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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 02/08/2025 18:32
Los ingresos bajos y la falta de oportunidades laborales retrasan la salida del hogar u obligan a muchos argentinos a volver a casa de sus padres Una encuesta reciente elaborada por Bumeran, reveló que el 54% del mercado laboral en Argentina todavía no logró independizarse y continúa viviendo con su familia. El dato pone en evidencia una tendencia persistente que atraviesa a buena parte de la población, especialmente entre quienes no cuentan con empleo o perciben ingresos insuficientes para afrontar una vida autónoma. El estudio, realizado en todo el país con la participación de 1.891 personas, también destaca que el 85% de los encuestados considera que independizarse hoy es más difícil que hace diez años. Este sentimiento es compartido tanto por quienes todavía viven con sus familias como por aquellos que alguna vez lograron dar ese paso, pero se vieron obligados a regresar al hogar familiar. Las causas de la “no independencia” En cuanto a las razones que impiden independizarse, el 54% de las personas consultadas señaló que no cuenta con trabajo o que su empleo es inestable. Otro 31% explicó que su salario no le alcanza para cubrir los gastos que implica vivir solo, y un 6% mencionó otros motivos. La situación afecta tanto a mujeres como a varones y personas de otros géneros. En el caso de las mujeres, el 54% vive en el hogar familiar, el 22% vive sola y otro 22% lo hace con su pareja. Entre los varones, el 53% también permanece en la casa de sus padres, mientras que el 25% vive con su pareja y el 20% de forma independiente. En otros géneros, el porcentaje de convivencia familiar asciende al 57%. El 49% de los talentos capacitados en administración y finanzas, aún vive en el hogar paterno (Imagen Ilustrativa Infobae) El fenómeno trasciende géneros y también sectores laborales. En el área comercial, por ejemplo, el 56% aún vive con su familia, mientras que en producción y logística lo hace el 51%. En administración y finanzas, la cifra alcanza el 49%, en salud el 46% y en marketing y comunicación el 51%. Regreso al hogar El escenario laboral se complejiza aún más si se tiene en cuenta otro dato relevante: el 28% de quienes viven actualmente en el hogar familiar lo hacen tras haber intentado independizarse previamente. Entre ellos, el 24% regresó luego de perder el empleo, el 20% lo hizo porque su salario resultaba insuficiente y el 11% debido al aumento general de los costos. Otro 14% volvió a casa tras una separación, mientras que el 22% mencionó causas diversas. Pese a este panorama, el deseo de independencia sigue vigente. El 96% de las personas consultadas expresó su intención de dejar el hogar familiar, aunque las condiciones económicas se presentan como un obstáculo difícil de sortear para una amplia mayoría. Los datos expuestos retratan una realidad en la que la independencia económica y habitacional aparece como un objetivo cada vez más lejano para amplios sectores del mercado laboral. Mientras tanto, la convivencia familiar se prolonga más allá de la juventud, no tanto por elección, sino como una consecuencia directa de la inestabilidad del empleo y el deterioro del poder adquisitivo. El 28% de quienes viven actualmente en el hogar familiar lo hacen tras haber intentado independizarse previamente (Freepik) Este fenómeno no es exclusivo de la Argentina. En otros países de América Latina también se observa una alta proporción de personas trabajadoras que continúan viviendo con sus familias. De acuerdo con el mismo estudio, en Chile el 62% de los talentos aún reside en el hogar familiar; en Ecuador lo hace el 58%; en Perú, el 56%; y en Panamá, el 53%. Estos números reflejan que las dificultades para acceder a una vivienda propia o alquilada de forma independiente se extienden por toda la región. De acuerdo con el estudio, el impacto de la inflación, la precarización del empleo y la falta de políticas de acceso a la vivienda son factores que se repiten en gran parte del continente. En muchos casos, incluso quienes logran independizarse deben recurrir al alquiler compartido o volver a casa de sus padres si enfrentan una pérdida de ingresos repentina, como ocurre con frecuencia entre los trabajadores del sector informal o los contratados sin estabilidad.
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