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  • ¿Un palito a Milei?: el dueño de Marolio comenzó la plantación de tomates para «fortalecer la producción nacional» y criticó a quienes importan y «destruyen la economía»

    » El Ciudadano

    Fecha: 29/07/2025 08:13

    Víctor Fera, el dueño de Marolio, una histórica empresa nacional, hizo un posteo en redes sociales que trajo fuerte repercusión. «Mientras algunos eligen traer extractos de tomate de China o Chile destruyendo la economía del país, desde Marolio y Molto comenzamos la plantación de tomates para fortalecer la Producción Nacional. Orgullosos de ser argentinos y que nuestros productos lleguen a todas las mesas», escribió en redes sociales. Y de inmediato llegaron los comentarios. Y la polémicas. Algunos celebraron sus palabras. Mientras que otros cuestionaron su comentario. Mientras algunos eligen traer extractos de tomate de China o Chile destruyendo la economía del país, desde Marolio y Molto comenzamos la plantación de tomates para fortalecer la Producción Nacional. Orgullosos de ser argentinos y que nuestros productos lleguen a todas las mesas. pic.twitter.com/hQy2aB5zpg — Víctor Fera (@victorferaok) July 28, 2025 «Salsa de tomates italiana en Chile cuesta casi un 40% menos (precios de Enero 2025) que la salsa argentina en Coto o Carrefour. ¿Siguen con el tema del verso de los impuestos?», fue uno de los primeros comentarios. «Que yo sepa, hace mas o menos 30 años que se traen salsas y extractos de tomate de China y bases de mermeladas de Chile. Pero no hay drama, si quiere no comerciamos con Chile que está a 370 kilómetros de la frontera», añadió otro usuario. Lo cierto es que el debate se instaló de inmediato. También están los que lo defendieron, por supuesto. Un poco de historia Lo cierto, y cómo sea, detrás del éxito de Marolio, hay una familia entera trabajando todos los días para que sus alimentos lleguen a la mesa de los argentinos en cualquier rincón del país. Esfuerzo, sacrificio, dedicación absoluta y, sobre todo, mucha pasión por el trabajo en equipo son las claves de esta empresa argentina que nació hace más de 70 años para elaborar aceite de mesa y que hoy desarrolla más de 800 productos de referencia, exporta a varios países y también discute el liderazgo junto con las grandes compañías de alimentos de todo el mundo. Marolio es sinónimo de calidad. Sus alimentos forman parte de tradición en la mesa de los argentinos al igual el poderoso hit publicitario que cumple 20 años y se ha convertido en un verdadero clásico: «Marolio le da sabor a tu vida, Marolio está desde el comienzo del día», arranca y del mismo modo finaliza el jingle que enumera 16 productos de la compañía en apenas 35 segundos con una melodía tan pegadiza y divertida, un revolucionario «himno a la alegría» versión 2.0 que endulza los oídos en grandes y chicos. La historia de esta gran empresa argentina de alimentos se remonta en los años ‘50, cuando Don Felipe Marvaso, un inmigrante italiano, realizaba su primer proceso comercial basado en la elaboración del aceite comestible, cuya fabricación era prácticamente artesanal para la época, y buscaba ponerle un nombre a su marca para poder identificar su producto insignia. De esta manera, surgió Marolio a partir de la conjunción de las primeras tres letras de su apellido «Mar» y «olio» por el olivo, ahí comenzó todo. Lo que vino después Marvaso jamás lo hubiese imaginado. En 1985 Víctor Fera, propietario de un supermercado minorista en Laferrere, compró la marca La empresa que por entonces se dedicaba a la industria del aceite atravesaba por una difícil situación económica hasta que en 1985 Víctor Fera, propietario de un supermercado minorista en Laferrere, compró la marca. «Mi padre trabajaba con mi abuelo, tenían una verdulería, un almacén y una carnicería y así fueron creciendo. En aquel momento, Marvaso contaba con una sola fábrica de 400 metros cuadrados para envasar aceite. Funcionaba sobre la avenida Larrázabal, en Capital Federal», cuenta su hijo Juan. Juan o Juancito, como también se lo conoce, es hijo de Víctor Fera y desde 2010 se desempeña como director de Marolio S.A. También dirige todas las empresas que componen el grupo: Marolio, Molto, Esencial, Cavas San Julián, El Buda y supermercados Maxiconsumo. Además, desde hace casi dos años es el presidente de la Unión Industrial de General Rodríguez, donde trabaja activamente en la industria pyme. En diálogo exclusivo con iProfesional.com, repasa los orígenes de la compañía. Entonces, la historia de Marolio se reinventa en los ‘80 con la familia Fera. De a poco, comenzaron a envasar aceite y así fueron creciendo lentamente. Luego mudaron la envasadora de Capital a la localidad de Caseros (partido Tres de Febrero) para continuar con el proceso de su producto insignia. Pero como las cosas al principio no funcionaban tan bien como pretendían, entonces regresaron al mercado mayorista. «Cuando mi padre vuelve al mercado mayorista Marolio pasó a ser parte de lo que hoy se llama las marcas propias, una de ellas es Maxiconsumo. Antes se llamaba ‘Supermercado Juan’ hasta que se juntó con un amigo y en 1989 comenzó con una sucursal de Panamericana y Ruta 197 hasta que en 1993 nació Maxiconsumo como cadena mayorista. Dentro de Maxiconsumo comenzamos a trabajar muy fuerte con la marca Marolio, que era como una marca propia» relata su hijo Juan. Marolio es una empresa netamente familiar, como la mayoría de las pymes en Argentina y se maneja como tal pese a su enorme crecimiento en tan solo una década. Atravesada por dos generaciones, actualmente se encuentra administrada por sus siete hermanos aunque en realidad son cinco primos y dos hermanos. La familia de Juan Fera está íntegramente