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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 24/07/2025 13:06
Reestrenó Yepeto en el teatro Picadilly, con funciones los miércoles y domingos desde las 20.30 El telón del Teatro Picadilly volvió a alzarse sobre una historia conocida, pero con un pulso renovado. La nueva versión de Yepeto, dirigida por Nicolás Cabré, debutó este miércoles ante un público ansioso y emocionado, en un viaje teatral cargado de recuerdos, desafíos y afectos. Las luces iluminaron a Roly Serrano, Alan Madanes y Luisina Arito en una puesta que revalida la vigencia del texto de Roberto Tito Cossa, un clásico del teatro argentino que sigue abriendo caminos y preguntas. La imagen compartida por Nicolás Cabré Más de veinticinco años pasaron desde aquel joven Nicolás Cabré que, en 1999, encarnó al alumno en la versión cinematográfica de Yepeto, compartiendo pantalla con Ulises Dumont y Malena Figó. ¿Puede una obra atravesar tantas vidas, tantos momentos? Cabré lo deja claro: “Yepeto es un texto que me llega en dos momentos muy diferentes, pero de una manera muy parecida. Cuando era joven, y estaba aún dando mis primeros pasos como actor en cine, me aparece esta posibilidad de hacer esta película y me da la posibilidad de trabajar con un gran actor como Ulises Dumont, y da la responsabilidad de interpretar un papel que ya estaba hecho por Darío Grandinetti. Fue un paso muy importante en mi carrera. Me llenó de experiencias, me llenó de anécdotas", rememoró. Pasó el tiempo y Cabré fue cambiando de lado hasta sumergirse por completo en la dirección. “Hoy, pensando de una manera diferente, vuelve a repetirse esta experiencia, es un gran paso para mí. Me hace cruzar con un actor hermoso como el Roly, me hace conocer a Alan, a Luisina, me llena de experiencias, me llena de anécdotas. Si tengo que resumir lo que es Yepeto en mi vida, en mi carrera, fue un paso muy importante desde lo actoral y hoy es un paso muy importante desde esta otra faceta que estoy empezando a recorrer como director”. En esas palabras resuena el peso de lo vivido y la apertura a lo desconocido. ¿Acaso el arte no impone siempre ese salto en forma de desafío? La sala aplaude. El aire se tensa y se relaja entre la risa nerviosa, las frases que huelen a memoria y los cuerpos que vibran sobre el escenario. Entre el público, los ojos de Rocío Pardo, reconocida bailarina y pareja de Cabré, siguen cada gesto, cada silencio, cada emoción. Ella no quiso quedar fuera del debut: su presencia se sintió en las redes, en las instantáneas compartidas desde la butaca del teatro. “Acompañando a mi director favorito”, escribió, y la frase se volvió guiño y caricia, un gesto íntimo expuesto ante todos. En otra imagen, el saludo final y el aplauso del público quedan congelados, testigos del reconocimiento fuera de la ficción. “Felicitaciones a todos por esta hermosura de obra. Están impecables, ¡bravo! Nicolás Cabré, sos espectacular, mi amor. Increíble tu trabajo, te admiro cada día más.”, expresó Pardo. El incondicional apoyo de Rocío Pardo a Nicolás cabré ¿Se puede pedir más en una noche de estreno? Un director que vuelve a su origen desde el otro lado, actores que renuevan el clásico, amores que celebran y acompañan. Sobre las tablas, Yepeto se reinventa, pero algo permanece: la certeza de que, en cada versión, late una verdad irrepetible. Estrenada originalmente en 1981, en esta versión un profesor maduro, amante de la literatura, se cruza con un joven atleta enamorado de una de sus alumnas. Lo que parece un simple conflicto generacional se transforma en una experiencia emocional que lo sacude profundamente. Dos hombres se ven enfrentados por sus propias inseguridades en una historia que muestra cómo el amor transforma. Una mujer que los une y los separa. Una historia sobre lo que soñamos, lo que perdemos y lo que no podemos dejar de desear.
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