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  • Donald Trump le sube los aranceles a Brasil al 50% y escala su disputa con Lula Da Silva por Bolsonaro

    » TN corrientes

    Fecha: 31/07/2025 08:07

    Mundo Donald Trump le sube los aranceles a Brasil al 50% y escala su disputa con Lula Da Silva por Bolsonaro Jueves, 31 de julio de 2025 Es en represalia por el juicio al expresidente acusado de golpismo. Según el decreto de Estados Unidos, la medida rige desde el 6 de agosto. La crisis entre Estados Unidos y Brasil se agravó este miércoles, con un decreto del presidente Donald Trump que oficializa una suba de aranceles del 50%, en parte, en represalia por el juicio contra Jair Bolsonaro. Trump defiende al expresidente de Brasil, acusado de intentona golpista, y arremete contra las políticas de su sucesor, el socialdemócrata Luiz Inácio Lula da Silva, quien respondió diciendo que defenderá la “soberanía del pueblo brasileño”. El castigo arancelario de Trump tiene excepciones importantes para la mayor economía de América Latina. Trump salva productos esenciales en las exportaciones brasileñas como el jugo de naranja, la energía, las aeronaves civiles y sus componentes, los fertilizantes, los metales preciosos, la pasta de celulosa o el arrabio, entre otros. Pero el café está incluido entre los productos que se verán sometidos a un 50% de tarifas aduaneras suplementarias, aplicables siete días después de la emisión del decreto. Es decir, el 6 de agosto. En el decreto Trump concreta la amenaza de aranceles anunciada a principios de julio en una carta dirigida a Lula, seguida después de otra para Bolsonaro en la que cubre de elogios al dirigente de derecha. Para Trump las acciones del gobierno de Lula “constituyen una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de Estados Unidos”, informa la Casa Blanca en un comunicado. “La persecución, intimidación, acoso, censura y enjuiciamiento políticamente motivados del gobierno de Brasil” contra “Bolsonaro y miles de sus seguidores son graves violaciones de los derechos humanos que han socavado el estado de derecho en Brasil”, acusa Washington. El presidente republicano asegura que miembros del gobierno brasileño “han tomado medidas sin precedentes para coaccionar de forma tiránica y arbitraria a empresas estadounidenses para que censuren el discurso político, expulsen a usuarios de sus plataformas, entreguen datos confidenciales de usuarios estadounidenses o modifiquen sus políticas de moderación de contenido”. Sin embargo, la base legal de la amenaza arancelaria inicial se basaba en los desequilibrios comerciales en favor de los brasileños, de acuerdo con Trump. Pero, en verdad, Estados Unidos tuvo un superávit comercial de 6.800 millones de dólares el año pasado con Brasil, según la Oficina del Censo. La Casa Blanca arremetió asimismo contra el juez de la Corte Suprema de Brasil, Alexandre de Moraes, a quien impuso sanciones que podrían consistir en la congelación de activos (Ver aparte). Moraes “ha abusado de su autoridad judicial para amenazar, señalar e intimidar a miles de sus oponentes políticos, proteger a aliados corruptos y suprimir la disidencia, a menudo en coordinación con otros funcionarios brasileños, incluidos otros jueces del Tribunal Supremo Federal de Brasil”, se lee en el comunicado. Horas antes, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro impuso sanciones económicas a este juez, a quien Washington ya había revocado la visa. El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, ya ha preparado planes de emergencia para ayudar a los sectores más afectados por la tributación estadounidense, después de que Washington mostrara escaso interés en encontrar soluciones en los últimos días. En una entrevista con The New York Times, Lula afirmó que se negaba a ceder ante los dictados de Trump. “En la política entre dos estados, siempre hay que encontrar un punto medio”, declaró el líder sudamericano. Pero el camino hacia un acuerdo ahora parece más difícil que nunca. Los aranceles como mecanismo de negociación para Trump Desde que Donald Trump comunicó, en abril pasado, una revisión de la política arancelaria para los productos importados en los Estados Unidos, todo es materia de cambio. No fueron pocos los analistas internacionales que veían -y aún ven- en la medida de Trump más que una política de estado una suerte de exhorto a la negociación a los países no tan alineados con su geopolítica; y hay que apuntar que en ese sentido han avanzado los acontecimientos. En ese entonces, Trump había anunciado aranceles de hasta el 50 % para los productos importados de más de 80 países; pero otros sucesivos anuncios han suspendido la entrada en vigencia de las nuevas tarifas comerciales. Inicialmente las suspensiones eran hasta el 9 de julio y luego hasta el 1 de agosto, para negociar acuerdos comerciales. Pero hasta la fecha solo se han acordado seis: Reino Unido, Vietnam, Indonesia, Filipinas, Japón y la Unión Europea, para quienes regirán aranceles de entre el 15 % y el 20 %, inferiores a los anunciados a principios de abril para estos países. Corea del Sur logró este miércoles un 15 %, dado que Seúl prometió inversiones en los Estados Unidos, mientras que la India, aliado histórico de Washington, ligó un 25 % por comprarle energía a Rusia. Otra veintena de países más recibieron una carta de la Casa Blanca que les anuncia aranceles de entre el 25 % y el 50 %. Los principales objetivos de Donald Trump son los dos vecinos de Estados Unidos, Canadá y México, a los que acusa de no combatir suficientemente el tráfico de fentanilo, un potente opioide que causa una grave crisis sanitaria en el país. México, sin ir más lejos y con su presidenta Claudia Sheinbaum a la cabeza, ha logrado aplazar en más de una ocasión la entrada en vigencia de la medida. Mientras tanto, el gobierno de Javier Milei trabaja en la firma de un acuerdo comercial. El canciller Gerardo Werthein y el embajador Luis María Kreckler viajaron este mes a los Estados Unidos, para buscar que la Casa Blanca, o en todo caso el Departamento de Estado, promueva ese entendimiento. Milei quiere aprovechar su buena sintonía con Trump, a quien, para negociar -y sabiendo ya que no habría ni un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos ni una salida inminente de Argentina del Mercosur-, le ofreció una rebaja de aranceles nacionales. En el gobierno están diciendo que habría arancel cero para un universo del 80% en el comercio bilateral. Lo importante es ver si los negociadores consiguen bajar el arancel del 25% para el acero, para el aluminio que les subió Trump, un 10% al comercio universal que le aplicó a la Argentina en abril, y ver si se pueden retomar las exportaciones nacionales de biodiesel. Pasadas dos semanas del viaje de Werthein y compañía, todavía reconocen que en la negociación "hay trabas". Jueves, 31 de julio de 2025

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