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» El litoral Corrientes
Fecha: 20/07/2025 15:53
Especial Gabriela Bissaro y Carlos Lezcano Pronto a inaugurarse, el Museo de Arte Contemporáneo se inscribe en una serie de obras de infraestructura estatal con una mirada estratégica del mundo de hoy y venidero. Por lo tanto ese edificio, no debe leerse sólo como una obra aislada sino como parte de una gestión gubernamental compleja de una provincia que mira al futuro. Como sostiene la empresa Planedile a cargo del proyecto, se trata de “la refuncionalización y puesta en valor del antiguo edificio ex sede central del Banco de Corrientes, que fuera en 1900 el Banco Hipotecario Nacional, ubicado frente a la Plaza Vera en la ciudad capital de la provincia, destinado a albergar el nuevo Museo M.A.C.C. ideado para la exposición y divulgación de obras de arte contemporáneo”. Con 75 años de experiencia, la empresa participa del sector de la ingeniería y construcción con un presente consolidado en la ejecución de proyectos de gran envergadura. En Corrientes, esta firma construyó la Sede del Instituto de la Obra Social de la Provincia de Corrientes (IOSCOR) y el Instituto de Previsión Social (IPS), la nueva sede Banco de Corrientes S.A. en el Centro Administrativo, como también las refuncionalizaciones de las plazas 25 de Mayo y La Cruz. El arquitecto Alfonso Asencio Albino es el encargado de la obra. En esta entrevista reconoce influencias no literales de museos contemporáneos que van del Reina Sofía al Pompidou y del Malba al Guggemgeim de Bilbao. Como el edificio de Bilbao, el MAC es un museo pero también un recurso que crea urbanismo, comunicación y actividad económica, que dialoga en una constelación de instituciones culturales recuperadas como el Teatro Vera. ¿Cómo nace este proyecto y qué se tuvo en cuenta? Nosotros licitamos un anteproyecto junto a la SUEP y tuvimos la suerte de haber ganado. A raíz de eso empezó una mejora taxativa del proyecto inspirado en el Museo Malba, con todas las prestaciones que debiera tener un Museo de Arte Contemporáneo para poder agregar arte no solo escultórico sino pictórico de los últimos 50 años a Corrientes. Nació como una renovación inspirada desde el gobernador, cuando se había dejado libre o vacante el edificio histórico del Banco de Corrientes. ¿Y cómo se piensan de cero esos espacios? Primero teníamos previsto en la licitación demoler todo lo que estaba por detrás de la fachada histórica, y a partir de ahí habíamos generado tres pisos más que los pisos originales. Recordemos que tenía planta baja, primer piso, y después un techo nada más y hoy va a contar con cinco pisos el edificio. Con lo cual el primer desarrollo que hicimos fue investigar qué era constructivamente, ya que no había antecedentes técnicos. Solo teníamos una construcción antigua detrás de esas fachadas y nos encontramos con una linda sorpresa, porque cuando empezamos la demolición descubrimos que esta era una arquitectura y construcción mixta, con mampostería de ladrillo y hierro fundido, o sea, perfilería de hierro histórico. Entonces, cuando empezamos a descubrir esos perfiles históricos de gran porte y gran tamaño, tuvimos que reestructurar todo el proyecto y tuvimos que dejarlos, por supuesto, porque patrimonialmente sumaban mucho. Así que se cambió totalmente todo para dejar la estructura original a la vista. ¿Los ladrillos que encontraron son grandes? Sí, son ladrillones muy difíciles de conseguir ahora, por eso se estaba restaurando y sacando de cada lugar que se volvieron a reutilizar, y la verdad que hicimos una labor patrimonial muy importante. Se picó toda la mampostería completa, el revoque completo, para dejar toda la mampostería original a la vista y toda la estructura original a la vista. Y a su vez tuvimos que adosarle una nueva estructura para soportar los nuevos pisos para que no compitan una con la otra, lo que hicimos fue desarrollar un perfil nuevo con las similitudes del perfil anterior, pero poniendo de manifiesto la arquitectura vieja y la arquitectura nueva. Así que entendemos que quedó una cosa muy rica patrimonialmente y justamente en esta convivencia con lo contemporáneo, que es el objetivo del museo. ¿Por qué le aporta riqueza o agrega un valor la convivencia de lo viejo con lo nuevo? Justamente lo que se trata de demostrar es que para nosotros, la riqueza patrimonial y artística arquitectónica antigua es muy superadora a lo que se puede ejecutar hoy, por costos, no por otra cosa. Antes realmente se pensaba en el detalle, se pensaba cómo abulonar, cómo soldar, cómo poner algo. Hoy se construye, y se empujan, y se empujan. Y la verdad que respetar lo antiguo para nosotros fue fundamental para poner de manifiesto lo nuevo que también es fundamental, porque estamos dándole tecnología. Recordemos que este edificio tiene una particularidad porque tenemos la suerte de ser especialistas en arquitectura verde, en arquitectura green building. Y este edificio va a certificar green building y va