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  • Crean un algoritmo para predecir incendios de gran magnitud: "es una sala de situación virtual" – MisionesOpina

    » Misionesopina

    Fecha: 21/07/2025 21:31

    En 2021, cuando la pandemia aún marcaba el ritmo de las actividades presenciales, comenzaba también un recorrido que derivaría en un hito académico para la provincia. Carlos Brys, docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNaM, se inscribía en la primera cohorte del Doctorado en Informática que la casa de estudios misionera impulsa junto con la UNNE y la UTN. Tres años después, se convertiría en el primer egresado del programa por parte de la Universidad Nacional de Misiones. Lo hizo con una investigación aplicada, profundamente territorial, con impacto directo en la prevención de desastres ambientales: desarrolló un algoritmo que predice incendios rurales. “Este trabajo lo comencé a cursar en el año 2021, cuando se hizo el primer acorde del Doctorado en Informática que lo dicta la Universidad Nacional de Misiones en conjunto con la Universidad Nacional del Nordeste y la Universidad Tecnológica Nacional. Desde 2021 hasta 2023 hicimos la cursada y luego entramos a la etapa de proyecto de investigación y redacción de tesis”, relató Brys al matutino colega Primera Edición, con sencillez y certeza. En paralelo a su tarea docente, Brys también es empleado del Gobierno provincial en la Dirección de Modernización de la Gestión y Gobierno Electrónico. Desde allí, venía trabajando junto con la Subsecretaría de Ordenamiento Territorial -organismo que gestiona el Plan Provincial de Manejo del Fuego- en la confección de mapas interactivos para visualizar los focos de calor detectados en el territorio misionero. “Ese trabajo fue progresando, se fue haciendo más completo, más complejo, y ya tenía recopilada bastante información respecto a cómo poder visualizar y clasificar los distintos focos de calor. Así que fue natural incorporar los nuevos conocimientos del doctorado como herramientas para mejorar tecnológicamente nuestro mapa”, indicó. La “chispa” La inquietud que encendió la idea de construir un modelo propio fue, justamente, una crítica técnica: “Internacionalmente se utiliza un índice de peligro de incendios que se desarrolló en Canadá en los años ‘70, pero a mi criterio no era lo suficientemente preciso para nuestra realidad. En Canadá tienen bosques homogéneos. Acá, tenemos una zona de transición entre lo rural y lo forestal, Por ende, el comportamiento del fuego es totalmente distinto”, sostuvo. Entonces, según contó, comenzó a investigar más a fondo cómo se comportaba el fuego dependiendo del tipo de cultivo, del uso del suelo, de la cantidad de hojarasca. “A partir de ahí”, prosiguió, “creé un modelo computacional para determinar cómo avanza el fuego a nivel de suelo. Y eso fue lo que se incorporó como algoritmo en nuestro mapa interactivo”. Pero Brys no se conformó con registrar lo que ya estaba pasando. Se propuso ir más allá: diseñar un índice de riesgo (no solo de peligro) que funcione de manera preventiva; es decir un “Alerta Temprana” basada en la inflamabilidad del combustible disponible. “Busqué desarrollar un índice que me indique qué posibilidad habría de que se inicie un fuego antes de que ocurra. Y poder comunicar esa situación lo más tempranamente posible”. Un antes y un después Antes de contar con este tipo de tecnología aplicada en Misiones no había nada que permitiera predecir incendios de magnitud y emitir un alerta para la intervención temprana. “En 2019 ocurrió el triple fenómeno de La Niña. Durante tres años consecutivos tuvimos una disminución de precipitaciones muy acentuada, un clima muy seco, lo que propició muchos incendios. Particularmente hubo dos muy grandes: uno en Cerro Corá y otro en Salto Encantado. Afortunadamente los veníamos monitoreando y teníamos mucha información sobre su comportamiento”, enfatizó Brys. A partir de esos eventos se consolidó la estrategia: mapas interactivos, detección temprana, y aviso inmediato a los bomberos voluntarios, la Policía y el Plan de Manejo del Fuego. “Combinado con los recursos que estaba aportando la provincia, como helicópteros, desde entonces no tuvimos más incendios forestales de magnitud”, destacó. Actualmente lo que se observa son fuegos de