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  • El momento crucial para eliminar los derechos de exportación ante un tiempo difícil y ajustado que se avecina.

    Parana » Informe Digital

    Fecha: 21/07/2025 07:18

    En un domingo soleado, con la ciudad ya en modo vacaciones de invierno, el predio de la 137ª Exposición Rural de Palermo se llenó de familias, visitantes y productores. Desde temprano, miles de personas recorrieron los pabellones, llenaron las tribunas y caminaron entre animales, stands y maquinaria. Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina, avanza por los pasillos, pero a paso lento: lo saludan, lo detienen, le hablan. En estos días, se convierte en el interlocutor principal. “Estoy contento con el desarrollo de la exposición, se observa un gran respaldo del público”, comenta con una sonrisa. Después de la tradicional misa de los domingos, el dirigente rural conversó en exclusiva con LA NACION. Afirmó que el campo enfrenta un momento “difícil” y advirtió que el nuevo panorama económico requiere un cambio de mentalidad en el sector, centrado en la eficiencia y la producción. Indicó que la situación es muy crítica, con precios bajos, y que algunos productores tendrán dificultades. Por ello, insiste en que “es el momento de terminar con los derechos de exportación”, a los que califica como un instrumento obsoleto y dañino, especialmente cuando los márgenes están tan comprometidos. En la entrevista también abordó las expectativas generadas por la visita presidencial a Palermo, prevista para el próximo sábado, defendió su relación con el presidente Javier Milei ante las críticas y opinó sobre los cambios que necesita el agro, así como el rol del INTA y del Senasa. También se refirió a las tensiones internas dentro de la entidad. 3. “Es el momento de terminar con este tema”, advierte Pino sobre las retenciones, uno de los ejes de su discurso del próximo sábado ante el presidente Milei. Nicolás Suárez -¿Qué expectativas tiene sobre el discurso del Presidente el próximo sábado? ¿Cree que puede haber algún anuncio? -Cuando uno se pone ansioso y espera ciertos anuncios que luego no se materializan, se siente frustrado. Prefiero ser optimista y aceptar lo que sucede en La Rural, en esta exposición que lleva más de 137 años. Muchos presidentes han venido, y cada vez que lo han hecho, esta tribuna ha sido un espacio donde se abordan temas importantes para el sector. El presidente Milei también estuvo el año pasado e hizo anuncios, así que esperaremos. —Entonces, ¿realmente tiene expectativas de que pueda haber algún anuncio? -Sí, porque entiendo que para el Presidente también resulta muy positivo dirigirse al campo desde esta tribuna centenaria, y no solo ante 4 o 5 mil personas aquí presentes, sino por todo lo que repercute en los medios. Por eso considero que es un buen escenario para que el Gobierno exprese lo que desee. -¿Cuánto más puede resistir el sector sin una reducción en las retenciones agrícolas, considerando que los márgenes son muy ajustados? ¿Cuál es su evaluación sobre los reclamos realizados? —En el sector también tendremos que entender este nuevo escenario como se plantea, lo que nos exigirá un cambio: no solo gremial o dirigencial, sino también un cambio en nuestra mentalidad productiva. Durante mucho tiempo lidiamos con balances productivos negativos, ocultos por balances financieros positivos. Los problemas de fondo se disimulaban. Cuando trabajás en un país con inflación de dos dígitos —a veces mensual—, lo único que podés hacer es seguir adelante, no quedarte estancado. Eso obliga a trabajar en condiciones difíciles. Pero al mismo tiempo, el sector productivo siempre brinda la posibilidad de avanzar. Con este nuevo contexto, necesitamos replantearnos en serio nuestra eficiencia y capacidad de producción. Somos realmente buenos en esto. Pero el proceso de transición de un sistema a otro es complicado. “Muchachos, aflojen con los impuestos. Si nos dejan trabajar, vamos a trabajar más”, reclama Pino en un mensaje a toda la dirigencia