a tener el sello de la sustentabilidad. Con lo cual la obra no solamente se desarrolla con un criterio arquitectónico moderno, contemporáneo y respetando lo antiguo, sino que se piensa en cada material que se coloca y se le da un uso. Si hay que sacar un material, se le da un uso. Hay que ver la disponibilidad de dónde y cómo se coloca. Y también es fundamental decir que tiene toda la tecnología. Va a tener BMS, o sea, un controlador automático del edificio. Las luces se prenden y se apagan solas, los aires se prenden y se apagan solos. No va a depender de que alguien levante o prenda una tecla. Es decir que el edificio en sí mismo, más allá de las obras que va a albergar y el valor museístico, la obra del edificio en sí misma es un valor y algo que merece la pena prestarle atención. Sí, impulsamos y tratamos de desarrollar el proyecto a la mejor escuela posible. Por eso buscamos antecedentes y desarrollos de otros museos en el mundo. ¿Cuáles? Por ejemplo, el Malba al que tenemos como techo. Acá en la Argentina, el museo contemporáneo más grande e ideal es el Malba. Recorrimos y visitamos mucho, fuimos al Reina Sofía en España, al Museo del Prado. O sea, vimos muchas similitudes con otros proyectos históricos, que eso es importante para nosotros, porque el Malba es nuevo pero el Reina Sofía no. Reina Sofía tiene una parte nueva que balconea a Atocha por ejemplo, que es nueva. Exactamente. El Reina Sofía, el Prado o el Thyssen-Bornemisza son museos históricos que tienen arquitectura nueva. ¿Qué particularidades tiene nuestro museo? Varias particularidades, una de ellas es que no solo vas a tener piezas museísticas, sino que también vas a tener la posibilidad de presentar un libro o tus cuadros, hacer un vernissage, va a tener un auditorio para 100 personas, con butacas, osea que museo está pensado para que se desarrolle toda la movida de una obra de arte completa. Desde el traslado, porque tuvimos que hacer muchas mejoras en las fachadas para que pueda ingresar un camión, la obra entra y sale bajo techo y se mete en un montacarga que está previsto para 4.500 kilos. ¿El depósito está en el subsuelo? No, el depósito está en el tercer piso. Va a tener un depósito y una sala de restauración también especial. ¿Por qué es especial? Porque van a tener una tecnología que hoy nos ayuda, ante un siniestro, ante un incendio, ante una contingencia este depósito va a tener un gas inerte que se llama FM200 que, ante una emergencia y que no se pueda salvar a todas las alarmas, se inyecta ese gas y apaga cualquier foco de incendio. Entonces eso permite poner obras de arte de gran valor y permite también, tener una vinculación con otros museos del mundo que te presten o te alquilen esa obra de arte. Esta posibilidad nos abre la puerta del mundo y no quedarnos solo para mostrar el arte correntino. A veces las discusiones que se dan frente a obras de esta magnitud quedan entrampadas en peleas bastante coyunturales. Desde el presupuesto que se destina hasta si en el centro es necesario o cuánta gente le interesa al arte contemporáneo. ¿Cómo se piensa esa proyección? Lo que hoy nosotros fuimos a ver como modelo estaba basado en la pregunta: ¿por qué imaginamos que algo así puede ser importante emplazar en Corrientes? Digo, más allá de la respuesta política que puede tener el funcionario que tomó la decisión, en términos patrimoniales para ustedes lo que ven y la apuesta que están haciendo técnica cuando trabajan en esto, el día de mañana. Y la verdad que felicito al gobernador Valdés por impulsar obras culturales como esto. Siempre doy un ejemplo urbanístico, porque esta no es una obra que se pensó solamente el adentro, sino también se pensó el afuera. El Museo Guggenheim que se hizo en Bilbao, para que ustedes se den una idea, costó mil millones de euros hace 25 años. Bilbao, hace 25 años, era una de las ciudades en mayor decadencia de España y hoy, con el puntapié del museo y con el desarrollo urbanístico que se generó alrededor de eso, es la tercera ciudad más visitada de España. O sea, la cultura empuja, la cultura desarrolla, la cultura educa. Para nosotros es espectacular que se haya tenido en cuenta la generación de un nuevo espacio museístico. Y a la vez, digo que esto va a mejorar lo urbanístico, porque acordémonos que el pasaje que tenemos lateral al museo, hoy se cierra y va a haber un cul-de-sac, con lo cual, la plaza se agranda. El museo forma parte de la plaza y la plaza forma parte del museo. La cafetería, que va a estar en la planta baja, va a tener esta posibilidad de poner mesas afuera y de que se genere esa riqueza entre el adentro y el afuera y puedas ver lo que está pasando adentro y tomarte un cafecito, entrar, ir a la sala de merchandising y seguir. O sea, me parece que se comunica mucho más. Ya, como es la tendencia en las industrias culturales en general, pensar más en una línea de economía de la experiencia. Es decir, no solamente voy a ver una obra, un cuadro, sino que además comparto una experiencia accediendo a