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  • Qué es el ACV isquémico que afectó a "Locomotora": ¿Puede afectar a jóvenes y deportistas?

    » Radio Sudamericana

    Fecha: 20/07/2025 15:30

    Domingo 20 de Julio de 2025 - Actualizada a las: 11:06hs. del 20-07-2025 SALUD El Dr. Alejandro Amarilla, médico cardiólogo y deportólogo explicó en Radio Sudamericana cómo puede presentarse un ACV isquémico en personas sanas, incluso en atletas. Las causas más frecuentes en jóvenes incluyen disecciones arteriales, trastornos de coagulación y estrés físico extremo. A continuación, te contamos cuáles son las señales de alerta. El accidente cerebrovascular isquémico (ACV) ya no es una afección exclusiva de personas mayores. Cada vez más casos afectan a jóvenes y deportistas, muchos sin factores de riesgo aparentes. El doctor Alejandro Amarilla, médico clínico y deportólogo, explicó en diálogo con www.radiosudamericana.com qué es un ACV isquémico, cómo detectarlo a tiempo y qué chequeos pueden salvar vidas. “El accidente cerebrovascular, como su nombre lo indica, es un accidente en un vaso que irriga el cerebro. Puede deberse a una obstrucción, que se llama isquemia, o a una ruptura, que sería el ACV hemorrágico”, aclaró el especialista entrevistado. Así, explicó: “Cuando una arteria se tapa, no llega sangre a una zona del cerebro. Y sin oxígeno, esa zona se muere”, explicó el especialista. “Muchas veces estas enfermedades son silenciosas. Las arterias se van dañando sin que uno se entere. Y si uno no hace prevención ni controles, una persona aparentemente sana puede terminar con un ACV sin haber tenido síntomas previos”. ¿Qué diferencia hay entre un ACV isquémico y uno hemorrágico? “El ACV isquémico es cuando se obstruye una arteria y deja de irrigar sangre. Si no se corrige rápidamente, el tejido cerebral empieza a morir. Es el más frecuente”, explicó Amarilla. “En cambio, el ACV hemorrágico ocurre cuando una arteria se rompe. La sangre se derrama fuera del vaso y comprime el tejido cerebral. Esto también mata al cerebro, pero por compresión. Suele darse en personas mayores con hipertensión crónica o malformaciones congénitas como aneurismas”. “En jóvenes también puede aparecer si hay un aneurisma no diagnosticado o una debilidad vascular. Pero en general, el isquémico es más común”. Jóvenes y deportistas: también en riesgo Aunque parezca contraintuitivo, personas que hacen actividad física intensa también pueden verse afectadas. “En algunos deportes, donde se usan muchos anabólicos para ganar volumen o entrenar más, esas drogas favorecen la aterosclerosis y podrían generar enfermedad vascular a temprana edad”, señaló. Asimismo, añadió que el estrés, "tanto crónico como agudo, genera inflamación, trastornos del sueño y malas conductas alimentarias. Todo eso eleva el riesgo vascular. Incluso un disgusto fuerte puede disparar un episodio al romper una placa en la arteria”. Según investigaciones recientes, causas frecuentes en menores de 50 años incluyen: Disección arterial espontánea o traumática Trombofilias y trastornos de la coagulación Embolias por foramen oval permeable (FOP) Uso de sustancias como cocaína, cannabis sintético o esteroides Estrés físico extremo y deshidratación Una revisión internacional identificó a la disección de la arteria carótida o vertebral como la causa más frecuente de ACV en jóvenes deportistas. También se vincularon episodios con movimientos bruscos de cuello, traumatismos cervicales leves y dopaje con esteroides. Síntomas de alerta y diagnóstico urgente “Lo que más se ve en consultorio es: la persona no podía hablar bien, no podía mover un brazo, o se le durmió medio cuerpo”, detalló Amarilla. “El ACV puede arrancar con una mínima molestia, como una pérdida de fuerza. Y eso puede ser reversible o dejar secuelas según la rapidez de la atención”. El tratamiento inicial depende del tipo de ACV: “Se hacen imágenes cerebrales, y si no hay sangrado, se puede hacer una tromboaspiración o usar trombolíticos. Cuanto antes se actúe, más cerebro se puede salvar”. Rehabilitación: el rol de la neuroplasticidad “La rehabilitación debe empezar lo antes posible. Cuanto antes se inicie, más chances hay de recuperar funciones. Y se apoya en la neuroplasticidad del cerebro, que es su capacidad de adaptarse y regenerar funciones perdidas”. Prevención y chequeos “Hay estudios muy simples que podés hacerte para saber cómo estás: glucemia, colesterol, presión arterial, perímetro abdominal, evaluación médica, electrocardiograma”, recomendó Amarilla. “El punto no es mirar el análisis, es qué hacés con eso. Si tenés colesterol alto y dentro de un año sigue igual, no preveniste nada”. También recomendó que quienes hagan actividad física intensa y tengan más de 35 años realicen una ergometría para descartar riesgos cardíacos o vasculares ocultos. El especialista sostuvo que no hay que esperar a tener síntomas para hacerse un chequeo. Y si tenés uno solo de los factores, colesterol, estrés, insomnio, "ya podés tener una placa que se rompa y desencadene un ACV", cerró Amarilla.

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