política. Nicolás Suárez -¿Considera que el Gobierno, más allá de enfatizar la necesidad de ordenar la macroeconomía, debería ofrecer al menos un gesto concreto como un cronograma de reducción de retenciones? -Me parece que establecer cronogramas puede conducir a la especulación. No sé si daría plazos, sí certezas. El Presidente, por sus acciones, deja claro que las decisiones que toma no son reversibles. Por eso, cuando decían “el 30 de junio se termina el decreto, ¿qué pasará el 1° de julio?”, yo afirmaba que no ocurriría nada, simplemente se anulaba el decreto. Ahora hay que pensar en cómo continuar, y creo que no se trata de hacer grandes declaraciones, sino de seguir trabajando como lo hemos hecho en la Rural: transmitir información, mostrar cifras, explicar cómo una medida impacta en otra. Esos trabajos silenciosos y anónimos son efectivos, en mi opinión. —Lo han señalado por su vínculo con el presidente Milei; incluso algunos han llegado a llamarte “el vocero del Gobierno”. También hay críticas hacia la Mesa de Enlace, a la que acusan de ser oficialista. ¿Qué opinión le merecen esas acusaciones? —Hace dos años, todos los candidatos a presidente visitaron. Uno de los que vino fue Sergio Massa. Ese día lo invitamos a almorzar y me dio un abrazo muy cálido. Entonces yo era cercano a Massa, y ahora a Milei. Por eso, esas etiquetas me parecen irrelevantes. “El discurso va a describir la realidad. Y si es dura, es porque la realidad lo es”, anticipa el titular de la entidad. Nicolás Suárez El campo ha demostrado que no trabaja en función de un partido, sino en beneficio de Argentina. Ese es el camino a seguir. Nuestro rol es hacer todo lo posible para mejorar, y eso se logra dialogando con el Gobierno. De lo contrario, volveremos a lo que sucedió durante el kirchnerismo: discusiones entre bandos, lanzándonos acusaciones. Y mientras tanto, observábamos cómo los países vecinos, con gobiernos de diferente ideología, prosperaban. Por eso, debemos buscar constantemente lo que beneficie a todos. —¿Le han propuesto participar en alguna candidatura o ocupar un puesto dentro del Gobierno? -No me han propuesto nada. Creo que si quisiera estar o meta en el Gobierno, tengo los canales para hacerlo. No lo he hecho. Además, lo discutí con el Presidente: cada uno cumple su rol, él como presidente de la Nación y yo como presidente de La Rural. Con el respeto y la cercanía que tenemos, somos útiles desde los lugares que ocupamos. -¿Cree que hay un terreno favorable para que en las próximas elecciones surjan más candidatos del campo? —Es una pena, porque hay numerosos dirigentes en el sector que son muy capaces y comprometidos. Pero a veces los partidos políticos no lo perciben, o piensan que no es atractivo tener un candidato del campo. De todos modos, hay muchos legisladores vinculados al sector. Lo interesante es que la dinámica está cambiando; ya no todo pasa por los partidos tradicionales. Hoy, cualquier ciudadano puede formar su propia fuerza política e intentar llegar. Por lo tanto, creo que la dinámica va a variar. “La cancha debe estar nivelada”, afirma Pino sobre la apertura de importaciones que impacta en las economías regionales. Nicolás Suárez —¿Cómo evalúa la apertura de importaciones y su impacto en las economías regionales? —Este Gobierno propone la libertad en todos los aspectos, pero si se va a competir con productos del exterior, la cancha tiene que estar nivelada. No se puede permitir el ingreso de productos en condiciones desiguales cuando al productor local se lo ahoga con impuestos. Muchos la van a pasar mal. Porque cuando se trabaja en un contexto de inflación, como en el comercio, donde hay que comprar, vender y hacer stock, el precio siempre se incrementa un poco más porque no se sabe qué ocurrirá la semana siguiente. Creo que se avecina un tiempo complicado y muy ajustado. La soja tiene un valor bajo, y no está claro qué pasará con China. Ahora la carne ha subido un poco, pero si baja, todo cambia. Por eso le insistimos al Gobierno: “¡Cuidado!” Es el momento, de