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» Diario Cordoba
Fecha: 24/07/2025 16:13
A Eugenio, el maestro, Palma del Río le recordará siempre “por ser tan buena gente, tan buena persona” y por su generosa y apasionada entrega a la música. Eugenio Valle Carrasco deja una huella eterna en la memoria de tantos vecinos con canciones inolvidables y por ser creador del grupo Azahares, su grupo desde 1981. Desolación, no solo entre su familia y la gran familia de Azahares, también entre sus tantos amigos y conocidos. Pasear por las calles de Palma con Eugenio era una parada continua. Su gran oído musical, autodidacta, le hizo merecedor de una afirmación que dice “Azahares suena a gloria”, algo de lo que se enorgullecía y le llenaba de responsabilidad en los ensayos y en los recitales del su querido grupo. Eugenio Valle Carrasco ha sido alma de muchas formaciones locales, entre ellas Los Caminantes. Un grupo que en pasadas décadas llenaba de vida los bailes. Ha contribuido a la formación musical de muchos jóvenes, no se olvida su paso por el coro del colegio Inmaculada Concepción, tampoco Palma podrá dejar en el olvido el amor de Eugenio, por ende de Azahares, a la navidad. Villancicos, también propios, que han llenado de espíritu navideño a tantas familias, como las que se reunen cada año en la Misa del Gallo de la parroquia de San Francisco. Pero su gran creación es Azahares, grupo que en sus más de 40 años de historia ha dado grandes logros al universo musical de Palma del Río. Ahora el grupo se ha quedado mudo, sin palabras, ante esta pérdida inesperada y es obligado recordar que puso música al “Romance de la luna, luna”, de Federico García Lorca, cuya creación musical es indiscutiblemente fiel al extremo a la poesía del autor universal; también creador musical de innumerables poesías de Antonio García Chaves, entre ellas una dedicada al grupo que entona “Azahares, armonía, perfumando su cantar, Azahares, melodía, que el tiempo repetirá, Azahares, dulce herida, que no para de sangrar”. En el primer repertorio de Azahares, tras la presentación del grupo en mayo de 1981, en una de sus canciones aparece “vender canciones es como vender amor” y Eugenio Valle ha vendido, regalado, mucho amor. Ahora, Eugenio Valle Carrasco, con su guitarra, se une al recuerdo de la voz de su compañero Manolín, Manuel Fernández Cano, voz solista del grupo durante tantos años.
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