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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 24/07/2025 20:55
Avistaron un aguará guazú en Córdoba La sorpresiva aparición de un aguará guazú en la zona urbana de Miramar de Ansenuza, en la provincia de Córdoba, provocó revuelo durante la mañana del jueves. El animal, un ejemplar silvestre protegido, fue avistado desplazándose a gran velocidad por las calles de barrio Parque, en lo que vecinos interpretaron como una posible huida frente al hostigamiento de perros callejeros. Las imágenes del hecho que están en el video que encabeza esta nota, captadas por un residente y difundidas luego por la propia municipalidad de la ciudad cordobesa, muestran al animal corriendo sobre calles de tierra, sin detenerse, en un entorno claramente urbano. El video rápidamente se viralizó en redes sociales y despertó preocupación, tanto por el bienestar del animal como por la interacción cada vez más frecuente entre especies silvestres y zonas habitadas. El aguará guazú, cuyo nombre científico es Chrysocyon brachyurus, es el cánido más grande de Sudamérica. Tiene presencia habitual en provincias como Corrientes, Formosa, Chaco, Santa Fe, Santiago del Estero, Misiones y Córdoba, especialmente en entornos como los bañados del Río Dulce y áreas protegidas del Parque Nacional Ansenuza, donde es objeto de programas de conservación, indicaron medios locales. Frente al episodio, las autoridades municipales emitieron un comunicado a través de sus redes sociales, instando a la población a no intentar capturar ni acercarse al animal. Advirtieron que, pese a su tamaño, se trata de un ejemplar inofensivo para las personas, que evita naturalmente el contacto humano. También se pidió a los vecinos evitar que sus perros lo ataquen y, en caso de avistamiento, contactar de inmediato a la Policía Ambiental o a los guardaparques, proporcionando la ubicación exacta para facilitar su rescate o monitoreo. El municipio reiteró que el aguará guazú es una especie protegida, cuya aparición en zonas urbanizadas puede reflejar tanto la reducción de su hábitat natural como el avance del desarrollo humano sobre áreas que antes eran exclusivamente silvestres. El aguará guazú es el cánido más grande de Sudamérica y está presente en varias provincias argentinas, siendo objeto de programas de conservación en Córdoba En la publicación de su cuenta de Instagram, escribieron: “En las últimas horas se ha registrado la presencia de un Aguará Guazú en la zona urbana. Se trata de un animal silvestre protegido, inofensivo para las personas, y actualmente está siendo monitoreado por las autoridades ambientales”. Luego, cerraron: “Pedimos a la comunidad: No intentar capturarlo ni acercarse. Evitar que los perros lo ataquen. Llamar inmediatamente a la Policía Ambiental o a los guardaparques si se lo ve, para brindar la ubicación exacta y así facilitar su rescate. Estar atentos, pero tranquilos. Es un animal que suele evitar el contacto humano. En caso de estar en zona rural, no intervenir y dar aviso a las autoridades.”. Un antecedente cercano en Chaco Un ejemplar de aguará guazú fue recuperado el pasado 11 de julio en las cercanías del Aeropuerto de Resistencia, en Chaco, tras un alerta que notificó su localización. El despliegue para asegurar al llamado “zorro grande” -traducción al español de su nombre guaraní- se activó a las 6:00, cuando integrantes de la fuerza policial se dirigieron a la zona próxima al aeropuerto. Después del aseguramiento del animal, se convocó a la Brigada Operativa Ambiental (BOA), encargada de proteger la vida silvestre y perseguir delitos ecológicos. Los agentes coordinaron su traslado en condiciones apropiadas y luego fue sometido a revisión por un veterinario especializado, con el objetivo de chequear su salud general. Según consignó Diario Chaco, el reporte veterinario confirmó que el ejemplar no evidenciaba heridas ni indicios de enfermedad, lo que permitió su traslado a un hábitat natural seguro y sin amenazas inmediatas. Entre los mayores riesgos para su supervivencia se encuentran la reducción y alteración de su entorno natural por el avance agrícola, la deforestación y el desarrollo urbano, lo que restringe el territorio disponible e interrumpe corredores ecológicos esenciales para su reproducción y alimentación. A estos factores se suman el tráfico ilegal y la extracción de ejemplares para mascotismo, conductas prohibidas pero que continúan en distintos sitios de Argentina. Los atropellos en rutas y caminos, sobre todo en zonas rurales, son también una causa frecuente de pérdida para esta especie.
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