de intereses acumulativos. La Tasa Efectiva Anual (TEA), que incorpora la capitalización mensual de intereses, permite dimensionar el verdadero costo del endeudamiento con tarjeta, y en muchos casos representa una carga financiera insostenible. En tiempos de incertidumbre respecto a lo que puede suceder con la inflación y tasas reales elevadas, refinanciar el resumen de la tarjeta debería ser una medida excepcional , pero para las familias argentinas empieza a convertirse en costumbre.

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