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Parana » Informe Digital
Fecha: 26/07/2025 13:01
Facundo Nahuel Wolf cumplirá su arresto domiciliario bajo la supervisión de su hermano. Él es uno de los seis individuos detenidos a principios de año por la venta de marihuana en Paraná y Oro Verde. Este viernes, el juez federal de Paraná, Leandro Ríos, decidió otorgarle el arresto domiciliario a Wolf, quien previamente había sido procesado con prisión preventiva por delitos relacionados con el tráfico de estupefacientes en la capital entrerriana y sus alrededores. De acuerdo con la resolución a la que tuvo acceso Ahora, su abogado defensor, Claudio Berón, argumentó que no había riesgos procesales y que su cliente había colaborado con la investigación. Sin embargo, la fiscalía se opuso a su excarcelación al considerar grave el delito y la pena esperada. Aun así, opinó que el arresto domiciliario podría ser una alternativa viable a la prisión preventiva, apoyada por nuevas normativas y una opinión positiva anterior de la Cámara Federal de Apelaciones. El principal obstáculo para la excarcelación de Wolf fue la seriedad de la acusación, según lo expuesto por el juez Ríos en su resolución de 34 páginas. Los seis acusados enfrentan cargos por comercio de estupefacientes agravado debido a la participación organizada de tres o más personas, un delito que prevé penas de 6 a 20 años de prisión efectiva, incompatible con una condena condicional. La Cámara Federal de Apelaciones de Paraná ya había validado su procesamiento con prisión preventiva, respaldado por “tareas de campo”, “conversaciones telefónicas” y los resultados de los allanamientos. El juez enfatizó que persisten altos “riesgos procesales”, elementos que justifican la privación preventiva de libertad. Subrayó un considerable peligro de fuga debido a la elevada pena esperada y al dinero y recursos incautados a la organización delictiva, que ascienden a 19.451.680 pesos, 54.185 dólares y 116 reales, además de instalaciones extensas para el cultivo. Esto sugiere que la organización podría facilitar la evasión de Wolf de la justicia, lo que vuelve insuficientes sus lazos familiares para garantizar su arraigo. También se identificó un riesgo de obstrucción a la investigación, ya que aún quedan pruebas pendientes, como audiencias testimoniales y análisis de teléfonos e informática. Existe la posibilidad de que Wolf influya o presione a testigos o a otros implicados en la cadena delictiva. El juez destacó la necesidad de un “especial deber de cuidado” por parte de los magistrados en casos de narcotráfico, dada la capacidad de las organizaciones criminales que “desprecian completamente el orden jurídico” y que trascienden los límites estratégicos, logísticos y económicos del Estado. El objetivo del Derecho Penal es garantizar el “mantenimiento del orden social”, protegiendo no solo los derechos de los acusados, sino también a quienes sufren las consecuencias de los delitos, en línea con el principio constitucional de “afianzar la justicia”. A pesar del rechazo a la excarcelación, el juez Ríos accedió a la solicitud de arresto domiciliario. Esta decisión fue posible porque el Ministerio Público Fiscal, en su rol de director de la investigación, reconsideró su postura inicial y consideró que el arresto domiciliario era una “modalidad adecuada” para asegurar la presencia y sujeción de Wolf al proceso, al tiempo que minimiza las posibilidades de obstrucción. Facundo Nahuel Wolf cumplirá esta medida bajo la tutela de su hermano, con condiciones estrictas: deberá comparecer mensualmente ante el Juzgado Federal y solicitar autorización previa para salir de su domicilio. La Dirección de Control y Asistencia de Ejecución Penal supervisará su cumplimiento mediante informes periódicos. El juzgado advirtió que cualquier incumplimiento injustificado de estas condiciones resultará en la “inmediata revocación” del arresto domiciliario. Los procesamientos se dictaron a fines de marzo por el juez federal Leandro Ríos y abarcaron a todos los detenidos en los operativos realizados el 19 de marzo en Paraná y Oro Verde. Todos permanecen en prisión preventiva, excepto uno de los imputados, que fue liberado ante la falta de mérito. Durante los allanamientos, la policía secuestró 1.818 plantas de marihuana, más de 10 kilos de la misma y una gran cantidad de semillas, algunas de ellas germinadas. También se hallaron otras sustancias como MDMA (éxtasis), LSD, cocaína y cristal. Por ejemplo, en el domicilio de calle Juan B. Justo se encontraron 384 plantas de marihuana y numerosos equipos para su cultivo. En el comercio “El Esqueje Grow Shop”, se hallaron flores y cogollos de marihuana en distintas presentaciones, además de semillas germinadas. La investigación reveló que los acusados formaban parte de una estructura criminal organizada y permanente que, entre marzo de 2024 y marzo de 2025, se dedicaba a la producción y distribución de cannabis sativa. El material provenía de cultivos realizados en domicilios particulares, locales comerciales y galpones, todos acondicionados con tecnología avanzada. Además de las plantas y sus derivados, se confiscaron grandes sumas de dinero en efectivo en los múltiples allanamientos. Según la resolución judicial, la droga era comercializada en Paraná y sus alrededores, tanto en puntos fijos como mediante entregas a domicilio, acordando previamente los lugares de encuentro. Los principales acusados son Iván Gregorio Malajovich, señalado como líder y organizador, Tomás Eduardo Caraballo y Alejandro Sebastián Bornisen, este último con antecedentes penales por tráfico de estupefacientes. Los tres están acusados de organización y financiamiento de actividades de comercio de estupefacientes, causas que se agravan por la participación de tres o más personas. En tanto, Facundo Nahuel Wolf, Marcos Jesús Caraballo y Claudia Patricia Caraballo son considerados colaboradores y partícipes secundarios en la siembra y cultivo, siendo procesados también por comercio de estupefacientes agravado. Fuente: Ahora.
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