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» Diario Cordoba
Fecha: 23/07/2025 04:43
Pasadas las nueve de la noche ya no quedaba casi nadie en la urbanización Santa Ana de la Albaida, una de las más cercanas a alguno de los focos del incendio que ha obligado al desalojo de un centenar de viviendas en la Sierra de Córdoba. A esa hora, un residente abandonaba la zona en moto mientras un grupo de gatos enseñoreaban la barriada, ajenos a todo el revuelo. Las llamas les quedaban lejos, y el calor todavía más. La misma opinión parecía tener Paco Llorente, el último habitante de esta urbanización muy cercana al núcleo de la capital. A las 21.40 horas dejaba su casa junto a su mujer, pero sin muchas ganas. Lo hizo por consejo de la Policía Local, pero él no parecía ver ningún riesgo a esa hora. Las llamas más cercanas asomaban débiles a unos dos kilómetros, con tierras de cultivo de por medio. «Al sembrado no ha llegado ni siquiera», declaraba a este medio quien además resulta ser el presidente de la asociación de vecinos de la barriada. Manuel Murillo Según su relato, comenzó a ver las llamas por detrás del Castillo de la Albaida pasadas las 17 horas, «cuando vi un poco de humo y después el fuego». Estuvo todo al rato pendiente de la evolución, porque «si veo que el fuego llega hasta la siembra, cogemos el coche y nos vamos». Las parcelas afectadas En esta urbanización hubo que desalojar unas 60 viviendas, según indicó el concejal de Seguridad, Miguel Ángel Torrico. A ellas hay que sumar otras 30 en la subida a las Ermitas y los propios residentes de los templos, así como una docena más en Casilla del Aire. A punto de finalizar el día, ninguna de esas viviendas había resultado afectada directamente por el fuego, aunque los efectivos de emergencias estuvieron pendientes toda la noche del avance del fuego. Poco antes de las diez de la noche tuvieron que retirarse los medios aéreos de las zonas afectadas, ya que no pueden operar sin la luz diurna por seguridad. Hasta entonces, trabajaron sin descanso en una danza coordinada entre helicópteros y avionetas. Los primeros lo tenían más fácil ya que acudían a una balsa cercana para cargar (esa operación dura apenas 30 segundos) y descargaban tras un vuelo de apenas un par de minutos. Y vuelta a empezar. La retirada de los medios aéreos coincidió con lo que a simple vista podía apreciarse como un reavivamiento de las llamas a media altura de Sierra Morena, aunque para entonces el incendio ya no preocupaba tanto como al principio gracias al trabajo de los medios de emergencias, que actuaron con rapidez. Incendio forestal junto al Castillo de la Albaida / Manuel Murillo Es más, hasta Córdoba se desplazaron incluso brigadistas del Infoca procedentes de otras provincias para colaborar en las tareas de extinción, prácticamente al mismo tiempo en que helicópteros y aviones tuvieron que abandonar la zona. El trasiego de vehículos de bomberos, Protección Civil y cuerpos de seguridad por la carretera de Trassierra fue constante durante toda la tarde y no se detuvo con la noche. Además, el Ayuntamiento habilitó un punto de atención para el centenar de familias desalojadas con la intención de facilitarles el acceso a alguno de los recursos habitacionales del Consistorio. En un principio no hizo falta recurrir a ellos, puesto que la mayoría de los residentes optaron por irse a pasar la noche con familiares. Si todo va bien, podrán volver a sus casas a partir de las 10 de la mañana de este miércoles.
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