verdad, de poner fin a los derechos de exportación que son perjudiciales y un mal instrumento. Y cuando los márgenes son tan ajustados y además se paga un 6,75 por ciento, como en el caso de la carne, el negocio no se sostiene. —¿Cómo evalúa las acciones realizadas en el INTA? -Desde la Rural siempre hemos sostenido que el INTA es una herramienta excepcional y hay que preservarla por lo que significó, por su concepción original y por todo lo que ha realizado a lo largo de la historia. Pero también es cierto que, con el paso del tiempo, han habido cambios: nueva tecnología, modernización, más herramientas disponibles. No se puede seguir operando en 2025 como lo hacíamos hace 20 años. En los últimos años, el INTA ha ido sufriendo un proceso de degradación. Algunos gobiernos incluso lo utilizaron como una caja política. Así, no se puede seguir. Y lo digo con responsabilidad, porque formamos parte de esta institución desde hace muchos años. Con esa perspectiva, y siendo conscientes de que se han cometido errores, no hay dudas: el INTA, sí, pero no de esta manera. Necesita una modernización. —¿Y en cuanto al Senasa, que el Gobierno también mencionó que busca modernizar? —También requiere modernización y fortalecimiento. Hoy hay herramientas tecnológicas, incluso inteligencia artificial, que pueden facilitar muchas tareas. Pero además de actualizarlo, hay que empoderarlo. Necesitamos un organismo fuerte, moderno y no partidizado. Y debe dejarse en claro que no está para hacer política. Su función es proteger a los argentinos y ser ágil en un mundo globalizado. Si uno se demora en autorizar algo, otro país captura ese mercado. Necesitamos esa capacidad de respuesta. “No se trata de grandes anuncios, sino de mostrar con datos cómo una medida impacta en otra”, explica Pino sobre el rol de La Rural. Nicolás Suárez -Uno de los temas más comentados en la Rural, especialmente desde el interior, es la interna dentro de la institución. ¿Cómo está la relación con Marcos Pereda, el vicepresidente? —Las internas existen cuando hay elecciones, y en la Rural serán en septiembre de 2026. Mientras tanto, conducimos una entidad con más de 40 directores y más de 300 delegados, y es lógico que surjan diferencias, debates y cambios de ideas. Si hay personas con aspiraciones a la presidencia, me parece genial. Eso genera entusiasmo y dinamismo en una institución de 160 años. Es positivo que aún haya interés en participar. Lo que no tiene sentido es anticipar discusiones un año y medio antes. Si alguien desea hacerlo, que asuma la responsabilidad. Me parece inapropiado. Yo estoy tranquilo. Sería irresponsable hablar hoy de algo que sucederá en septiembre de 2026, porque sinceramente no lo sé. A quienes sienten ansiedad, les aconsejo que canalicen esa energía en otras actividades: correr, andar en bicicleta, jugar al tenis… Pero no ridiculicen a la institución con este tipo de cuestiones. -¿Qué puede anticipar sobre el discurso que dará el próximo sábado? -Por ahora son nueve páginas. Me preguntaron si el discurso será duro. Describirá la realidad, y si resulta duro, es porque la realidad lo es. Si se menciona a los citricultores de ciertas zonas que la están pasando mal, sí, será duro. Si se hace referencia al obsceno derecho de exportación del 33% para la soja, también. Pero es la verdad, es lo que está ocurriendo. En cambio, describir el buen momento que atraviesa la ganadería no resulta duro. Pero también es parte de la realidad. El discurso se enfocará en eso: mostrar las cosas como son y dejar claro que se acabó el tiempo de discutir por discutir, sin avanzar. Y debe dejarse en claro: esto no es solo responsabilidad del presidente Milei. También son responsables los gobernadores, los intendentes. Todos forman parte. “Muchachos, aflojen con los impuestos”. La competitividad, la única forma en que el Estado puede generarla, es permitiendo trabajar, y eso se logra con una reducción de impuestos adecuada. Porque si nos dejan trabajar, vamos a trabajar más.

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