pastizales, con poca propagación. “Se queman muy rápido y se extinguen con facilidad. Bajó muchísimo el impacto de los incendios”, describió. Cómo funciona el algoritmo Con la pedagogía de un docente apasionado por su materia, Carlos Brys graficó, con una gran dosis de paciencia, que el desarrollo del algoritmo implicó trabajo experimental de campo. “Hicimos mediciones de cómo se quema el combustible: residuos de pinos, yerba, té, citrus, montes nativos. Con eso determinamos a qué velocidad se propaga el fuego en el suelo”, explicó el investigador. Luego, se cruzaron esos datos con variables meteorológicas y topográficas: velocidad y orientación del viento, humedad ambiental, cantidad de días desde la última lluvia, pendiente del terreno. “Así llegamos al modelo que predice cuánto puede avanzar el fuego en cada tipo de foco”. Paralelamente, Brys contó que junto al equipo analizó el uso del suelo de cada municipio y calculó un índice de inflamabilidad, es decir, cuánta vegetación potencialmente combustible había disponible. “A partir de ahí hicimos un mapa de índice de riesgo de incendio rural”, señaló. Toda esta información se visualiza en mapas interactivos disponibles en línea. Allí hay al menos dos herramientas clave, por lo que dijo a este Diario: un mapa que detecta los focos de calor reales, informados por los satélites de la NASA, y que sirve para coordinar la respuesta inmediata. El otro que muestra el riesgo potencial, coloreando zonas desde verde a rojo, según su nivel de inflamabilidad. “Funciona como una sala de situación virtual. Yo puedo detectar un foco de calor cada 4 horas, medir cuánta radiancia genera, ver dónde están los recursos como bomberos, pistas, estanques, y hacer la planificación”, detalló. El resultado fue contundente y palpable: “Desde el año 2021 no tenemos incendios forestales de magnitud. Los focos se extinguen en cuestión de horas o minutos gracias a esta planificación”, amplió satisfecho. Código abierto La tesis doctoral de Carlos Brys y los algoritmos que desarrolló fueron publicados como software libre. Cualquier provincia, municipio o país puede adaptarlos. “No hay ninguna limitación en clonar nuestro proyecto”, afirmó a este Diario. Para eso, solo se necesita relevamiento propio de datos y adecuar el modelo a la vegetación, clima y topografía local. “El código fuente está disponible, invito a los estudiantes, investigadores y quienes estén haciendo carrera académica a ver la disponibilidad de recursos que hay. Hay muchísimas facilidades que ofrece la universidad para avanzar y publicar. De hecho, trabajé en forma mancomunada con otras facultades. Esto de trabajar en sinergia potencia muchísimo la producción científica”. Sobre el final de la nota, consultado sobre la medida tomada por el Gobierno nacional, quien decidió cerrar el Fondo Fiduciario del Plan Nacional de Manejo del Fuego, Brys aclaró que “lo que se cerró fue el fondo (fiduciario), no el plan”. “Lo que habrá será una reasignación de recursos financieros. El plan sigue vigente, de hecho su base operativa está en el aeroparque de Apóstoles. Hay una brigada allí, y están los aviones hidrantes disponibles para cualquier emergencia”, remarcó. No obstante frente a este escenario de “motosierra”, el primer doctor en informática aseguró que la provincia se adelantó. “Misiones hizo una inversión muy sustantiva: compró helicópteros, los adaptó, capacitó bomberos voluntarios, proveyó equipamiento. Hay una política provincial de prevención. Por eso no tuvimos más incendios de magnitud como sí pasó, por ejemplo, en Corrientes”, comparó. Una herramienta Durante la charla el investigador pidió “no demonizar el fuego”, ya que advirtió “es un recurso válido, útil, que se usa y se usará”. A su vez enumeró dos de los principales: “Quemas prescritas o controladas, que eliminan combustible disponible antes de que pueda arder en un incendio no deseado. Estas son supervisadas por el Plan de Manejo del Fuego”, acotó. Y acotó: “Luego está el rosado, una técnica cultural en la que los productores queman maleza para limpiar terrenos y utilizar la ceniza como mejorador del suelo”. “Además, gracias a una extensa campaña de concientización del Ministerio de Ecología, hay menos incendios involuntarios”, indicó Fuente: Primera Edición

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