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  • Qué es la enfermedad de Lyme, la infección bacteriana que le fue diagnosticada a Justin Timberlake

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 31/07/2025 18:36

    Justin Timberlake reveló que sufre la enfermedad de Lyme (Foto de Jordan Strauss/Invision/AP) En la recta final de una de las giras más importantes de su carrera, Justin Timberlake sorprendió a sus seguidores al compartir una noticia inesperada: la confirmación de que padece enfermedad de Lyme. El artista, conocido por éxitos como “Rock Your Body” y “Summer Love”, confesó que a lo largo del tour musical “Forget Tomorrow” debió enfrentarse a malestares persistentes cuya causa desconocía hasta recibir el diagnóstico. A través de Instagram, el cantante describió el proceso: “Me conmocioné demasiado”, reflejando el desconcierto y la preocupación que acompañan a este tipo de diagnósticos. ¿Qué es la enfermedad de Lyme y cómo se transmite? La enfermedad de Lyme es una infección bacteriana originada por la bacteria Borrelia burgdorferi, transmitida por la picadura de ciertas garrapatas, como la conocida garrapata del ciervo. Frecuente en zonas boscosas y húmedas, la transmisión requiere que el insecto permanezca adherido a la piel durante varias horas, mayormente más de 24 o 36 horas. Aunque no todas las garrapatas portan la bacteria, el riesgo aumenta en regiones de alta incidencia y en los meses de mayor actividad de estos parásitos. La enfermedad de Lyme está provocada por un tipo de garrapata. (Canva) La enfermedad cuenta con una amplia gama y progresión de síntomas, los que a menudo aparecen de forma escalonada o se superponen, dificultando el diagnóstico temprano, según la información médica de MedlinePlus y los manuales de referencia de MSD. Los primeros síntomas pueden manifestarse entre 3 y 30 días después de la exposición, con un signo característico: la aparición de una erupción cutánea en el sitio de la picadura, conocida como eritema migratorio. Este síntoma suele describirse como una mancha roja, plana o ligeramente abultada que se expande, muchas veces en círculos concéntricos con área central menos coloreada, similar a una diana u “ojo de buey”. La Cleveland Clinic indica que este sarpullido está presente en aproximadamente el 75% de las personas afectadas; su ausencia, no obstante, no excluye el diagnóstico. Comúnmente se asocian a este primer periodo otros síntomas como fiebre, escalofríos, cansancio extremo, dolor de cabeza, rigidez muscular y articular, malestar general o inflamación de ganglios cercanos a la zona afectada, cuadros que suelen confundirse con procesos gripales y retrasan la atención adecuada, según detalla MedlinePlus. Un ejemplo de cómo se presenta en distintos individuos el eritema migratorio, erupción comúnmente asociada a la enfermedad de Lyme. CRÉDITO Dr. John Aucott, Medicina Johns Hopkins Avance de la enfermedad: diseminación y nuevos síntomas La falta de tratamiento en las etapas iniciales permite que la bacteria se disemine a través del torrente sanguíneo. Así surgen nuevas manifestaciones cutáneas o síntomas sistémicos como dolor muscular y articular intenso, arritmias cardíacas, y la posible aparición de alteraciones neurológicas. En este estado, se han señalado casos de meningitis linfocítica, parálisis facial —incluida la parálisis de Bell— y radiculopatías sensoriales o motoras, todos ellos descritos previamente por expertos como el Dr. Jatin M. Vyas, profesor asociado de la Harvard Medical School y la Fundación Dr. Ángel Bueno Gracia-SOS Lyme. Esos síntomas neurológicos pueden tener diversas formas: parálisis facial, neuralgias, dolor de cuello, visión doble, entumecimiento, hipersensibilidad, convulsiones e incluso pérdida auditiva o problemas de coordinación. La enfermedad de Lyme: un desafío global para la salud humana y animal. (La Razón / MedlinePlus) Etapa tardía o crónica: complicaciones y persistencia La progresión de la enfermedad hacia una fase tardía, en ausencia de diagnóstico o terapia, puede ocurrir meses o incluso años tras la infección. De acuerdo con la Mayo Clinic, en este punto aparecen artritis recurrente o persistente en grandes articulaciones, en particular en rodillas, dolor muscular crónico y discapacidades funcionales considerables. Además, la Fundación Dr. Ángel Bueno Gracia-SOS Lyme subraya que un número considerable de pacientes muestra síntomas neurológicos graves y trastornos psiquiátricos: pérdida de memoria, dificultad para el procesamiento de información, déficit de atención, depresión, irritabilidad, ansiedad y comportamientos obsesivo-compulsivos. Incluso después de los antibióticos, cerca del 5–15% de los pacientes puede mantener síntomas como fatiga, dolor o cefaleas durante varios meses. Este fenómeno, conocido como “síndrome posterior a la enfermedad de Lyme” (o PTLDS por sus siglas en inglés), sigue en estudio y se desconoce su causa, tal como mencionan expertos de la Cleveland Clinic. La bacteria Borrelia burgdorferi, transmitida por garrapatas, es la causante de la infección Crédito Utpal Pal/ University of Maryland Diagnóstico: retos y pruebas complementarias El diagnóstico definitivo de enfermedad de Lyme depende tanto de la identificación de síntomas clínicos típicos como de la evaluación del riesgo epidemiológico. El hallazgo del eritema migratorio en un paciente con antecedentes de exposición en zona endémica orienta fuertemente hacia el diagnóstico preliminar, de acuerdo con MedlinePlus. Para confirmar el diagnóstico, se emplean análisis serológicos —como ELISA y Western blot— para detectar anticuerpos contra Borrelia burgdorferi. Sin embargo, expertos como el Dr. Jatin M. Vyas advierten que en los primeros compases de la enfermedad estas pruebas pueden resultar negativas, debido a la respuesta inmune incompleta. Otras técnicas, como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), se reservan para complicaciones neurológicas o articulares graves. El MSD Manual enfatiza que el diagnóstico diferencial es complejo porque los síntomas de Lyme pueden simular otras enfermedades, tales como esclerosis múltiple, artritis reumatoide, el síndrome de fatiga crónica u otros trastornos psiquiátricos. La valoración de cada paciente debe ser minuciosa y contextualizada, como destaca la literatura especializada. El diagnóstico oportuno y el tratamiento antibiótico temprano favorecen la recuperación SALUD FUNDACIÓN SOS LYME Tratamiento y prevención: claves de control y recuperación El tratamiento es más efectivo cuando se administra en fases tempranas mediante antibióticos como doxiciclina, amoxicilina o cefuroxima axetilo, con esquemas de entre 10 días y 4 semanas. Voces expertas insisten en que la recuperación se vincula directamente a la rapidez del diagnóstico y el inicio del abordaje, lo que reduce complicaciones crónicas y discapacidad. Para cuadros con manifestaciones graves o complicaciones cardíacas y neurológicas, los protocolos amplían el uso de antibióticos intravenosos y suman antiinflamatorios no esteroideos —como el ibuprofeno— para paliar la rigidez y el dolor articular, conforme detalla el MSD Manual. Las estrategias preventivas, avaladas por el CDC y la Mayo Clinic, incluyen evitar la exposición a zonas de vegetación densa, usar ropa adecuada, aplicar repelentes y revisar la piel tras actividades al aire libre. La extracción temprana y adecuada de la garrapata resulta fundamental para disminuir el riesgo de infección.

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