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  • Ola polar y fruta quemada: citricultura entrerriana sufre el golpe del frío extremo

    Parana » AIM Digital

    Fecha: 28/07/2025 10:45

    La reciente ola polar dejó secuelas profundas en el corazón citrícola de Entre Ríos. Productores de Villa del Rosario y Federación coincidieron en que las heladas intensas, sumadas a los eventos climáticos previos como el granizo y la sequía, provocaron un fuerte impacto en la producción. Aunque en algunas zonas las plantas resistieron, la fruta no corrió la misma suerte: en muchos casos, se quemó por completo. Marcos Dal Mazo, presidente de la Asociación de Citricultores de Villa del Rosario, explicó desde su quinta familiar: “La helada fue fuerte en toda la zona, con temperaturas muy bajas para lo que es habitual en nuestra región. Sufrimos térmicas de hasta 7 grados bajo cero y ya se están viendo los daños, sobre todo en la recolección de mandarinas. En planta, al menos en nuestra zona, no tanto; aunque en otras regiones sí hubo más daño en las plantas”. El dirigente añadió que, si bien cierto nivel de frío favorece la calidad del fruto, esta vez el fenómeno fue extremo: “Siempre se habla de que los cítricos necesitan algo de frío, alguna helada, pero no con estas temperaturas. Cuando decimos ‘heladita’ nos referimos a cero grados. Ya cuando baja de eso, se complica, más aún viniendo de un período de sequía”. Por su parte, Elvio Calgaro, productor de la misma región, coincidió en que el daño más visible está en la fruta: “Las plantas no muestran un daño como en otros años, cuando se las veía marrones y secándose. Este año parecen intactas, pero lo que sí se ve es lo que pasó con la fruta: una gran parte está literalmente quemada”. Con experiencia en varias campañas, Calgaro subrayó que el cítrico no está preparado para estas temperaturas: “No podemos hablar de una helada temprana, sino de un fenómeno atípico, con varias jornadas de frío extremo sostenido que dejó su marca”. Desde Federación, Héctor Toller señaló que en su zona el impacto fue algo más leve gracias al microclima generado por el lago, aunque la situación general sigue siendo preocupante. “Fueron muchas horas de helada intensa: a las 7 de la tarde ya estaba helando y el fenómeno se mantuvo hasta el mediodía del día siguiente”, relató. La incertidumbre ahora se traslada a la comercialización: la fruta dañada pierde valor en el mercado y complica la rentabilidad de la campaña. El sector citrícola, uno de los pilares productivos de la región, vuelve a quedar en jaque por los efectos de un clima cada vez más extremo.

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