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  • Qué dice el color de la mucosidad sobre la salud respiratoria y cuándo consultar al médico

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 30/07/2025 02:51

    El color de la flema no determina por sí solo la necesidad de antibióticos en infecciones respiratorias (Imagen Ilustrativa Infobae) En los meses de mayor prevalencia de resfriados e infecciones respiratorias, la presencia de moco o flema genera dudas sobre la salud. Si bien la mucosidad suele volverse más notoria con síntomas como congestión o tos, cumple funciones esenciales durante todo el año, según la American Society for Microbiology. El moco y la flema suelen asociarse a infecciones respiratorias cuando adquieren tonalidades amarillas o verdes. Sin embargo, actualmente se reconoce que su significado clínico es más complejo que lo asumido por el sentido común. El papel del moco y la flema en el organismo Según Harvard Health Publishing, en el cuerpo humano, el moco recubre órganos y actúa como barrera protectora, facilita la cicatrización y regula la entrada de partículas y microorganismos. Está formado por mucinas (un grupo diverso de glicoproteínas), agua, lípidos y sustancias con propiedades antimicrobianas, cuya composición varía según la región corporal. La flema es una versión más espesa del moco producida en pulmones y garganta, especialmente ante infecciones, irritantes o enfermedades respiratorias. La expectoración ayuda al cuerpo a eliminar agentes infecciosos o irritantes, siendo parte de la respuesta natural del sistema respiratorio (Imagen Ilustrativa Infobae) Como también informó Harvard Health Publishing, el moco es donde prosperan comunidades microbianas. Este entorno limita el acceso de patógenos a los tejidos y modula la composición y funcionamiento de la microbiota local. El color de la mucosidad: lo que sí y lo que no puede revelar El análisis de la mucosidad debe complementarse siempre con la observación clínica y pruebas de laboratorio (Freepik) El color de la mucosidad podría guiar a médicos y pacientes para inferir el tipo de infección y decidir sobre el abordaje. Según la Cleveland Clinic, los colores de la flema responden a múltiples factores: Clara: suele asociarse a alergias o irritantes, y en menor medida a infecciones virales leves. Amarilla o verde: indica mayor presencia de glóbulos blancos combatiendo una infección. Este color ocurre tanto por infecciones virales como bacterianas y no permite diferenciar el origen. El moco amarillo o verde refleja acumulación de células inmunes y no siempre implica una infección bacteriana. Tanto infecciones virales como bacterianas pueden alterar el color del moco, por lo que el aspecto no es suficiente para decidir el uso de antibióticos . Blanca, marrón, negra o con sangre: puede estar relacionada con enfermedades pulmonares crónicas, daño por contaminación, infecciones más graves o patologías subyacentes. Estos tonos requieren evaluación médica inmediata, sobre todo con fiebre, dificultad respiratoria o fatiga. Utilidad y límites del color de la flema como marcador de infección La presencia de moco amarillo o verde no diferencia entre causas virales y bacterianas en la mayoría de los casos (Imagen Ilustrativa Infobae) En la evaluación clínica de enfermedades como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), el color de la flema a veces orienta el uso de antibióticos. Un metaanálisis publicado en 2023 en la revista Annals of the American Thoracic Society analizó más de 5.700 muestras de pacientes con EPOC y evaluó la precisión diagnóstica del color de la flema para identificar infecciones bacterianas. El estudio reportó una sensibilidad agrupada cercana al 80% y una especificidad de solo 50%. Los autores concluyeron que el color de la flema no es un criterio suficiente para indicar antibióticos, ya que su utilidad diagnóstica es limitada por la baja especificidad y la influencia de factores no infecciosos como la inflamación o la colonización bacteriana crónica. Los expertos aconsejan evaluación médica ante flema con sangre, cambios de color persistentes o síntomas graves (Freepik) Se recomendó usar este parámetro únicamente como complemento de la evaluación clínica y las pruebas de laboratorio. Recomendaciones clínicas sobre la tos con flema Según Mayo Clinic, la expectoración de flema suele ser una respuesta positiva para eliminar agentes infecciosos o irritantes. El tratamiento depende de la causa: en cuadros virales o alérgicos, se recomienda hidratación, humidificación ambiental y gárgaras salinas. El uso indebido de antibióticos ante resfriados y flema puede favorecer la resistencia bacteriana (Imagen Ilustrativa Infobae) Los antibióticos únicamente se indican ante signos claros de infección bacteriana, con evaluación clínica y, de ser posible, pruebas de laboratorio. Se debe consultar a un profesional si: La tos con flema persiste más de dos semanas . Surgen colores anómalos (amarillo, verde, marrón, negro o con sangre), especialmente con fiebre, dificultad para respirar o fatiga. Hay expectoración de sangre, aun sin otros síntomas claros. La presencia de mucosidad amarilla o verde, sin otros signos clínicos de infección bacteriana, no justifica el uso automático de antibióticos. El objetivo es evitar tratamientos innecesarios y la resistencia bacteriana. El análisis del color de la flema puede sumarse a la evaluación, pero nunca debe ser el único criterio decisivo para el abordaje terapéutico.

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