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» La Capital
Fecha: 31/07/2025 13:01
La industria de la moda genera una gran contaminación a nivel mundial y cada vez más emprendedores se vuelcan a este sector desde un enfoque sustentable, que prioriza el cuidado del ambiente por sobre la producción masiva. En Rosario, varias marcas locales van por este lado, combinando diseño, identidad y conciencia ambiental . Ese fue el camino de Agustín Ceres al momento de fundar Joya, su marca de accesorios hechos a mano a partir del reciclaje textil. Con una antigua máquina Singer 669 heredada de su abuela, comenzó a coser en su casa en plena cuarentena, transformando prendas en desuso en productos únicos . “Me gusta trabajar con ropa que tiene historia, que guarda recuerdos importantes para la persona que la trae, para mí son diamantes en bruto que quiero convertir en joyas”, aseguró en diálogo con Negocios. Si bien arrancó fabricando gorras, de a poco fue ampliando el abanico de productos hasta crear distintas cápsulas, como le gusta llamar a la línea de piezas que fabrica, incluyendo pilusos, bolsos, tote bags, riñoneras y tabaqueras, entre otros diseños. A través de su Instagram, muestra cada nueva producción que realiza y genera vínculo con personas que tienen una prenda que ya no usan y quieren darle una nueva vida, valiéndose de su creatividad para pensar en cómo transformarlas. “Ningún accesorio que hago es igual. Si me piden una gorra negra, le agrego algún detalle para que sea única y me di cuenta de que el upcycling y todo lo que es el reciclaje como herramienta es muy potente . Capaz que una gorra Levi’s no existe, pero de repente agarrás una prenda de esta marca y podés crearla. También me gusta mucho la ropa vintage, de segunda mano, compro esta indumentaria para transformarla y cuando viene alguien con un encargo a veces me trae la ropa que quieren que use para fabricar y otras veces le ofrezco cosas mías que ya no uso y que me gusta que circulen”, contó Agustín sobre el proceso de trabajo y el trato con los clientes. IMG_8387 Con sello propio El primer paso de Agustín en el mundo del diseño fue casi accidental. En 2020 se quedó sin trabajo en una empresa tecnológica y durante la cuarentena retomó un viejo interés por la ropa usada y las ferias vintage. Por esa época, encontró una gorra con un diseño de cinco paneles (un frente grande, dos costados laterales y dos en la parte de atrás) que había fabricado una emprendedora de Mar del Plata y le envió un tutorial a una de sus tías, experta en costura, para que intentara replicarla y a los pocos días ella le devolvió una versión mejorada. Así comenzó a tomar clases bajo su guía y a dar las primeras puntadas en el rubro textil. >>Leer más: La marca de ropa rosarina que desafía al negocio del fast fashion Cuando las restricciones por la pandemia volvieron a endurecerse, ella le prestó la máquina que era de su abuela con la que empezó a coser solo, desde su casa. En diciembre de ese año, lanzó la primera cápsula de Joya: diez gorras hechas a partir de prendas propias de marcas como Lacoste, Nike, Adidas, Penguin y Vans. Algunas las vendió, otras las repartió entre sus amigos, pero la recepción de todos fue muy buena y ese impulso inicial lo animó a seguir. Embed Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por (@joya.caps) El proyecto fue creciendo a su ritmo. Aunque en 2021 retomó su trabajo en el área de tecnología, nunca abandonó del todo el emprendimiento. Seguía bajando ideas, explorando materiales y nuevas formas para consolidar la marca y su identidad, con una mirada estética muy definida. “Siempre traté de seguir haciendo cosas y eso me permitió no despegarme del proyecto que tenía en la cabeza”, contó Agustín, quien estudió la carrera de Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario, formación que le brindó herramientas para el manejo de redes sociales, la creación de contenidos y la llave para entender el ecosistema de medios digital y cómo se mueven los consumos allí. Lo que se viene Desde principios de este año, el diseñador se dedica full time a su marca. “Me encontré con tiempo y un respaldo económico que antes no tenía y me pregunté si quería seguir trabajando para empresas o dedicarme a lo que realmente me gusta”, reflexionó. Con esta determinación, se volcó a la idea de profesionalizar cada vez más su propuesta y emprender como modo de vida. Ahora proyecta lanzar una cápsula especial por mes, inspirada en elementos de la cultura pop, marcas icónicas o texturas particulares. La idea es hacer piezas únicas a partir de determinadas prendas que tienen una temática. “Hace poco un amigo me trajo una remera original de Dragon Ball Z y voy a armar una línea con dos o tres productos, seguramente un morral y una tabaquera”, adelantó sobre esta incursión. También hace pines personalizados con colores que combinan con el diseño y, para el de Dragon Ball, ya tiene planeado uno muy especial que dará que hablar. IMG_9511 Además, incorporó una nueva línea de diseño invernal, a la que bautizó Tuki: un gorro sin visera, con forma similar a la clásica gorra cinco paneles, con una tira que recubre la parte baja y le brinda mayor abrigo. De hecho, viene de participar de la feria Somos Creativos en Puerto Joven, donde este modelo fue furor entre el público. Este tipo de evento es uno de sus canales de visibilización y venta, aunque su perfil en Instagram sigue siendo su medio principal para llegar y conectar con las personas. Un sueño a futuro es vender sus productos a tiendas físicas, aunque su intención es seguir cuidando la exclusividad de cada pieza y manejándose con un stock reducido. Sobre el esquema de producción y precios, mencionó que una prenda en general le alcanza para hacer dos o tres accesorios, dependiendo su tamaño, y que los valores de cada encargo rondan los $50 mil, excepto en piezas pequeñas que son más económicas. “Siempre me gustó coleccionar cosas, como cajitas de cigarrillos, miniaturas de alcohol o ropa. Sin darme cuenta, terminé coleccionando prendas que hoy transformo en accesorios. Cada una tiene algo especial, algo que vale la pena conservar y creo que eso es lo que hace de cada producto una joya”, cerró.
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