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  • Por qué las grandes ciudades están cambiando para adaptarse a la vida con mascotas

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 25/07/2025 12:51

    Emmanuel Ferrario en Infobae en vivo En las grandes ciudades, la convivencia con mascotas ha dejado de ser un simple aspecto de la vida doméstica para convertirse en un fenómeno social y económico que redefine la organización urbana, el trabajo y la economía. Tras la pandemia, el regreso a las oficinas y la intensificación del vínculo entre personas y animales han generado nuevos desafíos y oportunidades, desde la proliferación de servicios especializados hasta debates sobre la regulación y la infraestructura urbana. Según un análisis publicado por Infobae en vivo, la Ciudad de Buenos Aires y otras metrópolis del mundo experimentan una transformación profunda hacia entornos cada vez más pet friendly, donde la presencia de perros y gatos influye en la vida cotidiana, el diseño de espacios públicos y la economía local. El auge de la tenencia de mascotas en Argentina y Buenos Aires La magnitud del fenómeno se refleja en cifras contundentes. En Argentina, casi el 80% de las familias convive con un perro o un gato, y en la Ciudad de Buenos Aires, el 40% de los hogares tiene al menos una mascota. Esto equivale a cerca de 900.000 perros y gatos solo en la capital, según datos citados por Emmanuel Ferrario, politólogo y legislador porteño, en su columna habitual en Infobae. La tendencia no es exclusiva de Argentina: se observa un crecimiento sostenido de la tenencia de mascotas en las principales ciudades del mundo, impulsado por cambios en los estilos de vida y la búsqueda de compañía, especialmente en hogares unipersonales. Un vínculo intensificado: sacrificios y emociones El lazo emocional entre humanos y mascotas se ha fortalecido notablemente en los últimos años. Encuestas recientes ilustran hasta qué punto los animales de compañía ocupan un lugar central en la vida de las personas. Un estudio de la consultora Harris, citado por Infobae, reveló que el 63% de los encuestados estaría dispuesto a entregar años de su vida para dárselos a su mascota. Además, el 67% dejaría de consumir alcohol durante un año si eso significara prolongar la vida de su animal. Entre los centennials o generación Z, el 80% manifestó una disposición similar. Ferrario subrayó que el 75% de las personas considera a su mascota parte de la familia, lo que evidencia la profundidad de este vínculo y su impacto en las decisiones cotidianas. Dilemas urbanos: la vuelta a las oficinas y el tiempo en soledad El regreso progresivo a las oficinas tras la pandemia ha reavivado un dilema para quienes tienen mascotas: ¿qué hacer con el animal durante la jornada laboral? De acuerdo con una encuesta de Great Place to Work, el 50% de las oficinas en Argentina ya ha retomado la presencialidad, mientras que solo el 30% de los trabajadores continúa en modalidad remota. El 60% afirma trabajar más que antes de la pandemia, lo que reduce el tiempo disponible para estar con sus mascotas. La Asociación Americana de Veterinaria, citada por Infobae, recomienda que un perro adulto no permanezca solo más de seis a ocho horas, y que un cachorro no supere las dos a cuatro horas diarias sin compañía. Este límite plantea desafíos para quienes deben ausentarse por motivos laborales, especialmente en ciudades donde los desplazamientos y las jornadas extensas son habituales. Oficinas y empresas pet friendly: ejemplos y desafíos Ante esta realidad, algunas empresas han optado por flexibilizar sus políticas y permitir la presencia de mascotas en el lugar de trabajo. Amazon, por ejemplo, cuenta con 15.000 perros registrados a nivel global y otorga credenciales a los animales de sus empleados para facilitar su ingreso. Google, Salesforce y Netflix Argentina también han adoptado esquemas pet friendly, principalmente en áreas vinculadas al talento creativo. Sin embargo, la convivencia en espacios laborales plantea desafíos adicionales. Ferrario explicó en Infobae que la decisión de permitir mascotas en la oficina no depende solo de la buena voluntad de los directivos, sino que requiere la intervención de recursos humanos, la implementación de reglas de limpieza y comportamiento, y la consideración de quienes sienten temor o incomodidad ante la presencia de animales. No todos los perros se adaptan fácilmente a estos entornos, y la gestión de posibles conflictos es un aspecto clave para el éxito de estas iniciativas. Convivencia urbana: transporte, espacios públicos y normas La presencia masiva de mascotas en las ciudades impacta en múltiples aspectos de la vida urbana. El transporte público, los espacios verdes, los caniles y las normas de convivencia se ven afectados por la necesidad de integrar a los animales en la rutina diaria. Ferrario destacó en Infobae que la organización de la ciudad debe contemplar tanto los derechos de los dueños de mascotas como el respeto por quienes no comparten esta preferencia. El uso de correas en espacios públicos, la recolección de desechos y la prevención de accidentes son temas recurrentes