todos estos servicios que estás mencionando. También pensamos en el mantenimiento de este edificio, porque uno puede hacer una obra muy linda, muy rica y si todos los meses hay que ponerle un montón de plata le termina siendo contraproducente al Estado. Entonces la idea fue hacer un muy buen salón de merchandising. Hoy todos los museos tienen esa gran ventaja. Por ejemplo, el Prado tiene casi 800 metros cuadrados de merchandising. O sea, una planta entera del Museo del Prado está destinada a la venta de productos del museo. ¿Por qué? Porque el mismo museo se nutre económicamente con lo que vende y también se nutre porque potencia los cuadros que tiene. Por ejemplo, si hay un cuadro X de un artista que el museo es el dueño, con los derechos del autor del dueño de la obra podés hacer bolsas, marcos, cuadros, lápices, gomas, lo que sea, y automáticamente tu cuadro, tu obra empieza a costar más porque empieza a tener conocimiento. En el Prado está ubicado justamente enfrente del ingreso, o sea que vos salís y tenés que encontrarte con eso. ¿Dónde está ubicado el de acá? Acá cuando entras, nosotros tenemos dos entradas. Una entrada principal, que es la entrada por San Juan y 9 de Julio donde está la boletería y podés ingresar directamente. También vas a tener la entrada por el bar. El bar va a tener un ingreso en donde el nexo entre el bar y el museo es el merchandising. Entonces vos pasas obligatoriamente por el merchandising y te tentás, mirás, decís che, me hace falta esto, aquello, no tengo que ir a comprar a otro lado, lo compro acá. Entonces eso le va a dejar un pesito al museo o al que sea locatario del museo. Y también va a tener un gran bar y un gran restaurant en el quinto piso, es casi el 100% restaurante, o sea que hoy vas a tener un lugar que en Corrientes no tenemos, que es la posibilidad de comer mirando el río, Resistencia o a la plaza Vera, que ojalá futuro se renueve completo. Hay espacios vidriados, espacios cerrados, recuperados, podemos estar arriba mirando el río. Esta es la idea. Claro, la intención fue respetar las fachadas históricas del museo. Entonces se tuvieron que mantener las aberturas originales del museo, que hoy generan luz y sombra dentro del museo. Pero para darte esa relación entre la parte luminotécnica natural y lo artificial, nosotros tenemos más de 2.000 metros cuadrados para colgar cuadros hoy en el museo. 2.000 metros cuadrados, o sea, hay que llenar 2.000 metros cuadrados. ¿Contanos cómo es una sala? La sala propiamente dicha va a tener piso de roble americano entablonado grande, paredes de ladrillo, mampostería a la vista, pintado con un material inerte para que no despida polvo, pero el material queda a la vista. Y otras salas van a tener tablas en positivo o negativo, haciendo juego con el piso. O sea, es un lugar que no compite para nada con las obras de arte, va a dejar que la obra de arte sea la estrella. Por supuesto que la iluminación está pensada para que sea móvil y direccionable para las obras de arte. El aire acondicionado es especial, pensado para el museo, y queda todo a la vista. Hacerte la idea del Pompidou, de dejar toda la instalación a la vista para que el día de mañana, un museo que está vivo, permanentemente vivo, tiene que moverse, crecer, ser dinámico. Entonces, si hay que agregar más luces, poner un sistema nuevo, poner lo que sea que se pueda hacer, no tengamos que romper todo el museo para poner una instalación nueva. ¿Dónde te formaste y cómo se llama el estudio dónde trabajas? En la Universidad de Mendoza y trabajo para la constructora Panevile. Tenemos ya mucha experiencia en Corrientes, hicimos el IOCOR, IPS, el Banco de Corrientes, y también hemos tenido la suerte de hacer la Plaza Libertad, la Plaza La Cruz de los Milagros, y la Plaza 25 de Mayo. Trabajo en la empresa Panedile que emplea a más de 200 personas. Esto que me estás diciendo es muy importante, y dialoga con todo lo que venimos conversando. Sobre todo con eso último que decías del Guggenheim de Bilbao que se prepararon para un mundo que venía. Nosotros trabajamos en todo el país con la constructora, pero tenemos nuestro corazón en Corrientes porque sentimos la intención de que esto sigue, de que esto se potencia, de que esto va para adelante, y de que la provincia pueda, con fondos propios, hacer este tipo de obras. Para nosotros es la verdad una garantía de que en otras provincias no pasa, no piensen que esto es como el resto del país. La provincia de Corrientes para nosotros es un ícono y potencia cultural por ejemplo la Plaza Libertad, poniendo a las libertades correntinas como contenido que se potencian a través de una escultura, de 15 metros de altura. Con la calidad que tiene esa escultura... Con la calidad de un artista plástico como Carlos Benavides que aceptó la moción de hacer esta escultura, parece bronce y no es bronce. Entendamos que estamos en un país con una cuestión cultural compleja y que tampoco hay que hacer locuras.
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