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» Jackemate
Fecha: 27/07/2025 16:40
Comparte este Articulo... Por Ricardo Marconi (*) Así como el incremento del consumo de drogas ilegales en Rosario, en esta columna lo hemos desarrollado en innúmeras oportunidades, en este caso, puntualmente, intentaremos aportar un granito de arena a una problemática no menor como lo es el consumo desmesurado del alcohol en los jóvenes y niños. El psicólogo Hugo Miguez, en una entrevista periodística –ya en 2004- afirmaba que los patrones del consumo de alcohol variaron desde las dos décadas anteriores y lo seguían haciendo, fundamentalmente entre los jóvenes, a tal punto que hoy por hoy se ha profundizado hasta alcanzar una estimación farmacológica. La historia de la humanidad nos ha mostrado a la ebriedad como un episodio habitual que da como resultante la desinhibición y el descontrol. En el pasado se bebía alcohol (vino) sólo en las comidas y, en la mesa familiar, los chicos sólo llegaban a tomar una copa, pero “con soda”. Eso ya forma parte del pasado. El mercado ha impuesto a la cerveza a partir de la década del 80, estimulada entre la juventud por fuera de lo que se considera el acompañamiento de lo alimentario. Y en la actualidad las campañas publicitarias se han direccionado a jóvenes y a los “chicos”. Para el 2001 la ingesta de cerveza anual llegó a un promedio mínimo de 35 litros, según Miguez. Actualmente jóvenes mujeres y varones, en solitario, beben bebidas alcohólicas para sentir los efectos del alcohol, más que por apetencia a la bebida para hacer descender su nivel de tedio, de pena, de desesperanza y ello, como consecuencia no advierte la modificación de su comportamiento, o lo hace a destiempo, tras generar actos de violencia que en más de una oportunidad desencadenan actos mortales en terceras personas o en sí mismo. Los jóvenes se encuentran chocando de frente y de improviso en muchas oportunidades, de manera diaria, a demandas sociales extremadamente duras. Antes se iniciaba el proceso cuando pretendían ingresar a una confitería bailable y debían pasar por una selección. La realidad es aún hoy más brutal, ya que -para dar un ejemplo-, en Rosario, en algunas cervecerías de la avenida Pellegrini, sólo ingresan quienes han hecho reservas o cuando las mismas han sido cumplidas y quedan lugares vacíos. Los lugares son disputados silla a silla y cada joven o grupo, si logra ingresar, se embriagan atontados por la música ensordecedora y con imágenes paradisíacas a los que es muy poco probable que puedan acceder, debido a su muy limitada situación económica. Cualquier experto en el tema que nos ocupa sabe que la iniciación precoz en el alcohol se produce en un contexto social farmacolizado en lo que concierne a las relaciones sociales y los jóvenes y aún los más chicos reproducen en las cervecerías las vidas que tienen en sus casas “cuando la alternativa a los conflictos son los psicotrópicos”, según expresa el entrevistado en la nota aludida. Hay otros especialistas que aseguran que el alcohol está generando muchos problemas en la juventud argentina, debido a la impresionante cantidad de cosas que se le ofrece para que consuman y es aún más grave la consecuencia de ello debido a que los jóvenes, en un gran número, se encuentran desprovistos de pensamiento crítico para discriminar, ya que sólo escuchan la oferta y sus gustos personales. Desde el punto de vista de la educación, está resentida su capacidad analítica. Y si se resiste en un grupo a beber, es considerado un disidente. Si ello se produce en un joven de sectores “populares” como se señala actualmente a los más cercanos a situaciones de debilidad económica, el criticado asume su realidad como inmodificable y no lucha para acceder a lograr un cambio en el marco de modelos sociales que son considerados actualmente como exitosos. Entre los que viven de los demás hay muchos protagonistas en Rosario y podemos señalar como esenciales a mafiosos, contrabandistas bares clandestinos y funcionarios corruptos que fomentan el consumo de ríos de vino de cerveza, de wiski de otras bebidas destiladas. (Jackemate.com) (*) Licenciado en Periodismo – Postítulo de Comunicación Política
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