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» Radiosudamericana
Fecha: 30/07/2025 00:11
Martes 29 de Julio de 2025 - Actualizada a las: 13:00hs. del 29-07-2025 LUTO EN EL DEPORTE ARGENTINO Carlos San Miguel se deshizo en elogios y contó cómo era la exboxeadora fallecida durante la tarde del lunes. Tras la conmoción por el fallecimiento de la múltiple campeona mundial de boxeo Alejandra “Locomotora” Oliveras, su primer entrenador, Carlos San Miguel, compartió en exclusiva con Radio Sudamericana anécdotas, emociones y enseñanzas de quien se convirtió en una de las figuras más populares del deporte argentino. “Me pone muy contento que me hayan llamado de tantos medios. Eso demuestra que Alejandra dejó una huella, y siempre nos recordaba de muy buena manera, tanto a mi padre como a mí”, expresó emocionado. San Miguel relató que fue su padre quien la descubrió por casualidad, mientras entrenaba en un gimnasio haciendo aerobox. “Le llamó la atención cómo le pegaba a la bolsa, bajó del auto y le preguntó si quería pelear. Ella dijo que sí sin dudarlo”, recordó. error cargando audio... “Nos pasó por arriba” Desde el primer entrenamiento, Oliveras dejó claro que no era una más. “Le preparé dos chicos nuevos para hacer guantes y les pedí que no le peguen fuerte. Duraron un round cada uno. No había forma de tenerla”, dijo. “Ya estaba lista física y psicológicamente. Había que contenerla más que enseñarle”, agregó. La potencia de su mano derecha fue su sello. “Pegaba como un hombre”, dijo San Miguel, y confesó que tras aquel primer día, su padre le preguntó cómo había andado la nueva pupila. “Le dije: es una locomotora, nos pasó por arriba. De ahí le quedó ese apodo que ella misma adoptó con orgullo”. Disciplina y hambre de gloria Apenas empezó a entrenar, Oliveras ya apuntaba alto: “Terminó esa primera jornada y me dijo: yo quiero pelear con la Tigresa Acuña”, cuando Acuña ya era campeona del mundo. “Ella se venía a entrenar en moto por camino de tierra. Si le decíamos que haga 400 abdominales, hacía 600. Si pactábamos cinco rounds de guantes, hacía ocho”. “Siempre iba por más. Se autoexigía como nadie. Tenía una fuerza y claridad que no se ve todos los días”. El legado eterno Para el entrenador, Oliveras igualó con su carrera a la otra gran figura del boxeo femenino nacional. “La Tigresa fue la licencia número uno, eso no se discute. Pero Alejandra la logró equiparar con su estilo y con sus logros. No fue mejor ni peor: fue distinta, y dejó su marca”. Recordó la histórica pelea entre ambas en un Luna Park repleto, que marcó un hito para el boxeo femenino: “Fue una pelea cerrada. Alejandra empieza mejor, pero la caída que sufre la deja en desventaja. Aun así, fue una noche memorable”.
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