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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 26/07/2025 16:34
Emilia Attias y su hija Gina disfrutaron de París Durante las vacaciones de invierno en Argentina, Emilia Attias y su hija Gina, fruto de su relación con el Turco Naim, emprendieron una escapada única a París, donde atraviesan el verano europeo. Esta oportunidad permitió que madre e hija se sumergieran en la efervescencia estival de la capital francesa, alternando actividades típicas de turistas con experiencias urbanas cotidianas, y capturando en imágenes la complicidad que define su vínculo. “24 horas en París. Solo ella y yo”, sintetizó Emilia en una frase el espíritu de esta aventura compartida, donde el protagonismo familiar superó cualquier escenario o tendencia de moda. El viaje comenzó con recorridos por la ciudad en distintos medios de transporte, como el emblemático metro parisino. En los vagones, ambas eligieron looks frescos y relajados, adaptados al clima cálido de la estación: Gina combinó una minifalda blanca con campera corta y botas claras, mientras Emilia optó por tonos neutros y accesorios sobrios que reforzaron la comodidad y el disfrute. Entre charlas y risas, la cotidianeidad del transporte público sirvió como telón de fondo para momentos de acercamiento y fotos espontáneas. Durante el día, los paseos incluyeron paradas en grandes iconos de París. Una de las imágenes más representativas retrató a madre e hija en una cabina de la célebre rueda gigante, con el horizonte parisino desplegándose detrás. El abrazo casual y las sonrisas capturadas en la selfie evidenciaron la intimidad del momento, mientras que la silueta de la Torre Eiffel en el fondo reforzó la atmósfera mágica del recorrido. El itinerario sumó además una noche especial a los pies del monumento más emblemático de la ciudad: bajo las luces que iluminaban la torre, compartieron gestos de complicidad, guiños y selfies divertidas, deteniendo el tiempo y convirtiendo la escena en una postal imposible de reproducir en otros contextos. Gina frente a la Torre Eiffel Emilia y Gina en el ttren La vista desde la cima de la Torre La exploración urbana incluyó instantes que reflejaron el interés cultural y el gusto por el diseño y el arte. Un tramo del recorrido las llevó a detenerse ante la vidriera de una clásica librería parisina, donde llamaron su atención los libros de moda, arte y fotografía ordenados en tonos rosa y blanco, con portadas dedicadas a Dior, el Louvre y la alta costura. Esta parada espontánea puso de relieve el placer por descubrir los detalles cotidianos y la riqueza intelectual de la ciudad, más allá de las postales tradicionales. Las imágenes sumaron escenas entrañables de Gina posando con soltura y seguridad cerca de la Torre Eiffel, vestida de acuerdo al clima estival europeo, enmarcada por el cielo nublado y el flujo de turistas en movimiento. Esa libertad y espontaneidad recorrieron todas las fotos del viaje, delineando el perfil de una relación madre e hija basada en el disfrute, la confianza y la celebración de los pequeños rituales durante la travesía. El cruce de estaciones agregó un matiz especial al viaje. Mientras en Argentina el calendario escolar determinaba las vacaciones de invierno, en París el verano invitaba a paseos al aire libre, vestimenta ligera y una agenda colmada de propuestas culturales. La oportunidad de vivir los días de descanso en el hemisferio norte permitió a Emilia y Gina compartir momentos diferentes: desde subirse a una rueda panorámica hasta explorar la vida cotidiana en el metro, recorrer librerías históricas y posar, sin prisas, frente a la Torre Eiffel. Entre selfies, abrazos, caminatas y el descubrimiento de pequeñas joyas urbanas, la experiencia resultó tan memorable como exclusiva para madre e hija. "24 horas en París", escribió la actriz en el pie del carrete El jardín de las Tullerías, ubicado en el Distrito I, entre el Louvre y la plaza de la Concordia Emilia y Gina en La Grande Roue (Foto: Instagram) En cada registro fotográfico —sea en la cabina de la rueda, frente a la librería, en el bullicio del metro o bajo la luz mágica de la noche parisina— sobresalió el valor del tiempo compartido y la autenticidad del vínculo. Así, la escapada de Emilia Attias y Gina a París durante el verano europeo se consolidó como un conjunto de momentos donde la espontaneidad, la cultura y el lazo familiar confluyeron, generando un recuerdo singular que perdurará mucho después del regreso.
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