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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 29/07/2025 08:32
El creador de Apple prioriza la confianza en los individuos por encima de cualquier avance técnico (EPA/JOHN G. MABANGLO) Treinta y un años después de una entrevista que cambiaría la perspectiva sobre el liderazgo empresarial, las palabras de Steve Jobs siguen resonando con una fuerza inesperada. En 1994, cuando el cofundador de Apple se encontraba fuera de la compañía que había ayudado a crear, compartió con Rolling Stone una filosofía que más tarde se convertiría en el fundamento de su regreso triunfal y del éxito de productos revolucionarios como el iPhone y el iPad. Según explicó en su columna en INC. el coach Marcel Schwantes, la conversación que inicialmente se centró en el desarrollo de software y tecnología, tomó un giro revelador cuando el entrevistador preguntó a Jobs si mantenía la misma fe en la tecnología que había demostrado dos décadas antes. Su respuesta desafió las expectativas y reveló una verdad fundamental sobre el liderazgo efectivo. La confianza en los empleados fue el principio central de la filosofía de liderazgo de Steve Jobs (UNITED STATES - Tags: SCI TECH BUSINESS) Las 5 palabras que definieron una filosofía “Have a faith in people" (Tener fe en las personas), repitió Jobs varias veces durante esa emblemática entrevista. Insistió: "La tecnología no es nada. Lo importante es que tengas fe en las personas, que son básicamente buenas e inteligentes, y si les das herramientas, harán cosas maravillosas con ellas". Esta respuesta transformó por completo el enfoque de la pregunta, desplazó la atención desde la tecnología hacia la humanidad. Jobs articuló así un principio de liderazgo atemporal: la fe significa confiar en las personas desde el primer momento, no después de que hayan demostrado su valía. A medida que Jobs maduró como líder, su perspectiva evolucionó más allá de creer únicamente en el poder de la tecnología. Desarrolló una convicción profunda en el potencial de las personas para utilizar esa tecnología de manera extraordinaria. Comprendió que cuando el liderazgo comienza con la confianza, la colaboración y la innovación surgen de forma natural. El principio de la confianza como punto de partida El enfoque de Jobs desafió el pensamiento convencional sobre la confianza en el ámbito empresarial. Mientras que la sabiduría tradicional sostiene que las personas deben ganarse la confianza, Jobs y otros grandes líderes contemporáneos adoptaron una perspectiva diferente: la confianza debe otorgarse primero, como un regalo que precede a la demostración. Stephen M.R. Covey, experto en confianza y autor de “The Speed of Trust”, respalda esta filosofía al señalar que los equipos con altos niveles de confianza se mueven más rápido y producen mejores resultados a menor costo. La confianza, en este contexto, no es algo que debe ganarse inicialmente, sino un regalo que los líderes otorgan antes de que sea probada. La filosofía de liderazgo de Jobs se fundamentó en la creencia de que los empleados son inherentemente buenos e inteligentes, capaces de realizar un trabajo excepcional cuando se les proporcionan las herramientas adecuadas y la libertad necesaria. Aunque Steve Jobs y Stephen M.R. Covey no trabajaron juntos, ambos coincidieron en que la confianza no es un objetivo, sino la base esencial de todo proyecto en equipo Los efectos transformadores del liderazgo basado en la confianza Schwantes explica en su columna en INC. que cuando los líderes adoptan este enfoque centrado en la fe en las personas, se desencadenan cinco efectos fundamentales que transforman la dinámica organizacional. Seguridad psicológica: los líderes que operan desde la confianza crean un ambiente de seguridad psicológica donde los empleados se sienten libres de contribuir con ideas, asumir riesgos e innovar sin temor a represalias. Este entorno fomenta la creatividad y la experimentación, elementos esenciales para la innovación. Apropiación y autonomía: la confianza de Jobs en sus ingenieros comenzaba incluso antes de que cruzaran las puertas de Apple. Su filosofía de contratación era clara y directa: "No tiene sentido contratar personas inteligentes y decirles qué hacer; contratamos personas inteligentes para que puedan decirnos qué hacer“, explicó en una ocasión. Este nivel de autonomía construye responsabilidad y orgullo en el trabajo realizado. Respeto mutuo: la confianza funciona como una señal de respeto. Cuando los líderes confían en el juicio de los empleados para tomar sus propias decisiones, se fomenta el respeto mutuo y la lealtad, elementos que constituyen la base de una cultura laboral sólida. Claridad de visión: Jobs comprendía que la claridad de visión importa más que la microgestión. Su perspectiva sobre la importancia de una visión compartida era precisa: "Una vez que saben qué hacer, descubrirán cómo hacerlo. Lo que necesitan es una visión común. Y eso es liderazgo: tener una visión; ser capaz de articularla para que las personas a tu alrededor puedan entenderla; y lograr un consenso sobre una visión común". Resolución ágil de problemas: confiar en los empleados para que actúen los empodera para manejar situaciones sin esperar aprobación. Esta dinámica acelera la toma de decisiones y mejora tanto la experiencia del cliente como la del empleado. El retorno de la inversión en confianza Cuando los líderes comienzan con confianza, liberan el mejor trabajo intelectual de las personas, creando una ventaja competitiva. Un equipo que se siente confiado trabaja con mayor rapidez, innova más y requiere menos recursos para su gestión. En el caso de Jobs, esta confianza se convirtió en la base para crear productos que el mundo considera indispensables en la actualidad. Su lección de liderazgo comienza con tener fe en las personas: proporcionarles la visión, las herramientas y la libertad para hacer lo que mejor saben hacer.
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