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Parana » Informe Digital
Fecha: 01/08/2025 01:22
Una disputa entre grupos familiares del barrio El Pozo en Paraná ha traspasado todos los límites: en plena mañana se produjeron disparos a pocos metros de la Escuela Bazán y Bustos. Por fortuna, ninguna bala ingresó al aula, evitando que la situación se convirtiera en una tragedia. Poco después, la Policía arrestó a cinco individuos, miembros de ambos bandos en conflicto. Este violento episodio ocurrió a las 9 de la mañana en las calles aledañas a la escuela secundaria. Tanto alumnos como docentes se vieron obligados a tirarse al suelo y refugiarse debajo de los pupitres. Posteriormente, en las redes sociales, circularon mensajes de jóvenes y padres indignados por la inaceptable situación de inseguridad. Se realizaron varios llamados al 911, algunos de los cuales identificaban a los tiradores por nombre, apodos o apellidos. Una mujer del barrio aseguró que “Tafita” Mendoza formaba parte de ellos. Otro hombre que contactó a la Policía denunciaba que “Corcho” Cardozo estaba disparando hacia su vivienda. Unidades del 911 y de la comisaría sexta llegaron rápidamente al lugar y detuvieron a varios de los involucrados en la balacera: Fabián Alejandro “Pájaro” Ramírez, de 41 años; Neri Germán “Corcho” Cardozo, de 43; su hijo, de 19 años, conocido como “Papu”; Andrés Arnaldo “Cocheco” Sosa, de 22; y Jonathan Alberto “Tafita” Mendoza, de 30. La fiscal de la Unidad de Investigación y Litigación, Melisa Saint Paul, ordenó la detención y la realización de pruebas de dermotest a los cinco implicados. “Nos tiramos al piso para no morir”, publicó un joven en las redes sociales. Al igual que él, decenas de adolescentes manifestaron su angustia y agotamiento ante la violencia cotidiana que asedia al barrio, según reportó el sitio Reporte 100.7. Los testimonios son desgarradores: “¿Qué esperan? ¿Que maten a uno de nosotros para hacer algo?”, escribió otra alumna, quien, al igual que los demás, no pudo retomar su jornada escolar con normalidad. “No podemos normalizar que asistir a la escuela implique arriesgar la vida. No queremos ser víctimas de una bala perdida”, exigieron las autoridades educativas al Gobierno.
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