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Parana » AIM Digital
Fecha: 28/07/2025 10:33
En 2024, los proyectos de energía solar y éolica fueron, respectivamente, un 41 por ciento y un 53 por ciento más baratos que las alternativas fósiles, según un nuevo informe de Irena. Las energías renovables consolidan su liderazgo como la opción más económica en el mercado energético global. Así lo confirma el nuevo informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena), Renewable Power Generation Costs in 2024, que señala que el 91 por ciento de los proyectos renovables puestos en marcha el año pasado fueron más rentables que cualquier alternativa fósil nueva. El informe destaca que la caída de costes en tecnologías como la solar fotovoltaica y la eólica terrestre se debe a la innovación tecnológica, cadenas de suministro más competitivas y economías de escala. En 2024, los proyectos de energía solar fueron, en promedio, un 41 por ciento más baratos que las alternativas fósiles de menor precio, mientras que la eólica terrestre fue un 53 por ciento más económica, con un coste de 0,034 dólares por kilovatio-hora (kWh), frente a los 0,043/kWh de la solar. Durante 2024 se añadieron 582 gigavatios (GW) de capacidad renovable a nivel mundial, lo que permitió evitar el uso de combustibles fósiles valorados en aproximadamente 57.000 millones de dólares (unos 48.700 millones de euros). Al considerar todas las instalaciones renovables en operación, el ahorro acumulado en costes fósiles alcanzó los 467.000 millones de dólares (sobre 400.000 millones de euros), según Irena. Y más allá de los aspectos económicos, las energías renovables “ofrecen ventajas al reducir la dependencia de los mercados internacionales de combustibles y al mejorar la seguridad energética”, señala el informe. El director general de la Agencia, Francesco La Camera, señala que “la competitividad de costes de las renovables es una realidad. La nueva energía renovable supera a los fósiles en coste y ofrece un camino claro hacia una energía asequible, segura y sostenible”. No obstante, advirtió que “las tensiones geopolíticas, los aranceles comerciales y las restricciones en el suministro de materiales amenazan con ralentizar este progreso”. El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, también se pronunció: “La energía limpia es economía inteligente. Las renovables están en ascenso, la era de los combustibles fósiles se desvanece, pero los líderes deben eliminar barreras, generar confianza y liberar la inversión. Las renovables están iluminando el camino hacia un mundo de energía asequible, abundante y segura para todos”. Desafíos persistentes A pesar de las tendencias positivas, Irena advierte sobre varios obstáculos. En mercados como Europa y América del Norte, los altos costes estructurales —incluyendo retrasos en permisos, capacidad limitada de las redes y mayores gastos asociados al sistema— están elevando los precios. En contraste, Asia, África y América del Sur podrían experimentar reducciones más pronunciadas gracias a su alto potencial renovable y mayores tasas de aprendizaje. Uno de los retos emergentes más críticos es la integración de las renovables a la red eléctrica. Proyectos de solar y eólica enfrentan retrasos debido a cuellos de botella en la conexión a red, procesos de permisos lentos y cadenas de suministro locales costosas. Estas limitaciones afectan especialmente a países del G20 y mercados emergentes, donde la inversión en infraestructura de red no avanza al ritmo necesario. El financiamiento es otro factor clave. En países del sur global, los altos costes de capital —vinculados a condiciones macroeconómicas e incertidumbres percibidas por los inversores— aumentan significativamente el costo nivelado de la electricidad (Lcoe). Por ejemplo, mientras el coste de generación eólica terrestre fue similar en Europa y África (USD 0,052/kWh en 2024), en África una parte sustancial de ese coste provino del financiamiento, con tasas de capital asumidas de hasta 12 por ciento, frente al 3,8 por ciento en Europa. El papel de la tecnología y el almacenamiento Más allá de la generación, los avances tecnológicos también están fortaleciendo la economía de las renovables. El coste de los sistemas de almacenamiento con baterías (Bess) ha caído un 93 por ciento desde 2010, situándose en 192 dólares el kWh para sistemas a escala de red. Esta caída se debe a la expansión de la fabricación, mejoras en materiales y técnicas de producción optimizadas. Las soluciones híbridas —que combinan solar, eólica y almacenamiento— junto con herramientas digitales habilitadas por inteligencia artificial están mejorando el rendimiento de los activos y la respuesta de la red. Sin embargo, la infraestructura digital, la flexibilidad y la modernización de las redes siguen siendo desafíos urgentes, especialmente en mercados emergentes, donde el potencial completo de las renovables aún está por aprovecharse plenamente. Desde Irena concluyen que los marcos regulatorios estables y previsibles son esenciales para reducir los riesgos de inversión y atraer capital. Instrumentos como los contratos de compra de energía (PPA) juegan un papel central en el acceso a financiamiento asequible. En cambio, entornos políticos inconsistentes y procesos de adquisición poco transparentes socavan la confianza de los inversores. “La transición a las renovables es irreversible, pero su ritmo y equidad dependen de las decisiones que tomemos hoy”, sentencia La Camera. Para consolidar los logros alcanzados, Irena insta a reforzar la cooperación internacional, garantizar cadenas de suministro abiertas y resilientes, y diseñar marcos políticos e inversiones estables, especialmente en los países más vulnerables. Fuente: Portal Climática
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