ligada al grupo: su hermano Andrés dirige la pata comercial de las sucursales, su primo Diego se encarga de las finanzas, Juan Manuel está al frente del departamento de Recursos Humanos, Romina es la arquitecta de los locales y Melina y Mariela, en Comercio Exterior. En tanto, su padre Víctor supervisa la empresa que hoy manejan sus hijos. Con sólo 14 años, Juancito se unió a la empresa familiar para hacer changas los fines de semana. Luego, estudió Marketing en la UADE y en 1997 fue nombrado gerente de Ventas de Maxiconsumo hasta que en 2010 se convirtió en el director de Marolio SA, una empresa que trabaja en forma independiente que el resto de las compañías de los Fera. Según el máximo directivo, en 2008 Marolio comenzó a consolidarse como una marca de mercado cuando su familia adquirió la marca de alimentos agroindustriales Molto, que también se fue expandiendo con el paso del tiempo y fue ganando terreno en el mercado gracias a la plantación de frutas, hortalizas y el envasado de tomates en formatos Tetrabrick, en Tetra Recart y también en lata, entre otros productos. Pero dos años más tarde llegará un antes y un después para la compañía. «En octubre de 2010 empieza este gran sueño argentino como yo lo llamo de Marolio Sociedad Anónima (SA). Lo que hicimos fue separar el retail de la industria. Ahí es donde Marolio empieza a tomar una vida propia y bien distinta, donde ya deja de ser la marca propia del mayorista transformándose en una marca de mercado. Hoy podés conseguirla en la cadena de mercados de la superficie, en los competidores de Maxiconsumo y ahí es donde realmente se abre el negocio en dos partes: la pata industrial y la comercial», explica Juan. «Son dos empresas totalmente independientes, nos movemos por separado. Si bien estoy a cargo de Marolio todos opinamos, obviamente trabajamos en conjunto pero comercialmente e industrialmente somos dos empresas completamente distintas» aclara. Con mucho esfuerzo y sacrificio, Marolio se fue consolidando en el marcado de alimentos a través del tiempo logrando que sus productos estén en la mesa de los argentinos sin distinción de generaciones ni status social. Hoy en día despliega un «menú» con más de 800 productos y sigue apostando al mercado local. Marolio es una empresa nacional que mantiene una sólida estructura cuya premisa es apostar siempre la inversión local para mejorar la calidad de sus productos día a día y así llegar a las mesas de los argentinos a un precio justo. Posee cinco plantas de elaboración propia y cuenta con unos 4.000 empleados sumando todas las empresas que componen el grupo. Además, continúa expandiéndose con nuevas líneas de alimentos como la producción de pan rallado y galletitas que próximamente saldrán al mercado, y busca seguir creciendo con la instalación de nuevas fábricas y maquinarias para elaborar alimentos. Para los Fera, es el sueño de toda pyme, un sueño convertido en realidad. «Contra todas las dificultades de concentración de mercado, Marolio es la marca que supo derribar esos muros con mucho trabajo, esfuerzo y dedicación. Hoy estamos a la altura de las grandes industrias. Nacimos muy chiquitos desde hace mucho tiempo, por eso Marolio nos representa como familia. Siento que todo el mundo que nos habla, ya nos conocen y nos dicen que es el sueño de toda industria pyme: haber podido traspasar esa barrera con una competencia muy grande a habernos instalado en la mesa de los argentinos es como esa demostración de que si se hacen bien las cosas, se puede», enfatiza. Levantar una pyme y hacerla perdurar a través del tiempo. Para el máximo ejecutivo, Marolio es el principal orgullo de su familia, un sueño convertido en realidad. «Significa haber podido superar esa barrera y poder ser el camino de consulta, por eso trabajo tan fuerte en el gremio empresarial. Es cómo trabajar para conseguir esto que podemos hacer que es muy difícil, muchos lo ven como imposible y yo les digo que se puede. Hay un camino y hay que trabajarlo, son muchas horas, pero se puede hacer. Eso representa Marolio, es como el premio al trabajo pyme». Dentro de los 800 alimentos que tiene en su portfolio, Marolio elabora aceite de girasol, fideos, arroz, jugos, harinas, galletitas, legumbres, vinagres y yerbas. También cuenta con una línea de botellas a base de cítricos como limón, pomelo y amargo Serrano y la línea roja de tomates. «Somos los productores número uno en puré de tomates, arvejas y pastas, esta última es una línea que se inauguró en diciembre de 2019 con la instalación de una fábrica de pastas en General Rodríguez, una línea que está a la altura de las de Europa y donde hoy tenemos una gran participación en el mercado. Ésa fue la llave para empezar a exportar y nos enorgullece», desliza Juan Fera. Si bien el principal interés está puesto en el mercado local, también exportan alimentos a Uruguay, Chile, Venezuela y Panamá. Incluso, la compañía está en negociaciones para llevar sus productos a Brasil y Bolivia. Marolio ha crecido a un ritmo frenético en la última década y cuenta con varias plantas para elaborar sus productos en distintos puntos de la Argentina. En Lavalle (provincia de Mendoza) producen la línea roja (tomate, fibrado), conservas (arvejas, lentejas, garbanzos) y frutas (duraznos, peras, etc.). En Villa Lugano está la planta que elabora jugo de limón, aceto balsámico, vinagres más toda la línea de aderezos y el envasado del aceite. En la planta de Santa Fe tiene un molino donde también producen arroz. La última fábrica se inauguró en diciembre de 2019, en General Rodríguez, y cuenta con un terreno de 100 hectáreas donde se elaboran pastas. Es la fábrica de fideos más grande de Sudamérica.

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