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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 25/07/2025 06:40
El uso de tecnologías de escaneo avanzadas permitió identificar formaciones ocultas en una zona poco explorada, abriendo nuevas perspectivas para la arqueología egipcia (REUTERS) A escasos metros de las emblemáticas pirámides de Giza, un equipo internacional de arqueólogos detectó dos estructuras subterráneas inusuales que podrían reescribir parte de la historia del antiguo Egipto. El hallazgo despertó una gran expectativa en la comunidad arqueológica mundial, según difundió Science Focus. Utilizando avanzadas tecnologías de radar de penetración terrestre y tomografía de resistividad eléctrica, los investigadores japoneses y egipcios identificaron una estructura en forma de L, de unos 10 metros de longitud, situada a poca profundidad bajo la arena, y una segunda anomalía aún más profunda, cuya naturaleza exacta permanece envuelta en el misterio. El descubrimiento tuvo lugar en el cementerio occidental de Giza, una vasta necrópolis de más de 4.500 años de antigüedad, reconocida por albergar las tumbas de miembros de la realeza y altos funcionarios del antiguo Egipto. A diferencia de otras zonas del sitio, repletas de mastabas —tumbas rectangulares de techo plano construidas en piedra o ladrillo de barro—, el área donde se detectaron las nuevas estructuras había sido poco explorada hasta ahora. Ante la ausencia de edificaciones visibles en la superficie, los arqueólogos la consideraran durante décadas un terreno sin interés aparente. El equipo internacional de arqueólogos halló una estructura en forma de L y una segunda anomalía profunda cerca de las pirámides de Giza, Egipto (Archeological Prospection) La aplicación de tecnologías de escaneo subterráneo cambió radicalmente la percepción hacia la zona. Según los datos publicados por la revista Archaeological Prospection, el equipo liderado por Motoyuki Sato, de la Universidad de Tohoku, localizó primero un objeto de aproximadamente 10 metros de largo y situada a unos 2 metros bajo la superficie. Aunque el hallazgo no finalizó allí, justo debajo de esta estructura, a una profundidad de entre 5 y 10 metros, los instrumentos detectaron una segunda anomalía de mayor tamaño y con características eléctricas inusuales. Tecnologías de vanguardia en arqueología El avance fue posible gracias al uso combinado de dos técnicas geofísicas: el radar de penetración terrestre (GPR, por sus siglas en inglés) y la tomografía de resistividad eléctrica (ERT). Según detalló Popular Mechanics, el GPR funciona enviando ondas de radar al subsuelo; cuando estas ondas encuentran un objeto enterrado, rebotan y son captadas por un detector en la superficie. Mediante esta tecnología, los científicos pudieron construir un mapa tridimensional de lo que se oculta bajo tierra. Por su parte, la ERT introduce corrientes eléctricas en el terreno y mide la facilidad con la que la electricidad atraviesa los distintos materiales, identificando así cambios en la composición del subsuelo. Estas herramientas revolucionaron la arqueología moderna, permitiendo identificar estructuras y anomalías sin necesidad de excavar. En palabras del equipo de Sato: “En la prospección inicial con GPR y ERT encontramos una anomalía en el norte del sitio de estudio. El área de la anomalía pudo establecerse aproximadamente, pero la estructura y la ubicación exacta no estaban claras”. Las tecnologías de radar de penetración terrestre (GPR) y tomografía de resistividad eléctrica (ERT) fueron clave para el hallazgo (Archeological Prospection) Cementerio occidental de Giza: contexto y relevancia El cementerio occidental de Giza es uno de los lugares de enterramiento más importantes del antiguo Egipto. Construido en la misma época que las pirámides, alberga numerosas mastabas que fueron objeto de excavaciones durante décadas. Sin embargo, la zona donde se realizó el reciente hallazgo había permanecido prácticamente inexplorada debido a la falta de indicios de actividad humana. Además, el hallazgo cobra especial relevancia porque, de confirmarse que se trata de una tumba o de una estructura funeraria, podría aportar información inédita sobre las prácticas de enterramiento y la organización social en el Egipto faraónico. Sumado a que la proximidad con las pirámides aumenta el interés por el posible estatus de los individuos que pudieron haber sido sepultados allí. Interpretaciones y cautela de los expertos A pesar del entusiasmo generado por el descubrimiento, los investigadores insisten en la necesidad de ser prudentes respecto a la naturaleza exacta de las estructuras. Motoyuki Sato y su equipo han sugerido que la forma en L podría indicar una entrada a la estructura más profunda, posiblemente una tumba. Sin embargo, los arqueólogos también reconocieron que, con los datos actuales, no es posible determinar el material que causa la anomalía detectada por los instrumentos. “Podría ser una gran estructura arqueológica subterránea”, añadieron. El Dr. Roland Enmarch, egiptólogo de la Universidad de Liverpool, consultado por Science Focus, subrayó la incertidumbre que rodea al hallazgo. “Hasta que no se excave, es difícil decir más sobre la estructura en L, pero no me sorprendería que fuera una tumba”, afirmó. Y también señaló que al no estar alineada con las mastabas visibles en la superficie, podría indicar una función o cronología diferente. Futuras excavaciones serán necesarias para confirmar la naturaleza y función de las estructuras detectadas (Archeological Prospection) Expectativa ante futuras excavaciones El siguiente paso, según coinciden los expertos, será realizar excavaciones controladas en el área para verificar en terreno lo que las tecnologías revelaron. Con respecto a ello, Enmarch expresó: “Espero con interés los resultados de las excavaciones para verificar las observaciones del GPR”. La comunidad arqueológica internacional permanece atenta a los avances de este proyecto, que promete arrojar nueva luz sobre los secretos aún ocultos bajo la arena de Giza. Por ahora, la combinación de tecnología de vanguardia y el rigor científico abrió la puerta a un posible descubrimiento mayor, cuya confirmación dependerá de las futuras investigaciones en la zona.
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