25/07/2025 21:53
25/07/2025 21:52
25/07/2025 21:52
25/07/2025 21:51
25/07/2025 21:51
25/07/2025 21:51
25/07/2025 21:51
25/07/2025 21:51
25/07/2025 21:51
25/07/2025 21:51
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 24/07/2025 08:43
Asegurar que lo que entra y sale del país lo haga bajo normas legales, sanitarias y trazables es una tarea compleja. Requiere infraestructura, coordinación interinstitucional y cooperación internacional (Imagen: Shutterstock) En una región clave para el comercio exterior, como es el Noreste Argentino, tres iniciativas recientes del Estado nacional confluyen para fortalecer el control fronterizo, garantizar la trazabilidad sanitaria y mejorar la articulación binacional. Las acciones, desplegadas principalmente en la provincia de Formosa, reflejan cómo la logística en las zonas de frontera no solo implica circulación de mercancías, sino también el desafío permanente de gestionar riesgos, prevenir delitos y asegurar la competitividad productiva del país. Contrabando: eliminan 25 pasos ilegales sobre el río Pilcomayo El sábado pasado, personal de Gendarmería Nacional llevó a cabo el operativo “Desarme” y destruyó 25 puentes clandestinos sobre el río Pilcomayo, frontera entre Argentina y Paraguay. La intervención fue coordinada por la Agrupación VI “Formosa”, con participación de los escuadrones 15 y 16 y la Sección de Investigaciones Antidrogas “Clorinda”. Estas estructuras precarias de madera, construidas mayormente con pallets, eran utilizadas para el contrabando de mercancías y el cruce ilegal de personas. Según fuentes oficiales, este tipo de intervenciones se realiza de forma periódica para evitar operaciones que eluden los controles aduaneros y migratorios, afectando directamente la trazabilidad y legalidad de las operaciones de comercio exterior. La destrucción de estos pasos irregulares no solo implica un freno a la actividad ilegal, sino también una señal de alerta sobre la necesidad de seguir reforzando la infraestructura de vigilancia logística en zonas con alta circulación de bienes y personas. La clandestinidad de estos cruces, además de generar pérdidas fiscales, pone en riesgo la sanidad de las cadenas productivas y la seguridad fronteriza. Personal de Gendarmería Nacional llevó a cabo el operativo “Desarme” y destruyó 25 puentes clandestinos sobre el río Pilcomayo, frontera entre Argentina y Paraguay (Foto: Gendarmería Nacional) Sanidad apícola: más controles para frenar la entrada de una plaga En línea con el fortalecimiento de los controles en frontera, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) intensificó las inspecciones para evitar el ingreso del Pequeño Escarabajo de las Colmenas (PEC), una plaga presente en países limítrofes como Brasil, Bolivia y Paraguay. Solo en Formosa, entre enero y julio, se impidió el ingreso de más de 400 kilos de productos apícolas y cerca de 5.500 kilos de frutas y verduras que podían hospedar al insecto. La presencia del PEC en Argentina representaría un fuerte impacto negativo para la apicultura nacional. En especial, para provincias como Chaco, que produce alrededor de 900 toneladas de miel al año, según datos del Registro Nacional de Productores Apícolas. El escarabajo ataca directamente las colmenas, destruyendo los cuadros de cría, provocando fermentación de la miel y generando despoblamiento. El control de equipajes, cargas comerciales y vehículos en los puntos de entrada no solo es una medida sanitaria, sino también logística. Evita interrupciones en la cadena de valor apícola y garantiza que los productos exportables mantengan estándares internacionales, fundamentales para sostener la reputación de la miel argentina en los mercados externos. Cooperación sanitaria con Paraguay: base para una logística transfronteriza segura Otro eje que se consolida en la frontera es la cooperación internacional. En el marco del Fondo Argentino de Cooperación Internacional (FO.AR), el Ministerio de Salud de la Nación avanzó con autoridades sanitarias de Paraguay en la implementación del Proyecto de Control Vectorial y Vigilancia Epidemiológica Conjunta de Arbovirus. El objetivo del proyecto es prevenir brotes de dengue y otras enfermedades mediante la vigilancia compartida y la respuesta coordinada en ciudades espejo, como Clorinda (Argentina) y Nanawa y Puerto José Falcón (Paraguay). Entre las medidas destacadas, se incluye la evaluación de capacidades técnicas y logísticas locales para detectar y responder ante emergencias sanitarias. La iniciativa contempla también el desarrollo de protocolos para compartir información estratégica entre ambos países. Esto resulta vital en zonas de frontera con alto tránsito de personas y mercaderías, donde la logística debe estar preparada no solo para mover productos, sino también para sostener sistemas de salud pública interconectados. En este sentido, la articulación binacional no solo fortalece las condiciones epidemiológicas, sino que también suma un nuevo nivel de integración logística: el que prioriza la anticipación a riesgos, la planificación coordinada y la protección de los flujos comerciales frente a contingencias sanitarias. Una frontera logística bajo presión La suma de estas medidas pone en evidencia que la frontera norte de Argentina —en particular, la provincia de Formosa— funciona como un punto estratégico donde confluyen desafíos sanitarios, operativos y comerciales. Desde la prevención del contrabando hasta la vigilancia de plagas o la coordinación ante brotes epidemiológicos, cada intervención impacta en la logística cotidiana del país. Asegurar que lo que entra y sale del país lo haga bajo normas legales, sanitarias y trazables es una tarea compleja. Requiere infraestructura, coordinación interinstitucional y cooperación internacional. Pero sobre todo, una visión integral que entienda que la frontera no es solo un límite geográfico: es un nodo clave para el desarrollo productivo, la seguridad nacional y la sustentabilidad del comercio exterior argentino.
Ver noticia original