en el debate sobre la convivencia. La falta de cumplimiento de estas normas puede generar conflictos entre vecinos y complicar la integración de los animales en la vida urbana. Además, la infraestructura disponible, como caniles y parques móviles, resulta insuficiente en muchas ciudades, lo que limita las opciones para quienes desean compartir tiempo con sus mascotas fuera del hogar. Economía de servicios para mascotas: un mercado en expansión El crecimiento de la tenencia de mascotas ha impulsado una economía paralela de servicios especializados. Guarderías, paseadores, hoteles y plataformas de cuidado temporal se multiplican para responder a la demanda de quienes no pueden estar todo el día con sus animales. En Estados Unidos, la economía de mascotas pasó de 17.000 millones de dólares en 1991 a 157.000 millones en la actualidad, según cifras citadas por Infobae. El fenómeno de las guarderías diurnas, conocido como "dog daycare“, se ha consolidado en países como Estados Unidos, donde el 40% de los dueños lleva a su perro a estos establecimientos al menos cuatro veces al mes. En el Reino Unido, la figura de las "pet sitters" o niñeras de mascotas también gana terreno, y la reputación de los cuidadores se construye a través de recomendaciones y plataformas especializadas. En Argentina, aunque la oferta de estos servicios crece, la regulación aún es incipiente y la accesibilidad limitada. Regulaciones y debates: ejemplos internacionales y desafíos locales La adaptación de las ciudades a la convivencia con mascotas ha dado lugar a nuevas regulaciones y debates. Suecia, por ejemplo, estableció por ley que ningún perro puede permanecer solo más de seis horas consecutivas; si los vecinos denuncian un incumplimiento, se considera maltrato animal. En el Reino Unido, la contratación de cuidadores de mascotas se apoya en sistemas de recomendaciones y plataformas comunitarias. En Argentina, el debate sobre la regulación de los servicios para mascotas y la protección contra el maltrato animal se encuentra en pleno desarrollo. Ferrario mencionó en Infobae la importancia de contar con registros de maltratadores y de garantizar la seguridad y el bienestar de los animales en todos los ámbitos, desde el hogar hasta los espacios públicos y los servicios profesionales. Salud, bienestar y soledad: el rol de las mascotas en la vida urbana Más allá de los aspectos prácticos y económicos, la presencia de mascotas en las ciudades cumple una función social y psicológica relevante. En contextos de soledad y hogares unipersonales, los animales de compañía actúan como sostén afectivo y contribuyen a reducir el estrés y la ansiedad. Estudios citados por Infobae indican que quienes tienen perros tienen un 60% más de probabilidades de conocer gente en su barrio, lo que favorece la integración social y el sentido de comunidad. El paseo diario, además de ser una necesidad para el animal, se convierte en una oportunidad para establecer vínculos y fortalecer la red de apoyo entre vecinos. Sin embargo, la responsabilidad de cuidar a una mascota implica también un compromiso económico y de tiempo que no todos están dispuestos o en condiciones de asumir. Costos y responsabilidades de tener mascotas en la ciudad El mantenimiento de una mascota en la ciudad representa un gasto significativo. Los costos incluyen el alimento, la atención veterinaria, las vacunas, el pago de paseadores y, en algunos casos, el uso de guarderías u hoteles. Ferrario detalló en Infobae que el precio de un paseo puede variar entre 2.000 y 4.000 pesos por día, dependiendo del servicio y la cantidad de animales. La responsabilidad de quienes ejercen como paseadores es alta, ya que deben garantizar la seguridad y el bienestar de los perros bajo su cuidado. La proliferación de servicios para mascotas ha generado nuevas oportunidades laborales, pero también exige una regulación adecuada para evitar situaciones de improvisación o negligencia. La profesionalización del sector es un desafío pendiente en muchas ciudades, donde la demanda supera a la oferta y la calidad de los servicios varía considerablemente. Ciudades en transformación: nuevas infraestructuras y convivencia responsable Las ciudades responden a este fenómeno con la creación de nuevas infraestructuras y servicios. Caniles, parques móviles y espacios de trabajo pet friendly son algunas de las iniciativas que buscan facilitar la convivencia entre personas y mascotas. En Melbourne, Australia, existen carriles y zonas de trabajo al aire libre donde los dueños pueden instalarse con sus perros y acceder a servicios como wifi, en entornos diseñados para el bienestar animal. Sin embargo, la convivencia urbana requiere también de responsabilidad compartida. El respeto por las normas, la consideración hacia quienes no tienen mascotas y la adopción de buenas prácticas son fundamentales para garantizar una integración armónica. Como concluyó Ferrario en Infobae, la transformación de las ciudades hacia entornos pet friendly es un proceso en marcha que demanda compromiso, regulación y una visión inclusiva del espacio público.

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